Mayo 16_06 Acudid al Sacramento de la Confesión.

Rosario.

 

Temas:

  • Mi Gracia recae sobre todos vosotros, la diferencia estriba en que algunas la aceptan y otros no.
  • Son vuestros actos los que os van a santificar a todos vosotros en la Comunión de los Santos.
  • Volved a Mi todos vosotros, los que os creéis totalmente muertos y sin derechos a Mi Gracia y a Mi Perdón.
  • Orad mucho y sacrificaos mucho por ésas almas que no quieren dejar entrar Mi Gracia a su corazón.
  • Ved Mis obras buenas, no veáis los ataques satánicos.
  • La Parábola que os dio Mi Hijo de la “vid y el sarmiento”, se deriva lo que vosotros deberéis hacer en familia.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Mi Gracia recae sobre todos vosotros, la diferencia estriba en que algunas la aceptan y otros no.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, Mi Gracia no está limitada para algunos cuantos. No, Mis pequeños, Yo Soy vuestro Padre y vuestro Dios, Mi Gracia recae sobre todos vosotros, la diferencia estriba en que algunas la aceptan y otros no.

Un buen padre, una buena madre siempre tratarán de integrar a la familia y, aunque en algún momento tengan a su consentido, lucharán por evitar pleitos por envidias. Cada uno de vosotros tenéis diferente personalidad, diferente espiritualidad, pero aún así, os voy dando lo que necesitáis cada uno de vosotros. Como os digo, la diferencia estriba en que algunos sí entendéis a dónde os quiero elevar y otros no deseáis estar Conmigo, evitáis todo compromiso, preferís vivir así, en la mediocridad espiritual y no lucháis por el perfeccionamiento espiritual que tanto os he pedido.

Yo, a diario, voy regalando bendiciones a las almas, a ninguno de vosotros, católicos ó no católicos, os voy haciendo a un lado. Todos, todos vosotros sois Mis hijos y voy uniendo el rebaño con la ayuda de Mi Hija, la Siempre Virgen María, quien va entregándole a Su Hijo  todas las almas, para que os vaya reuniendo en un solo rebaño, con el Amor que os inspira el Espíritu Santo.

La oración, la oración interior es la que os va a llevar a entender, tanto vuestras necesidades espirituales como Mi deseo hacia vosotros, pero si estáis distraídos con el mundo, nunca podréis escuchar lo que Yo deseo de vosotros y nunca podréis hacer ése examen de conciencia que os perfecciona, porque cuando lo hacéis honestamente, con la ayuda del Espíritu Santo, encontráis las fallas que tenéis y que debéis mejorar. Sed sinceros con vosotros mismos, Mis pequeños, no Me echéis la culpa de lo que pasa en vuestra vida, de todo lo negativo que os atraéis por estar lejos de Mi.

Mis bendiciones, os repito, caen sobre vosotros todos los días, católicos ó no católicos, todos sois Mis hijos y de todos espero el regreso al Reino de los Cielos.
Os amo a todos, Mis pequeños, os amo. Gracias.

Primer Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Son vuestros actos los que os van a santificar a todos vosotros en la Comunión de los Santos.
Hijitos Míos, Mis pequeños, cuando empezáis a crecer, alguien os regala una alcancía y os enseñan a ahorrar, os enseñan a guardar vuestro dinerito, que con ése, iréis acumulando para comprar, cuando necesitéis, algo que os guste. No importa el tamaño de la moneda ó el valor del billete, vais ahorrando poco a poco y con ello vais llenando ésa alcancía, que en algún momento os sacará de algún aprieto u os dará un gusto tremendo gastarlo para algo que queráis verdaderamente.

Vuestra vida es así, Mis pequeños, todos vuestros actos, todo lo que hagáis en el amor son ésas pequeñas ó grandes monedas, ésos billetes de poco ó de mucho valor, pero vais ahorrando, vais juntando, vais haciendo crecer el valor de vuestra alma ante Mis Ojos. Son vuestras buenas obras, es vuestro ejemplo de vida, la que va haciendo que os engrandezcáis y podáis ganar un premio grande en el Reino de los Cielos.

Pero también, Mis pequeños, una alcancía no solamente sirve para vosotros, también sirve para vuestros hermanos, si éstos tienen una necesidad y así, de ésa misma alcancía tomáis para ayudar a vuestros hermanos, cuando están necesitados y así, vuestras buenas obras también sirven para la salvación de muchos de vuestros hermanos.

El punto principal, que debéis tener presente, es el de ir buscando, durante vuestra vida, el llenaros de buenas cosas, para que podáis tener, para el final de vuestra propia vida y para la de vuestros hermanos. Yo necesito de vosotros para la salvación de vuestros hermanos, no importa que sean obras pequeñitas ó grandes obras, puede ir desde una pequeña oración a un gran sacrificio, todo es bueno para la economía del Cielo, lo importante es que vosotros tengáis presente que sois necesarios para la salvación de vuestros hermanos y para vuestra propia salvación.

Son vuestros actos los que os van a santificar a todos vosotros, en la Comunión de los Santos. Todos vosotros os vais ayudando, unos a otros, a veces sin saber. Muy probablemente una oración vuestra pueda ayudar a un alma al otro lado del mundo ó a un alma del Purgatorio ó a crecer espiritualmente y en gozo más, a un alma del Cielo.

Todo, todo va ayudando al crecimiento espiritual y va ayudando a ésa perfección espiritual de todas las almas, tanto las que están sobre la Tierra, todavía trabajando para el Amor, como las que están en el Purgatorio, para que alcancen su salvación ó para el mayor gozo de las del Cielo, pero todos, todos vuestros méritos servirán para que vosotros os acerquéis más a Mí, vuestro Dios.

Así que, no desperdiciéis ni un solo momento, ni una sola ocasión de hacer el bien, porque todo servirá para vuestros hermanos y para vosotros mismos. Vivid más en ésa unión íntima Conmigo y veréis que así, lo que antes olvidabais, será más presente en vuestra vida, cosas que antes no tomabais en cuenta, ahora los tomaréis en cuenta y ése ofrecimiento es lo que será bueno para todos vosotros.

Manteneos Conmigo, manteneos en ésa intimidad espiritual y así iréis conociendo Mis secretos de Amor, que son para vuestro crecimiento y para vuestro gozo eterno.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Volved a Mi todos vosotros, los que os creéis totalmente muertos y sin derechos a Mi Gracia y a Mi Perdón.
Hijitos Míos, ahora os hablo a todos vosotros, los que habéis caído fuertemente en las garras de satanás, que os ha llevado a una vida de pecado, a una vida de depravación, a una vida de destrucción espiritual tremenda a través de los vicios, pecados graves ó aún a través del asesinato.

Mis pequeños, con esto os quiero decir, que Yo, como Padre vuestro, Padre Misericordioso, siempre estaré presente ante todos vosotros, seáis buenos, medianos ó muy malos. Todos vosotros sois Mis hijos y a todos, a todos vosotros os quiero de regreso al Reino de los Cielos. Mientras estéis sobre la Tierra tenéis la posibilidad de encontrar el perdón y poder llegar de regreso antes del momento de vuestra muerte, aquí, a vuestro Hogar Celestial. Que el momento de vuestra muerte, sea un momento el cual gocéis, más que tenerle miedo. Gozad el momento de la muerte, porque será el momento del encuentro, encuentro Conmigo, con vuestro Padre amoroso, con vuestro Padre misericordioso, con vuestro Padre comprensivo, con vuestro Padre lleno de Amor por vosotros, que os perdona y os ama infinitamente. Pero, ciertamente, para que no tengáis por qué temer, deberéis prepararos para ése momento y eso es vivir una vida de Gracia, vivir bajo los Mandamientos que Yo os he dado, vivir unidos a Mi Amor. Prepararse para el momento de la muerte, es prepararse para la Gran Fiesta, como os dijo Mi Hijo en una de Sus Parábolas, es llegar al Banquete de Bodas. Cuando vosotros sois invitados a una fiesta, a una boda, a una reunión elegante, vosotros os preparáis, os bañáis, os arregláis, os perfumáis, tratáis de tener lo mejor de vuestros vestidos y vuestros arreglos, para que cuando os presentéis a los que os invitan, ellos puedan estar, a gusto con vuestra presencia en la fiesta, y ellos compartirán de sus bienes y de sus alegrías para con vosotros.

De igual forma os presentaréis al Reino de los Cielos, es la Gran Fiesta, es la Gran Reunión, donde todo es bellísimo, todo es santísimo y donde todos vosotros deberéis estar presentables con vuestra mejor presencia, que es la de vuestra alma, en el mejor estado de pulcritud espiritual.

Si estáis ahorita caídos en el pecado, acudid al Sacramento de la Confesión y así os iréis preparando como deberéis estar ante Mí, vuestro Dios. No importa el tamaño de vuestro pecado, de vuestras faltas, aún por muy graves que sean, todas tienen perdón y debéis acudir a Mis ministros, los sacerdotes, ministros de Mi Gracia, ministros del perdón. Confiad en Mi Misericordia, confiad en que a través de ellos, Yo os voy a regalar de ésa paz interior que tanto necesitaréis para estar seguros de que estaréis así ante Mí, ante Mi Presencia en el momento de vuestra muerte. Por otro lado, no esperéis el momento de vuestra muerte para tomar el Sacramento de la Reconciliación y solamente en ése momento estar preparados para poder presentaros ante Mi, no, vuestra vida también debe ser una vida llena de méritos y vuestros méritos valen cuando vuestra alma está en estado de Gracia. Cuando vosotros cerráis, con el pecado grave, las puertas de entrada a la Gracia, vuestras buenas obras no llegan al Cielo, porque vosotros mismos habéis cerrado la puerta de entrada y de salida con vuestro pecado grave.

Así pues, Mis pequeños, aquí el secreto está en que os mantengáis en estado de Gracia, para que por ésas vías la Gracia pueda fluir fácilmente hacia vosotros. Que vuestras caídas no sean caídas definitivas y que os lleve a la desesperación y ésa desesperación os lleva a la pérdida total y eterna de vuestra alma. Que las caídas os hagan ver la realidad de vuestra vida, ésas caídas os indican en dónde vuestra alma está más débil y que debéis contrarrestar con la lucha espiritual. Son ésos puntos débiles de vuestra alma, que debéis reforzar a través de la oración y a través del sacrificio, venciéndoos a vosotros mismos, venciendo con la lucha vuestras debilidades. Así pues, no toméis vuestros pecados solamente como algo negativo en vuestra vida, vedlos también como algo positivo. Ya os he dicho que Yo Mismo tomo de los ataques del enemigo el lado bueno para vuestro crecimiento espiritual y así deberéis de actuar vosotros. En cada ataque del enemigo, él siempre os atacará en vuestro punto débil y así él mismo os estará indicando en dónde estáis débiles. Así pues, que ésa debilidad se convierta en fortaleza con vuestra lucha propia y sea así vuestro crecimiento espiritual.

Que vuestra vida no sea negativa, que vuestra vida sea un continuo despertar a la Gracia, un continuo crecimiento y lucha contra todo aquello que os está tratando de matar espiritualmente.

Volved a Mí, os repito, volved a Mi todos vosotros, principalmente los que os creéis totalmente muertos y sin derechos a Mi Gracia y a Mi Perdón, porque el demonio siempre tratará de hacer creer al ama que ya no tiene ningún tipo de salvación y esto no es verdad, Mi Misericordia es infinitamente más grande que el poder satánico y Yo siempre os voy a tratar de salvar, aún a pesar de que estéis fuertemente caídos en el pecado. Mi Gracia todo lo puede, confiad en Mi, vuestro Dios y Padre vuestro.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Orad mucho y sacrificaos mucho por ésas almas que no quieren dejar entrar Mi Gracia a su corazón.
Hijitos Míos, el ataque del enemigo siempre es constante, malvado, peligroso para todos vosotros. No os imagináis cuánto mal está, en todo momento, produciendo sobre el mundo. Él, continuamente, os está atacando y si no fuera por Mi Gracia y por Mi Amor, vosotros inmediatamente caeríais en sus garras y os destrozaría. No os imagináis del cuidado que tenéis, que os pongo a través de Mi Hija, la Siempre Virgen María, de los Santos Ángeles, de las oraciones de los Santos, todos ellos os están protegiendo en todo momento.

Para que os deis más o menos cuenta de cómo es éste ataque, imaginad que vosotros sois astronautas y así como se ponen ellos un traje especial para poder caminar, digamos, sobre la Luna, donde no hay aire que poder respirar, si en un momento dado, vosotros os quitarais el traje, en pocos segundos moriríais, tanto por la radiación del Sol que os quemaría, como por la incapacidad de poder tomar del oxígeno vital para vuestro cuerpo.

Ése traje espacial que tienen ellos, los astronautas, sería Mi Gracia sobre vosotros. Yo os estoy protegiendo y os hago respirable el aire tenebroso que tenéis a vuestro alrededor, que es el aliento maligno de satanás, aliento de pecado, aliento de maldad, aliento de muerte, aliento de destrucción, que os rodea continuamente y que vosotros veis día a día que sucede en vuestro mundo.

Sucede, en algunos de vuestros hermanos, porque son los que no están protegidos por Mi Gracia y no porque Yo no quiera, sino porque ellos la desprecian, que se salen de Mi Protección, porque prefieren vivir en el pecado, prefieren vivir en la maldad, han escuchado más a satanás y prefieren sus obras y no Mi Protección y lo que Yo les pido.

Por eso se ve muerte y maldad a vuestro alrededor, porque no hay almas que quieran mejorar, porque hay almas que quieren mantenerse en ésa vida de destrucción espiritual, pero porque ellas mismas escogen ésa vida.

Ciertamente, hay almas buenas que mueren física y espiritualmente, atacadas por almas malas, porque se vuelven, éstas almas malas, instrumentos de satanás, que destruyen la vida de las buenas almas, pero ésas almas buenas que mueren, ellas dan vida a otras almas que están en mal estado espiritual, ellas se vuelven también otros Cristos, ofreciéndose por las almas destructivas, las almas que ya se han satanizado y dan mal ejemplo de vida.

Manteneos en Gracia, Mis pequeños, en éstos tiempos en que estáis viendo tanta destrucción. Orad mucho y sacrificaos mucho por ésas almas que no quieren dejar entrar Mi Gracia a su corazón, son vuestros hermanos y ellos también tiene derecho a regresar al Reino de los Cielos con vuestra ayuda.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ved Mis obras buenas, no veáis los ataques satánicos.
Hijitos Míos, ciertamente, el mal os rodea, satanás está continuamente tratando de destruir vuestra vida espiritual y vosotros lo sabéis, pero viviendo en ésa lucha para vuestro mejoramiento espiritual, lo podéis vencer fácilmente y os he dicho que la mejor forma de vencerlo, es viviendo en el Amor.

Vosotros sois hechura de Amor, fuisteis creados para amar y ser amados, vuestra vida tiene que ser vida de amor, de ejemplo, de transmisión de vida, que solamente se logra viviendo en el Amor y en la virtud.

El mal os rodea, os he dicho, pero no podéis vivir pensando en el mal que os rodea, porque os haríais una vida miserable, checando a vuestro alrededor, en todo momento, si no os están persiguiendo, qué clase de maldad existe a vuestro alrededor y cómo debéis protegeros, estaríais en todo momento nerviosos pensando cuál sería el siguiente ataque de satanás sobre vosotros, no tendríais paz, veríais todo en maldad y eso Yo no lo deseo, Mis pequeños. Vinisteis a vivir en la bondad y en el amor. Si estáis viviendo en el Amor y tenéis vuestro corazón lleno de amor, eso es lo que transmitiréis y el principal fruto del Amor, es la paz, la paz interior y la paz que transmitáis a vuestros hermanos, pero si vivís en el temor, esperando el siguiente ataque de satanás ó viendo qué tipo de demonio os puede atacar en el siguiente minuto, vuestra vida, como os dije, se vuelve miserable y estaréis solamente pensando en ésa maldad, cómo defenderos, qué hacer y así no transmitiréis ni paz ni viviréis en el Amor.

Deberéis tener una vida plena de virtud, porque viviendo en la virtud estaréis viviendo en el Amor y en el respeto hacia vuestros hermanos. La virtud produce crecimiento, produce vida, respeta la vida de vuestros hermanos y les ayuda a crecer con el amor que va unido a la virtud.

Viviendo así, Mis pequeños, iréis cambiando al mundo, a éste mundo que es de maldad, a éste mundo que es de error, pero que vosotros mantenéis en ésa maldad y en ése error cuando no estáis viviendo en el amor y en la virtud. Si vosotros, en lo personal, empezarais a producir bondad, crecimiento, vida, la maldad inmediatamente se hará a un lado, porque la maldad no puede vivir donde hay virtud y amor.

Ved todas las cosas bellas que os rodean, ved todo lo creado, que Yo, con Mi Amor lo creé para vosotros. Todo, todo lo que está en la Naturaleza. Todo fue hecho por Mis Manos amorosas para vosotros, gozadlas, agradecédmelas, porque fueron para vosotros y la Naturaleza misma os cuida. Ved el amanecer, gozadlo, ved las aves, el diferente tipo de plumajes que puse en ellas, el trino de ellas, ved todos los animalitos, diferentes en hechura, para que vosotros gozárais, junto con ellos, de la Creación. Ved tantas cosas bellas que he puesto también en los mares, las aguas, los cielos, todo fue creado en el Amor, ¡os podéis llenar de tanto gozo!, ¿por qué no lo hacéis, Mis pequeños en lugar de estar viendo solamente la maldad y los ataques del enemigo?

Ved Mis obras buenas, no veáis los ataques satánicos. Os digo, ciertamente existen y debéis uniros a Mi Hijo en Su Oración, para atacar toda ésa maldad, pero Él venció toda ésa maldad con el Amor, con la virtud, con ésa Vida Santa que llevó y que os enseñó. Seguid el ejemplo de Mi Hijo, Él no iba buscando y viendo a su alrededor los ataques satánicos, Su misma Evangelización no fue para enseñaros protección contra los ataques satánicos, la Vida que os enseñó Mi Hijo fue Vida en el Amor, en el arrepentimiento, en el crecimiento espiritual, eso es lo que alimenta al alma, no la lucha contra las fuerzas del mal. No desperdiciéis vuestra energía vital, que debe vivir en el Amor, en ésa energía vital que vive en el temor, esperando el próximo ataque de satanás. Os he dicho que os cubráis con Mi Amor y el enemigo inmediatamente se irá.

Estudiad la Vida de Mi Hijo y ahí encontraréis la respuesta a vuestras necesidades espirituales. Él fue Vida de Amor y vosotros también deberéis ser vida de amor, no de temor.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: La Parábola que os dio Mi Hijo de la “vid y el sarmiento”, se deriva lo que vosotros deberéis hacer en familia.
Hijitos Míos, de la Parábola que os dio Mi Hijo de la “vid y el sarmiento”, se deriva también lo que vosotros deberéis hacer en familia. El tronco tiene ramas, de la rama y de la flor, nacerá el fruto, el fruto que os alimentará, ésa es la vid y el sarmiento, el sarmiento unido al tronco, que le da alimento, que le da vida. Cada familia es el tronco de donde vosotros obtenéis vida, si el tronco está unido a Mí, si el tronco está bien implantado con sus raíces en Mí, va a producir buenos frutos que son los hijos.

Todos vosotros venís de una familia y por eso también se os dice que por los frutos se conoce cómo está el tronco, qué tan implantado, qué tan enraizado está ése tronco en Mí. Aquéllas familias que se han separado de Mí, aquellos padres que no han sabido enraizarse en Mí, vuestro Dios, que no han tomado de Mi Sabiduría Santa, Divina, no podrán dar a los hijos ésa Savia Divina, ése conocimiento que les va a hacer grandes en su alma y que va a producir buenos frutos. Ellos mismos, al no haber obtenido ésa Savia Divina, tampoco sabrán cómo enraizarse posteriormente en Mí, vuestro Dios.

Vosotros debéis enseñar esto, con el ejemplo, ejemplo de vida, con el cual ayudaréis a vuestros hermanos a que regresen a Mí, para que se puedan enraizar en Mi Corazón, que puedan tomar de Mi ésa Sabia Divina, para que puedan crecer fuertemente hacia el Cielo y puedan dar buenos frutos.

Meditad, Mis pequeños, esta pequeña Parábola, éste pequeño ejemplo, pero que es tan sabio, tan sabio, que, precisamente todos estáis padeciendo ahora, por ésa falta de enraizamiento en Mi Corazón por parte de muchos, de muchos de vuestros hermanos. El que no está en Mí, muere.
Gracias, Mis pequeños.