Jul 18_05 Espiritualmente, sentiréis la decadencia de vuestra alma. Por eso la droga, los vicios.

Rosario.

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Mensaje de Dios Padre a J.V. en el Rosario

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Hijo os dijo que con un puñado de almas totalmente sueltas a Su Voluntad, todo el cambio se daría y necesito ésas almas.
Pequeños Míos, ¡qué más quisiera Yo, vuestro Padre! Teneros ya cerca de Mi Corazón, poder abrazaros, poder llenaros plenamente de Mí, de Mi Amor, de Mis Bendiciones, pero el corazón del hombre está cerrado a Mi Vida y así como vosotros tenéis la libertad de actuación, Yo no puedo forzaros para regalaros Mi Bien.

Mis pequeños, vosotros, los que habéis sido preparados para éstos tiempos, los que os dais cuenta de éstos ataques de satanás, el cómo está llevando satanás a la humanidad entera hacia el abismo, os pido que oréis fuertemente, intensamente y de corazón, por vuestros hermanos. Es el amor que vosotros produzcáis en vuestro corazón, por ellos, lo que va hacer el Gran Milagro de Amor.

Mi Hijo os dijo que con un puñado de almas totalmente sueltas a Su Voluntad, todo el cambio se daría y necesito ésas almas, ésas almas totalmente donadas, ésas almas que acepten plenamente Mi Voluntad, en las que Yo pueda trabajar, como trabajé con Mi Hijo, como trabajé con Mi Hija, la Siempre Virgen María, vuestra donación tiene que ser total.

Almas buenas alrededor del mundo, que se quieran donar y ellas sean portavoces de las necesidades de sus hermanos y que a través de éstas almas Yo pueda derramar Mis Bendiciones y la conversión de vuestros hermanos.

Seguid orando, Mis pequeños, seguid orando con vuestro corazón, que Yo estoy ansioso de provocar el cambio. No conocéis Mi Amor en pleno, pronto lo conoceréis y os arrepentiréis de no haber cambiado antes, pero por lo pronto, seguid intercediendo, para que éste cambio se dé pronto, que se salven muchas almas, que muchas no caigan ya en el error, de vuestra donación depende, Mis pequeños.

Se os pidió ser otros Cristos, aceptad vuestro dolor, aceptad vuestro sacrificio, aceptad lo que Yo os mande, para que la nueva vida se dé inmediatamente después de vuestro sacrificio.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Reparación, os pido, Mis pequeños, por los pecados de vuestros hermanos.
Hijitos Míos, reparación, reparación os pido, Mis pequeños, por los pecados de vuestros hermanos.

Al haber aceptado ser hermanos mayores dentro de Mi Familia, al haber querido estar Conmigo, en vuestro total donación, os pido hacer reparación por vuestros hermanos.

No os voy a exigir cosas grandes, dolorosas, cosas que no podáis hacer y que os lleven al perjuicio de vuestra salud. No, Mis pequeños, lo que quiero de vosotros en reparación es vuestro amor, el amor que vuestros hermanos no Me dan, el amor que vuestros hermanos Me han negado, el amor que ha sido pisoteado por haberMe dado la espalda y haberse vuelto instrumentos de satanás.

El amor todo lo restaura, Mis pequeños, dadMe vuestro corazón, dadMe vuestros pensamientos, dadMe vuestro tiempo, dadMe vuestra vida, que todo lo que hagáis, penséis, habléis, todo sea para Mí y para Mi Gloria.

DadMe, DadMe, Mis pequeños, ése amor que se Me ha negado, así repararéis como Mi Hijo reparó por el pecado de todos vosotros. DadMe todo lo que podáis por vuestros hermanos y ellos mismos os agradecerán en lo futuro su salvación. Muchos, muchos de vuestros hermanos serán salvados por vuestras oraciones, por vuestros sacrificios, por vuestra reparación.

Yo Soy un Dios Omnipotente, un Dios que quiere derramar Sus dones sobre todos vosotros, estoy ansioso, Mis pequeños, de derramarme, de enviaros Mi Luz, Mi Amor. Pero el corazón del hombre se cierra, pero vosotros, Mis pequeños, intercediendo por vuestros hermanos, podéis hacer que ésos corazones sean receptivos a Mi Gracias y a Mi Amor y así, vuestros amor actuará sobre Mi Amor, será la llave para que el Cielo se derrame sobre la Tierra.

Poned atención en esto que os digo y os pido, Mis pequeños, porque así es como se vendrá ésta renovación mundial, a través de unas cuantas almas enamoradas de su Dios, agradecidas de su Dios, Quien se derramará sobre todos, aún sobre aquellos que no Me conocen.

Os Bendigo, Mis pequeños y tomad de Mí, lo que necesitéis para que Mi Amor se derrame sobre vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Para aquellos que tienen Fé, saben, que al desprenderse de su “yo” vendrá algo bello, algo grandísimo, porque os revestiré con Mi “Yo”, con Mi Amor, con Mi Ser en cada uno de vosotros.
Hijitos Míos, aún vosotros mismos, aceptaréis lo que os digo ahora. Que muchas veces lo que no os cuesta trabajo obtener, no le dais el valor que en sí, ésa cosa tiene.

Os lo digo ahora por Mi Amor, os he dado Mi Amor gratuitamente, os he dado Mis Bendiciones gratuitamente, os he dado la vida gratuitamente, todo lo que tenéis, se os dio gratuitamente y la gran mayoría de vosotros no lo agradecéis y además no le ponéis el cuidado que debierais.

Si os dierais cuenta lo que es el Amor de vuestro Dios y todo lo que Yo derramo sobre vosotros, lo cuidaríais, como es en realidad, más que la piedra más valiosa que existe sobre la Tierra, o como los tesoros más grandiosos que os podáis imaginar. Mi Amor, Mis Bendiciones y Mis Gracias, no tienen igual sobre la Tierra.

Lo que Yo os doy, Mis pequeños, es inconmensurable. Simplemente, meditad sobre el don de la vida, muchas almas quisieran venir a servirMe aquí en la Tierra y cada uno de vosotros fuisteis escogidos para venir.

Es tanto lo que tenéis, Mis pequeños, y lo desperdiciáis. Creéis que os lo merecéis y no es así, Mis pequeños, es Mi Amor que se derrama por vosotros, pero vosotros no queréis agradecer ni cuidar.

Orad, Mis pequeños, para que vuestros hermano y vosotros mismos podáis entender el Amor que os tengo. Las Potencias de todo un Dios están en vuestro corazón, Mi Reino está dentro de vosotros. Os he dado ya muchos ejemplos de esto, os he llevado a la profundidad de vuestro corazón y os he enseñado la vida que tenéis dentro de vuestro corazón.

Tenéis tanto, Mis pequeños, lo desperdiciáis y preferís los bienes del mundo que os pone satanás.

No, Mis pequeños, por eso os pido que reparéis también por esto, por vuestra distracción, por el desperdicio en tiempo y en amor que lleváis en vuestra vida. Vida vana, vida para las cosas del mundo, vida solamente para vuestra propia vida, egoísmo, falta de santidad, falta de amor hacia vuestros hermanos.

Convertíos, convertíos de corazón, os falta tanto, os falta tanto, Mis pequeños, pedidMe, pedidMe de corazón que os transforme y os podréis dar cuenta todo lo que os falta, pedídmelo y Yo haré el cambio.

Humildad se necesita, Mis pequeños, para pedirMe, para aceptar vuestro error y vuestro pecado, pero también se necesita valentía, mucha valentía, para enfrentar ésa realidad futura que se os prepara y no digo valentía para desprenderos de vuestro “yo” pasado, se necesita mucha valentía para enfrentar lo desconocido. Para aquellos que tienen Fé, saben que al desprenderse de su “yo” vendrá algo bello, algo grandísimo, porque os revestiré con Mi “Yo”, con Mi Amor, con Mi Ser en cada uno de vosotros.

Dad el paso, Mis pequeños, dad el paso y veréis qué grande es vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo no os he pedido cosas imposibles, todo lo que os he pedido está a la altura del hombre.
Hijitos Míos, siempre os voy a estar insistiendo en cuanto a la vida, la vida que debéis tener, la vida que debéis transmitir, la vida que debéis vivir Conmigo en vuestro interior.

Mis pequeños, la Vida, Mi Vida, la debéis estar buscando constantemente, el hombre se distrae mucho, el hombre peca mucho, el hombre quiere vivir su propia vida, no quiere atenerse a lo que Yo, vuestro Dios, he preparado para cada uno de vosotros desde antes del Tiempo.
Yo, vuestro Dios, al crearos, os creé con Mi Vida, os he dado Mi Vida y ésa es la que debe permanecer en vosotros, mientras estáis en el tiempo, mientras estáis en ésa misión que os va a hacer grandes, más grandes en el Reino de los Cielos, ésa Vida que os mantendrá eternamente junto Conmigo. Vida os he dado, Vida os vino a enseñar Mi Hijo, Vida tendréis después de ésta vida.

Pero debéis buscar la perfección en la vida, en la vida que tenéis, pero que la desperdiciáis, debéis buscar ésa perfección a través de todo lo que se os ha dado y que os enseño Mi Hijo y que tenéis al alcance de vuestra mano.

Yo no os he pedido cosas imposibles, todo lo que os he pedido está a la altura del hombre, pero sí, ciertamente tiene que entrar la humildad del hombre para poder obtener ésta Vida.

Si creéis que la vuestra es más importante que la Mía, ahí la soberbia os va a coartar la posibilidad de obtener Mi Verdadera Vida.

El demonio, satanás, siempre os va a desviar para que gocéis y estéis en ésta vida de mundo. Ésta vida de mundo, vuestra propia vida, lo que hacéis, es para vuestro beneficio carnal, no os va a hacer mejores, Mis pequeños. La Verdadera Vida, la que Yo os vine a mostrar a través de Mi Hijo, exige mucho esfuerzo, mucho sacrificio, mucho amor y si no tenéis esto, Mis pequeños, no la alcanzaréis.

La Verdadera Vida, os va a traer ésa satisfacción total en el alma, cosa que no podréis obtener con la vida que os ofrece el enemigo. Os traerá goce carnal, goce efímero, pero espiritualmente, sentiréis la decadencia de vuestra alma. Por eso la droga, los vicios se dan tanto entre vosotros, Mis pequeños, porque gozáis al máximo de lo que os ofrece satanás en éste mundo, pero os queda internamente un vacío tremendo que no podéis comprender y ése vacío a muchos los lleva a la desesperación, porque han vivido sin Mi o Me han hecho a un lado, o no se les habló de Mí.

Orad, Mis pequeños, orad por vuestros hermanos que están en ésa situación de vaciedad espiritual, los quiero a todos en Mi Corazón.

Vivid pues para dar Vida, pero la Vida santa, la Vida bella, la Vida del alma que Yo os he dado y que habéis hecho crecer en vuestro corazón, dadla como la habéis recibido, con Amor, gratuitamente y con desprendimiento total, porque mientras más deis, más recibiréis, Mis pequeños.
Gracias.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Así Soy Yo, vuestro Padre, Yo Me regalo a las almas, cuando ellas se regalan a Mí.
Hijitos Míos, qué diferente sería la vida del hombre si realmente vivierais lo que se os ha enseñado en ésa frase de: “Hágase en mí, Tu Voluntad”.

Es tanto lo que encierra ésta frase, Mis pequeños, es la santidad misma, el “hágase” que os enseño Mi Hija, la Siempre Virgen María, el “hágase”, que Mi Hijo aceptó, para venir a abriros las Puertas y salvaros del peligro en el que estabais. El “hágase” de tantos hermanos vuestros que han aceptado ésa vida que Yo les he pedido, vida de ejemplo, vida de santidad, vida de amor.

El “hágase”, Mis pequeños, os abre un nuevo mundo, os hace ver las cosas diferentes, empezáis a ver las cosas como realmente son, las empezáis a ver con Mis propios Ojos.

Cuando el hombre se aparta de su carnalidad, empieza a vivir ésa vida espiritual. En el “hágase”, comprendéis muchas, muchas cosas, muchos misterios, cosas que antes no entendíais, de repente las entendéis. En el “hágase”, abrís nuevas puertas a vuestras capacidades espirituales, pero ¡qué difícil es para el hombre poder decir de corazón ésta frase: “Hágase Tu Voluntad, Padre, aquí en la Tierra como en el Cielo”!

Mis pequeños, tenéis que caminar bastante. En lo espiritual, tenéis que desprenderos tanto de vosotros mismos, eso, es lo que os lleva al “hágase”, pero el hombre busca tanto el sobresalir, el hacerse ver ante sus hermanos, el ser importante, que ése “hágase” va retrasando su vida, su vida real.

Mis pequeños, debéis buscar con todas vuestras fuerzas el vivir así, unidos Conmigo, porque realmente en el “hágase” entráis en ésa unión total a Mi Voluntad, a Mis intereses, a Mi Vida. En el “hágase”, empezáis a ser los nuevos Cristos que necesito, que vivan en éste mundo y que den el ejemplo para sus hermanos, para su conversión, para que adquieran nueva vida.

Mis pequeños, el hombre aprende a vivir por el ejemplo de sus semejantes. Ahora el mundo está así, porque desgraciadamente, satanás ha utilizado a muchos de vuestros hermanos, y a través de los medio de comunicación ha puesto ejemplos, ejemplos malos, ejemplos nefastos de vida de otros de vuestros hermanos, que os llevan a la corrupción y al pecado, a la muerte espiritual, a apartarse de Mis Leyes, a apartarse de Mí.

¿Véis cómo el ejemplo es tan importante, Mis pequeños?, en el “hágase” vosotros debéis dar una vida de ejemplo digna del Reino de los Cielos. Cuando dejáis que Mi Voluntad se apropie totalmente de vuestro ser, ya no podéis ser lo que vosotros queréis: el buscar los intereses del mundo, el buscar vuestros propios intereses. Es la negación total de vuestro ser, para dejar que Mi Ser fluya a través de vosotros.

Pero os vuelvo a repetir, Mis pequeños, que es difícil para el hombre apartarse de sí mismos, apartarse de su “yo”.

Pedidle mucho, a Mi Hija, la Siempre Virgen María, que os lleve por esos caminos de santidad, por esos caminos de olvido a sí mismos y os ayude a entrar en ésa interioridad y podáis decir como Ella decía: que muchas cosas no entendía, pero las guardaba en Su Corazón y así deberéis estar vosotros, Mis pequeños, muchas cosas no entenderéis, grandes cosas os daré y no quiero que las entendáis ahora, lo que busco en vosotros, es simplemente, vivir para vuestro Dios, gozar para vuestro Dios, renacer a vuestro Dios y ser ejemplo de otra vida, de una vida santa, de una vida de donación para con vuestros hermanos.

Grandes Bendiciones reciben las almas cuando entran en ésa donación total. El Cielo entero se abre, el hombre se siente consternado de tantas maravillas, porque no está acostumbrado a recibir tantos regalos espirituales, pero así Soy Yo, vuestro Padre, Yo Me regalo a las almas, cuando ellas se regalan a Mí.

Vivid pues, Mis pequeños, abandonados a Mi Divina Voluntad, a ése “fiat” que os hará grandes a los ojos del Cielo, a ése “fiat” en el cual vosotros os donaréis libremente para la salvación de vuestros hermanos, a ése “fiat” que Me ayudará a Mí a que seáis instrumentos fieles para la salvación de vuestros hermanos.

Luchad, Mis pequeños, contra vosotros mismos, porque grandes Bendiciones os están esperando y que recibiréis cuando realmente entréis en ésa donación total por vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.