Sep 13_05 Yo trabajando a través de cada uno de vosotros, produciré ésos Milagros de vida.

Rosario

 

Temas:

  • Cuidaos de aquellos que os traten de quitar vuestra Fé, vuestro amor hacia Mí, vuestro Dios.
  • Sed sencillos, sed humildes, sed amorosos, sed limpios de corazón, sed serviciales, sed comprensivos, sed misericordiosos, sed amables.
  • Que nunca salga de vuestra boca ni de vuestro pensamiento, la frase de “se lo merecían”
  • Os prometo grandes cosas, y Yo cumplo, Mis pequeños, porque tengo el Poder para hacerlo.
  • El Milagro se dará ente vosotros, vosotros deberéis procurarlo y pedirlo, para el bien de vuestros hermanos.

 

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Cuidaos de aquellos que os traten de quitar vuestra Fé, vuestro amor hacia Mí, vuestro Dios.
Hijitos Míos, una alma sin Fé, deambula en la vida como en el desierto, una alma sin Fé, se siente perdida, se siente abatida, siente una gran necesidad en su interior, pero no sabe lo que le falta, una alma sin Fé, es como un cuerpo sin alimento, es como un cuerpo sin vida.

Mis pequeños, cuidaos de aquellos que os traten de quitar vuestra Fé, vuestro amor hacia Mí, vuestro Dios y las creencias que tenéis, que se os han dado, que Mi Hijo Personalmente os dio. El demonio sabe que, al quitaros ésa esencia Divina en vuestra alma, ése perfume Divino que es la Fé, vosotros ya no podréis vivir como una alma con Fé vive sobre la Tierra.

La Fé os abre una infinitud de caminos, un horizonte infinito de acciones por hacer. Cuando no tenéis Fé, no podéis buscar las otras virtudes, no hay Esperanza, no hay Amor, ¿para qué vivir, si no se tiene la Fé?

La Fé os va a acercar a Mí, no podéis obtener lo que la Fé no os exige. Si no creéis en Mí, vuestro Dios, si ya no tenéis ésa Fé, del saber que Yo Existo, que Yo Vivo para Mis hijos, que Yo busco vuestro engrandecimiento, que Yo os doy todo y que os quiero de regreso, entonces, ¿para qué vivís?, ¿vivís para lo material?, ¿vivís para lo mundano?, tarde ó temprano, todo eso os va a hostigar, porque los actos sin Fé, la vida sin Fé, es insípida, es como la sal que perdió su sabor. Aquellas almas que viven sin Fé, viven llenas de problemas, de dudas, todo se les cierra en su camino. Al no confiar en Mí, el Omnipotente, el Infinito, el Amoroso y querer sacar adelante vuestra misión con vuestras propias fuerzas, caéis y caéis y erráis en todo momento. La Fé os va a abrir todas las puertas, para que podáis llevar a cabo vuestra misión, para que podáis ayudar a vuestros hermanos, para que podáis luchar por el Bien Supremo, al que todos estáis llamados.

No descuidéis, Mis pequeños, vuestra Fé y os pido la acrecentéis, que Me pidáis tener ésa Fé a toda prueba, que a pesar de todos los embates del enemigo, vuestra Fé se fortalezca. Sed ejemplo de Fé ante vuestros hermanos, no dejéis que destruyan la Fé de los vuestros, porque los estaréis desamparando. Aquél hermano vuestro que ha perdido la Fé y además la proclama ante vuestros hermanos, ante los hombres, puede destruir la poca Fé que tengan ellos, protegedlos, guiadlos, son vuestros hermanos, es vuestra familia, no dejéis que Mis enemigos, los demonios, se introduzcan en las almas de vuestros hermanos, ayudadles, tenéis una Fé firme, habéis luchado por ella, os la he concedido, ahora es tiempo de que cuidéis a vuestros hermanos menores, a los que no han crecido tanto, para que no caigan, para que tengan siempre puestos sus ojos en Mí y así puedan servirMe, sirviendo también a sus hermanos.

Os recalco lo del servicio, porque así como Mi Hijo os dio ése ejemplo, también vosotros lo debéis hacer, servir, y en el servicio encontraréis la paz interior, vuestra Fé se aumentará, vuestro amor os protegerá y os guiará hasta vuestro destino final.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Sed sencillos, sed humildes, sed amorosos, sed limpios de corazón, sed serviciales, sed comprensivos, sed misericordiosos, sed amables.
Hijitos Míos, sed sencillos, sed humildes, sed amorosos, sed limpios de corazón, sed serviciales, sed comprensivos, sed misericordiosos, sed amables. Haced respetar vuestra presencia ante los hombres, porque Mi Presencia se tiene que manifestar a través de vosotros.

Yo, a través de Mi Hijo, Me manifestaba a los hombres. Él, se lo dijo a Sus Apóstoles, “Aquél que Me ve a Mí, ve al Padre”, ésa, debe ser vuestra realidad en vuestra vida, dejar que vuestro Dios y Señor se manifieste a través de vosotros. Todas ésas virtudes y mucho más, con lo que debéis engrandecer vuestra alma y así mostraros ante los hombres, se podrán dar, cuando Me dejéis a Mí, actuar en vosotros. Es precisamente en la sencillez, en la docilidad, en el interés por ayudar a vuestros hermanos, que podréis entrar en ellos, en su corazón, en sus intereses, en su vida, ayudando, llevándolos a crecimiento espiritual, elevándoles su estima espiritual, es vuestra misión, es vuestra tarea.

El soberbio, aquél que se siente superior a los hombres, a todos sus hermanos, no puede entrar en el corazón, porque se siente superior, sus hermanos lo rechazan, porque actúa con grosería, en él no hay virtud, en él no hay interés por ayudar al hermano, sino se envanece ante el hermano y lo hace ver inferior, se aprovecha del pequeño, del débil, del humilde, del sencillo. No hay cabida para el soberbio en el Reino de Dios, por eso, tened cuidado con lo que habláis, cómo actuáis, como veis a vuestros hermanos, qué ejemplo dais.

Pedid inteligencia, Sabiduría, para que, con todos los demás dones y virtudes que os he dado, podáis introduciros entre vuestros hermanos y podáis ayudarles. ¡Hay tanta, tanta necesidad de Mí entre vuestros hermanos! y, como os decía en el Primer Misterio, al no tener Fe, se sienten aislados, se sienten como en una noche obscura, sin Luz que los guíe, sin un camino iluminado por el cuál puedan llegar a un lugar seguro. Vosotros deberéis darles ésa seguridad, debéis enseñarles que teniendo ésa Fe, viviendo Mí Amor, viviendo Mis enseñanzas, caminarán seguros, podrán llegar a su meta, a ésa meta que tienen dentro de su corazón, pero que no podían conocerla, descifrarla, porque faltaba ésa llave, la llave de la Fe.

Pedid pues, Mis pequeños, éstas virtudes, éstos dones, ésta vida espiritual, para que podáis ayudar a vuestros hermanos. Mucho bien haréis y vosotros gozaréis por el bien realizado para engrandecer Mi Reino.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Que nunca salga de vuestra boca ni de vuestro pensamiento, la frase de “se lo merecían”
Hijitos Míos, mucha compasión debe haber en vuestro corazón hacia vuestros hermanos que se encuentran en el mal, ante vuestros hermanos que viven en el error, especialmente en éstos momentos de purificación, en los cuales veréis que son destruidos algunos lugares, como se destruyó Sodoma y Gomorra, donde el mal habitaba, donde el mal se difundía, donde el mal era vida de todos los días. Que nunca salga de vuestra boca ni de vuestro pensamiento, la frase de “se lo merecían”, porque vosotros no conocéis el corazón de vuestros hermanos, no conocéis su historia, no conocéis su ambiente.

A través de la compasión, la Caridad florecerá en vosotros y así, podréis ayudar mucho más en el amor hacia vuestros hermanos, en compasión, que en la crítica destructiva, malsana, que os lleva a degradaros espiritualmente. En la compasión, vosotros levantaréis almas, ayudaréis, aún a pesar del pecado que tengan. Recordad que Mi compasión hacia vosotros, os levantó y os está llevando a éstos niveles bellos espirituales que estáis viviendo. Si Yo he tenido compasión de vosotros, vosotros, por haber ya crecido en virtud la debéis tener para vuestros hermanos. No critiquéis, amad, haréis mejor trabajo para Mi Corazón en ésta forma que criticando, porque al criticar caeréis en soberbia, en vanidad,  y caeréis peor que ellos.

Os amo, Mis pequeños y os quiero perfectos, como Yo Soy Perfecto, por eso os guío, os enseño, Me tomo Mi tiempo para dároslo, para estar con vosotros, para llevaros a ésas alturas que no os imagináis que existan. Aquél que se acerca a Mí, Fuente de Vida y de Amor, de Pureza, de Santidad, de Omnipotencia y Divinidad, podrá obtener de Mí, grandes cosas, grandes regalos si se acerca a Mí, pequeñito, amoroso, sediento, humilde.
Venid a Mí, os necesito a todos y especialmente a aquellos por los que Mi Hijo bajó, a los más enfermitos, a los más necesitados, a los muertos espiritualmente. Es vuestra hora, es vuestro tiempo, el de levantar a vuestros hermanos, en el daros por vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Os prometo grandes cosas, y Yo cumplo, Mis pequeños, porque tengo el Poder para hacerlo.
Hijitos Míos, ¿puede acaso, la hoja de un árbol, luchar contra una corriente y detenerla?, no, Mis pequeños. Yo Soy ésa Corriente que inunda, que está ya entre vosotros. Vosotros, pequeñas hojitas de árbol, si tenéis la sabiduría, os dejaréis llevar por Mi Corriente, por Mi Sabiduría, por Mi Amor, pero todos aquellos que traten de oponerse a toda ésa Fuerza tremenda que voy suscitando ya, entre vosotros, se dañarán, caerán y no podrán hacer el bien debido.

La Sabiduría os indicará cómo deberéis dejaros guiar por Mí, por ésa Fuerza tremenda, Divina, que se tiene ya que implantar en los corazones, que tiene que modificar a la Tierra entera, que tiene que traer las bellezas del Cielo nuevamente, para que las podáis vivir.

Aquellos que están en Mi Contra, aquellos que no Me favorecen con su estado de vida, aquellos que se oponen a Mí y a Mis enseñanzas, tendrán que caer, serán arrollados por Mi Fuerza, se dañarán, porque no podrán luchar contra Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador.

Anunciadles, Mis pequeños, que el Cielo se acerca a la Tierra, que la vida cambiará para bien del hombre, que todo será renovado en Pureza y Santidad, que las almas crecerán, porque se dejarán llevar por ésta Corriente Divina, que ya está llegando al Mundo, con Fuerza arrolladora, que irá purificando a todos los pueblos de la Tierra y que saneará de todo pecado a las almas.

Dejaos llevar por Mí, dejad que Yo os lleve como brisa suave, como riachuelo, que os va cuidando, que os va consintiendo.

DejadMe, Mis pequeños, hacer Mi obra en vosotros, confiad en Mí, vuestro Dios, que de Mi solamente sale Belleza, Santidad, crecimiento espiritual, una vida desconocida que aún no habéis sentido ni vivido. Confiad en Mí, vuestro Dios, que os transformaré y haré de vosotros nuevas almas, que gozaréis de los bienes del Cielo aquí en la Tierra.

Gozad y vivid alegres, a pesar de que lo que esté a vuestro alrededor traiga infelicidad a muchos. Confiad en Mí, vuestro Dios, que Yo estaré con todos aquellos que se dejen llevar libremente por Mis deseos amorosos. Confiad en que tendréis un nuevo Hogar, muy superior al que estáis acostumbrados ahora.

Os prometo grandes cosas, y Yo cumplo, Mis pequeños, porque tengo el Poder para hacerlo. Confiad y ya vivid desde ahora agradecidos a ésta gran promesa que os hago.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: El Milagro se dará ente vosotros, vosotros deberéis procurarlo y pedirlo, para el bien de vuestros hermanos.
Hijitos Míos, si he invertido Mi tiempo, Mis enseñanzas, Mi guía amorosa, en vosotros, en cada uno de vosotros, vosotros deberéis perseverar, aún a pesar de que todo se vea obscuro a vuestro alrededor. Ésa perseverancia santa, os hará alcanzar vuestra meta.

Ciertamente pronto se vendrá la obscuridad, obscuridad espiritual a la Tierra. La perseverancia os abrirá el camino, junto con la Fortaleza. Deberéis estar atentos, Mis pequeños, cuando se vaya dando todo esto, para que vosotros podáis ayudar a vuestros hermanos para que no caigan en ésa negligencia, en ése temor, en ésa tibieza, en ésa negación que destruye al hombre, a su alma, a su espiritualidad.

Deberéis perseverar, porque ya Me conocéis, porque sabéis cómo actúa el Amor entre los hombres, cómo puede levantar aún a aquél que está prácticamente muerto a la Gracia. Es ahí en donde se obra el Milagro, en la Fe, en la Perseverancia, en la Fortaleza, en la lucha fiel que tendréis que padecer en éstos tiempos de gran prueba.

El Milagro se dará entre vosotros, vosotros deberéis procurarlo y pedirlo, para el bien de vuestros hermanos. La Humildad os ayudará a que el Milagro se dé fácilmente.

Mis pequeños, estáis acostumbrados que el Milagro, solamente, grandes almas lo pueden lograr, ¿acaso creéis que éstas almas no eran pecadoras?, ¿qué no tenían defectos y debilidades?, ¡claro que lo tenían, Mis pequeños!, pero lo que hacía el Milagro, a pesar de su debilidad, de su pecado, es el amor, el amor por sus hermanos, la necesidad que veían en sus hermanos y que el amor en su corazón, movió a Mi Corazón, para lograr ésa ayuda, tanto espiritual, como material ó física hacia sus hermanos.

Estáis obligados, Mis pequeños, al Milagro, porque el Milagro salvará a muchas almas, y así es como muchos de vosotros ayudaréis a vuestros hermanos a volver a Mí, a través de Mi Poder en vosotros.

Yo trabajando a través de cada uno de vosotros, produciré ésos Milagros de vida, ésos Milagros de Amor, ésos Milagros que modificarán a la Tierra entera, por vuestro deseo sincero de Amar y de amarMe.
Gracias, Mis pequeños.