Nov 01_05 El Agua y la Sangre, tienen su significado.

Rosario.

Temas:

  • Mi Corazón salta de júbilo cuando venís a verMe, cuando venís a orar, cuando venís a interceder, cuando venís a amar.
  • El amor no se obliga, Mis pequeños, el amor tiene que salir de lo más profundo de vuestro corazón.
  • Venid, no os tardéis, os necesito, buscadMe y Me dejaré encontrar.
  • Yo, cuando doy, doy en extremo, doy de más, doy en exceso, porque así Soy Yo, Yo no limito Mi Amor como vosotros lo limitáis para Mí.
  • Levantáos, Mis pequeños, que en el Cielo sois amados y valéis mucho para el Corazón de vuestro Dios.
  • Orad por vuestros hermanos, que viven solamente por vivir.

 

Mensajes de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.

 

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Mi Corazón salta de júbilo cuando venís a verMe, cuando venís a orar, cuando venís a interceder, cuando venís a amar.
(Lenguas…) Hijitos Míos, no os imagináis, Mis pequeños, cuánta alegría Me da el veros reunidos, Mi Corazón salta de júbilo cuando venís a verMe, cuando venís a orar, cuando venís a interceder, cuando venís a amar. Así como el niño salta de júbilo, cuando sabe que en tal día se le da un dulce, ó se le va a llevar a algún lugar especial que tanto le gusta, el niño se pone eufórico, tiene una alegría inmensa. Así estoy Yo, Mis pequeños, os suena increíble esto, Yo, que  Soy vuestro Padre y vuestro Dios, cómo espero que la creatura, Mis creaturitas, Mis hijos vengan a visitarMe, vengan a estar Conmigo, con su Padre y su Dios.

Me gusta tener reunidos alrededor Mío a Mis hijos, a los que Me aman, a los que Me buscan, a los que quieren estar en Mi Amor. ¡Oh!, Mis pequeños, cómo quisiera que todos vuestros hermanos también se reunieran alrededor Mío. Cómo quisiera que dejaran de ver al mundo como si fuera su padre ó su proveedor, cuando no es el mundo el que les da lo que necesitan, sino que es Mi Providencia Divina. Pero Mi Providencia, Mis pequeños, se da por Mi Amor hacia vosotros, Mi Providencia os da porque veo vuestra necesidad y es Mi Amor el que está en todo momento cuidándoos, tanto en lo material, como en lo espiritual, pero muchos de vosotros, Mis pequeños, ya no pedís y agradecéis, sino exigís y ni siquiera agradecéis y hasta grosería hay a veces, porque sentís que lo que recibís no es suficiente, porque no sabéis usar de las cosas que Yo os doy y desperdiciáis mucho.

Mis hijitos, Mis pequeños, os pido de Corazón, que sigáis a Mi alrededor, que os pongáis en el lugar de vuestros hermanos, de aquéllos que no saben amarMe, de aquéllos que no quieren amarMe, de aquéllos que Me traicionan y Me atacan, poneos en su lugar, amadMe por ellos, agradecedMe por ellos, porque Mi Providencia es para todos, aún para los más malos, porque Yo no puedo ver sufrir a la creatura.

Ése es Mi Amor, Mis pequeños, que aunque Me traicione la creatura, la Amo, la cargo y la trato de estrechar a Mí, aunque ella se trate de apartar de Mí.

Os Amo, Mis pequeños, seguid adelante, aumentad Mi Amor dándoos por completo a Mí. DejadMe seguir gozando con vuestra presencia ante Mí, es un gozo inmenso el que le dais a Mi Corazón, no Me lo quitéis, Mis pequeños, no Me lo quitéis, os Amo, os Amo en Verdad.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: El amor no se obliga, Mis pequeños, el amor tiene que salir de lo más profundo de vuestro corazón.
­Hijitos Míos, cuando deis, dad de corazón, que no os sintáis obligados a dar, sino que realmente lo que deis, ya sea vuestro tiempo, ya sea vuestro amor, vuestros cuidados, un bien económico, todo lo que deis, Mis pequeños, dadlo con amor. Ya os había hablado de esto Mis pequeños, pero a veces dais porque os sentís obligados a dar y así lo decís, “tengo que, hacer esto”, “tengo que hacer lo otro” y sentís obligación donde debe haber solamente amor.

El amor no se obliga, Mis pequeños, el amor tiene que salir de lo más profundo de vuestro corazón, vuestra donación tiene que ser libre, entregada totalmente, pero sobre todo, amorosa. No sirve un acto obligado, un acto en libertad y con amor, aunque sea pequeñito, vale más que uno obligado que aparentemente sea grande.

Aún las obligaciones que tenéis para Conmigo, en los preceptos que se dan en la Iglesia, deberéis darlos con amor y en libertad. Ciertamente Me gusta teneros a Mi alrededor, como os dije, Me gusta teneros Conmigo, que Me acompañéis, que no Me dejéis solo, porque hay tantas almas que Me han ya abandonado de su vida, que cuando encuentro una almita que Me hace caso, estoy tras de ella, la busco, la consiento, para recibir su amor. Vuelvo a estar nuevamente como el mendigo, esperando que se os caigan algunas migajas para Yo recogerlas.

Suena tremendo esto, Mis pequeños y es cierto. Ciertamente el hombre se acuerda tan poco de Mí, que con sus migajas Me voy conformando. El hombre debiera buscarMe a Mí, porque Soy Fuente de Vida, Soy Fuente de Amor, Yo os proveo de todo y vosotros debierais buscarMe a Mí, pero ése es el gran pecado del hombre, la indiferencia hacia su Dios, el olvido hacia su Dios.

Por eso consiento a aquéllos que están Conmigo, que perseveran, que luchan por mantenerse en ésa Fe, en ése amor hacia Mí. “Venid, venid benditos de Mi Padre”, os dirá Mi Hijo cuando lleguéis después de haber cumplido vuestra misión, “porque fuisteis fieles, porque amasteis a Mi Padre, Me amasteis a Mí, amasteis al Amor, lo buscasteis y lo disteis a vuestros hermanos”. “Venid, porque el Reino de los Cielos os pertenece, porque es el Reino del Amor, donde vuestro  Amor, el cual empezasteis a cultivar en la Tierra, dará fruto extremo aquí, en el Reino de los Cielos”. “Venid, porque éste Reino de Amor os pertenece, y ésa es vuestra paga por vuestra fidelidad, por vuestro amor dado en total libertad a vuestro Dios”.

Estas son Palabras de vuestro Dios, éstas son Promesas de Mi Hijo, que se cumplirán, Mis pequeños. Gracias, nuevamente por estar Conmigo, gracias por vuestro amor.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Venid, no os tardéis, os necesito, buscadMe y Me dejaré encontrar.

J. V. dice: Veo a Nuestro Señor en la Cruz, así como en la portada del Misal de éste mes, pero veo que a Él le están brotando Agua y Sangre de Su Herida y me dice:

Mis pequeños, el Agua y la Sangre, tienen su significado, el agua es purificadora, el agua os regresa a Mí, purifica vuestra alma de todo pecado, os ha regresado, a través del Bautismo al estado de Gracia. El agua limpia, el agua sana, el agua hace crecer, pero también el agua destruye.

Mi Sangre Preciosa, os da crecimiento, os da vida, en la Sangre están los nutrientes para que crezca y se desarrolle el cuerpo, para que viva. Os he dado la salvación a través de Mi Muerte, os he purificado nuevamente, estáis Conmigo y os presento al Padre. Vivís, porque Yo he muerto por vosotros. Vosotros mismos deberéis morir a todas vuestras pasiones, a vuestro pecado, a vuestra indiferencia, al error en el que vivís actualmente. Deberéis despojaros de todo, quedar vacíos, para que Yo os dé ése Alimento de Vida, para podáis tomar de Mi Sangre y os llenéis de Mí, para que Mi Sangre empiece a actuar en vosotros, os haga vivir, pero con una vida nueva, una vida santa, una vida Conmigo, con vuestro Dios.

Tomad de Mi Sangre, tomad de éste Regalo tan grande que os he dado, Mis pequeños y que tanto Me ha costado, es para vosotros, porque Me di por cada uno de vosotros. Lo único que debéis hacer para obtenerla, Mis pequeños, es reconocer lo que os he dicho, con humildad, que lo que tenéis ahora y que habéis aceptado en vuestra vida, os está llevando al error, cuando aceptéis esto y os despojéis de ello, entonces, es cuando Mi Vida entrará en vosotros, entonces haréis grandes cosas, gozaréis grandes cosas, viviréis para vuestro Dios y gozaréis lo Divino como gozaban Mis discípulos, Mis Apóstoles al estar Conmigo. Veían las grandes obras que Yo hacía, pero sobre todo se alimentaban de Mi Palabra y de Mi ejemplo. Vosotros sois discípulos, sois apóstoles, sois Mis hermanos y tenéis derecho a todo esto, pedídMelo de corazón, Mis pequeños, para que Yo os lo dé. No desperdiciéis más vuestro tiempo sobre la Tierra y el gozo que os pueda Yo dar, aún estando sobre la Tierra, si no venís a Mí, es por vuestra negligencia, porque Yo tengo todo para daroslo. Acercaos a Mí y acercad a vuestros hermanos para hacer un solo pueblo, que vuestra oración sea cada vez más insistente. InsistidMe en lo bueno que necesitáis en vuestro mundo, para que Yo se lo pida a Nuestro Padre, no seáis tibios, no seáis parcos en el pedir, no os distraigáis más en las cosas del mundo y olvidéis las Mías, que son las únicas que valen, unios Conmigo en Mis necesidades y peticiones, para eso estáis en el mundo, para buscar lo que es Mío y lo que será bueno para vuestros hermanos.

Venid, no os tardéis, os necesito, buscadMe y Me dejaré encontrar. Venid ante Mí, para que primeramente Yo os purifique y así Mi Espíritu en vosotros, pueda hacer un ejemplo para vuestros hermanos y dar mucho fruto para todos los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo, cuando doy, doy en extremo, doy de más, doy en exceso, porque así Soy Yo, Yo no limito Mi Amor como vosotros lo limitáis para Mí.
Hijitos Míos, las Bondades de Mi Corazón son tremendas, son inconmensurables, el hombre, en su pequeñez, no alcanza a entender todavía lo que es vivir en la Divinidad, vivir para su Dios, por eso necesitaréis ésa transformación, en cuerpo y alma, para que podáis convivir con vuestro Dios, recibir Mis Bendiciones, gozarlas, transmitirlas.

A veces sentís Mi Amor cuando os dejáis consentir, cuando os acercáis a Mí, buscándoMe, buscándoMe con vuestro pequeño amor, pero es tanto lo que os quiero dar, Mis pequeños, son tantas las Bendiciones que quiero derramar sobre vosotros, pero no Me lo permitís porque confiáis más todavía en lo que tocáis y veis, la Fe que tenéis es de niño todavía, no habéis avanzado gran cosa, confiáis todavía en vuestra carnalidad, en vuestra materialidad.

La Fe, Mis pequeños, es básica en vuestra vida, es necesarísima en vuestra vida para poder obtener Mis Bienes. Si Mi Hijo os dijo que fuerais como niños, era también por ello, para que, a través de ésa Fe, obtuvierais Mis grandes Bendiciones. El niño cuando es pequeño no pregunta nada a sus padres, sabe que sus padres lo van a cuidar, lo van a proteger, lo van a llevar por buen camino, le van a dar todo lo mejor. Pero ya habéis crecido, Mis pequeños y vuestra Fe, en lugar de aumentarse se ha disminuido, porque contáis con vuestras fuerzas, porque lo que no teníais de bebés, de niños pequeños, ahora lo podéis obtener, pero no os dais cuenta que Mi Providencia está atrás de todo ello y Yo permito que lo obtengáis, por Mi Amor.

Tenéis que abrir nuevamente vuestro corazón y ser como niños, para que ahora, con una Fe madura, obtengáis beneficios mayores. Mi Providencia, Mis pequeños, no es solamente el pan de cada día, como así lo queréis ver, Mi Providencia es regresaros a ése estado de vuestros Primeros Padres, en donde tenían todo, pero todo, se podría decir, en exageración. Volver a tener todo, es en lo material y en lo espiritual, y fueron los grandes regalos que Yo concedí a vuestros Primeros Padres, porque así lo quise, porque Yo, cuando doy, doy en extremo, doy de más, doy en exceso, porque así Soy Yo, Yo no limito Mi Amor como vosotros lo limitáis hacia Mí.

Entrad pues, a ésa Fe madura, para que Mi Providencia, podríamos decir madura, también se derrame sobre vosotros. No Me limitéis, Mis pequeños, que muchas, muchas cosas grandísimas tengo todavía que daros, porque así es Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla la Santísima Virgen María,
Sobre: Levantáos, Mis pequeños, que en el Cielo sois amados y valéis mucho para el Corazón de vuestro Dios.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, al entrar en el Plan de Salvación, Mi Presencia no quedó ahí solamente, no fue nada más Mi Presencia en la historia de la Salvación permitiendo que Mi Dios Me tomara como Instrumento, para que Su Hijo se encarnara en Mí y ahí terminara Mi obra para la salvación de todos vosotros.

No, Mis pequeños, Yo entré también en el Plan de Salvación acompañando a Mi Hijo, intercediendo por Mi Hijo, aprendiendo con Mi Hijo, compartiendo Su Cruz con Mi Hijo y, también Resucitando con Mi Hijo. Mi Presencia en el Plan de Salvación se ha mantenido a lo largo de la historia. Tenéis Mis Advocaciones alrededor del mundo. Me he ido presentando ante todos vuestros hermanos en todas las naciones del mundo, para que ellos tuvieran la confianza de saberse protegidos por Mí, por vuestra Madre, tenéis cientos de Advocaciones Mías y que es Mi Presencia, ante cada uno de vosotros. Me hice, como dice Mi hijo Pablo, para cada uno de los pueblos, Me presenté arreglada, con Mi tez como la de ellos, para que Me aceptaran, para que acudieran a Mí, para que Me utilizaran como intercesora ante Mi Hijo y obtuvieran Sus Bendiciones, Sus regalos, Su Providencia.

Yo, entregada a Mi Dios, en Su Santísima Trinidad, sigo intercediendo por vosotros, por cada uno de vosotros, por todos los pueblos de la Tierra, Me sigo haciendo Pequeña, para que podáis acercaros a Mí. Ciertamente satanás Me ha atacado, porque sabe de Mi Fuerza ante la Presencia de Nuestro Dios, ha tratado de quitar Mi Presencia del corazón de vuestros hermanos para que no acudan a Mí, vuestra Madre Celestial y así puedan obtener grandes beneficios de la Trinidad Sacrosanta.

Éstos, que son tiempos de la gran lucha, él está atacando ahora mucho más a Mi obra redentora junto con la de Mi Hijo. Mi Presencia Salvadora, con la cual Mi Hijo Me dotó para levantar a todos aquellos de vuestros hermanos que están muertos a la Gracia, que se sienten sin Salvación que necesitan vida,  Yo ahí estoy, como Madre vuestra levantándoos, guiándoos,

Me sigo apareciendo en los pueblos para que acudan a Mí, para que vean que es una realidad de que el Cielo se preocupa por las almas de la Tierra. No estáis olvidados, Mis pequeños, y nunca lo estaréis. La Trinidad Sacrosanta está viendo por vosotros, Yo, vuestra Madre, estoy viendo por vosotros, los Ángeles y los Santos del Cielo, están viendo por vosotros, las almas del Purgatorio, oran por vosotros, no estáis olvidados del Cielo, Mis pequeños, no estáis solos en ningún momento. Si os sentís abatidos, olvidados, confundidos, cegados en el error, es porque así lo ha querido satanás, así os está atacando y deberéis levantaros con ésa Fe de saber que sois amados a pesar de vuestro pecado, de vuestro olvido, y de vuestra traición. Levantáos, Mis pequeños, que en el Cielo sois amados y valéis mucho para el Corazón de vuestro Dios. Mucho hizo por cada uno de vosotros, se sigue haciendo mucho por cada uno de vosotros y no, no seréis olvidados en ningún momento. Levantáos y volved a vivir con la Gracia de Nuestro Dios que se derramó por cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Orad por vuestros hermanos, que viven solamente por vivir.
Convenceos Mis pequeños, de Mi Presencia en vosotros, dejadMe obrar plenamente en vosotros, para que podáis convencer a vuestros hermanos de todo el bien que tenéis que lo tenéis por Mi y que ellos también pueden tenerlo.

Es una tristeza, como os decía, ver tantas, tantas almas viviendo para el día, sacando solamente lo que necesitan para ése día, olvidando tener siquiera un deseo de agradarMe, un deseo de estrecharse a Mi Corazón, un deseo de buscarMe para conocerMe.

Orad por vuestros hermanos, que viven solamente por vivir, que toman lo que ése día les da, y que solamente ven la parte material, la parte del gozo mundano y no tienen si quiera una meta hacia donde deben llegar, no se la imaginan, no creen en otra vida, no creen en la vida real, que es la Vida Eterna en el Reino de los Cielos. Viven vacíos y tratan de llenar su corazón con cosas del mundo, con placeres mundanos, que solamente los llevan a vicios, que los encadenan más a las garras de satanás.

Es una tristeza ver a tantas almas deambulando por el mundo, que van a ciegas, tropezando, sin tener ninguna soporte espiritual, algunas de ellas, ciertamente, sienten algo de amor y de respeto hacia vuestros hermanos, pero de todas maneras, yo no Vivo en ellos, no Me han dejado entrar en su corazón.

Si pudierais ver, Mis pequeños, lo que Yo puedo ver desde el Cielo. Tratad de imaginar esto, Mis pequeños, os lo permitiré, para que podáis compartir Conmigo Mi dolor y podáis acrecentar vuestro amor hacia Mí, para que Mi tristeza no sea tan grande. Sois Mis hijos, Soy vuestro Padre, sois Mi familia, el Padre ve por los hijos, los hijos ven por los padres, unámonos en el Amor, Mis pequeños, por el bien de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.