Jul 13_05 Debéis proteger vuestra Iglesia contra los lobos rapaces.

Rosario.

Temas:

  • Os pido oréis mucho por ellos, el ataque de satanás es muy fuerte contra la Iglesia, contra sus ministros, Mis hijos predilectos.
  • Benditos seáis todos vosotros, los que habéis dejado alimentar Mi Amor en vuestro corazón, los que habéis dejado que Mi Amor se arraigara en vuestro corazón y en vuestros actos.
  • Al estar dándoMe la espalda, quedáis a merced del enemigo, no estáis viviendo en estado de Gracia.
  • Aquellos que confían en Mí, en su Dios, en Mi Voluntad, si se les cierra una puerta, saben que se les abrirá otra y si no se les abriera otra, aceptan Mi Voluntad.
  • Aquellos que confían en Mí, en su Dios, en Mi Voluntad, si se les cierra una puerta, saben que se les abrirá otra y si no se les abriera otra, aceptan Mi Voluntad.

 

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J.V.

Primer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Os pido oréis mucho por ellos, el ataque de satanás es muy fuerte contra la Iglesia, contra sus ministros, Mis hijos predilectos.
Hijitos Míos, ciertamente vendrá una transformación en la Iglesia, lo mismo que vendrá sobre toda la humanidad.

Mis pequeños, Yo, vuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María, a través de Mis Apariciones, os he dado a conocer cómo Mis hijos predilectos, los sacerdotes, han perdido ése amor hacia Mi Hijo.

Han hecho de la Misa, han hecho de los actos Sagrados, actos cotidianos, actos sin amor, su misma vida sacerdotal se ha vuelto un caos. Se han dejado llenar por el mundo, se han envuelto de mundo.

Ellos fueron puestos como pilares espirituales entre vosotros, para que os llevaran a ésa perfección espiritual, a esa interiorización, para encontrar a Mi Esposo, a la Santidad dentro de vosotros, pero ellos mismos han fallado, ellos mismos ya no buscan ésa espiritualidad que los lleve a la perfección.

¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? Desgraciadamente se han vuelto ciego y ya no pueden guiar a la Iglesia, a todos vosotros hacia ésa santidad, porque ellos mismos no están dando el ejemplo debido.

Mis pequeños, os pido oréis mucho por ellos, el ataque de satanás es muy fuerte contra la Iglesia, contra sus ministros, Mis hijos predilectos, en vosotros está que ellos se mantengan en ésa espiritualidad. Primeramente, protegiéndolos con vuestra oración, con vuestra donación, con vuestros sacrificios, con vuestra Eucaristía. En segundo, llamándoles la atención cuando no estén haciendo lo correcto, de vosotros es también la Iglesia, pertenece a todos lo que han sido escogidos para pertenecer a Ella, debéis proteger vuestra Iglesia contra los lobos rapaces. El hombre debe proteger lo que pertenece a Dios. 

Manteneos firmes, Mis pequeños, en las Enseñanzas que os dio Mi Hijo, vivid para ellas, vivid para vuestro Dios, vivid en la perfección que os dejó Mi Hijo y ésa es la perfección que ya no quiere seguir la Iglesia actualmente, porque Mis hijos, Mis ministros, Mis hijos predilectos han caído en ésa debilidad espiritual, por las comodidades del mundo.

Perdonadles y ayudadles a levantarse de nuevo, traédmelos a Mi Corazón Inmaculado y así, con vuestra oración se logrará el triunfo de la Iglesia, el triunfo de Mi Inmaculado Corazón, uniendo a todos los hijos de Mi Hijo y purificando la Iglesia y dejándola nuevamente como fue Creada en el Principio de los Tiempos, Pura, Santa e Inmaculada.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Benditos seáis todos vosotros, los que habéis dejado alimentar Mi Amor en vuestro corazón, los que habéis dejado que Mi Amor se arraigara en vuestro corazón y en vuestros actos.
Hijitos Míos, Yo siempre he escuchado el clamor de Mi Pueblo, lo podéis constatar en el Antiguo Testamento, lo podéis constatar a través de la historia de la Iglesia. Yo siempre estoy atento al corazón del hombre.

Muchos de vuestros hermanos creen que Yo permito el dolor entre vosotros para gozarMe en él. Estáis equivocados, Mis pequeños, así como el dolor entró en el mundo por el Pecado de vuestros Primeros Padres, Mi Gracia, Mi Gracia Divina, expulsa el dolor cuando el amor Me lo pide. Cuando el clamor del hombre esté envuelto en amor, es cuando Yo actúo y es generalmente cuando el hombre justo ve por el dolor de sus hermanos y no necesariamente le está afectando, cuando ve que la injusticia, la maldad están cobrando muchas almas y ésas almas justas Me piden por ellos, es cuando Yo actúo, Mis pequeños.

Os he explicado otras veces que, desgraciadamente el hombre acostumbra tanto a lo malo, se envuelve de la podredumbre, que no pide ayuda, sino que goza de la misma podredumbre; así satanás os presenta el pecado envuelto en un gozo, de un gozo efímero, que el mismo hombre lo toma, lo goza, pero luego lo encadena.

Así estáis vosotros, la gran mayoría de la humanidad, en cierta forma gozando de la depravación, de la caída espiritual del hombre, estáis gozando del pecado y por eso el clamor del hombre no se eleva hacia Mí, porque estáis gozándola podredumbre. Unos cuantos son los que se dan cuenta de ello, los que estáis Conmigo, los que estáis en Mí, los que, por Gracia Divina habéis sido escogidos y habéis aceptado éste camino, sois los que os dais cuenta de la realidad espiritual que la humanidad ésta viviendo y por vuestro clamor unido al de vuestros hermanos escogidos alrededor del mundo, es porque se vendrá ésta purificación, ésta santificación del Genero Humano.

Porque estáis viendo el error del hombre, porque estáis viendo su caída, y no los queréis dejar ahí, a merced de satanás, porque vuestro corazón se mueve en el amor, se mueve en la compasión, es por ello que escucho vuestro clamor y así será, Mis pequeños, así será.

Benditos seáis todos vosotros, los que habéis dejado que se alimente Mi Amor en vuestro corazón, los que habéis dejado que Mi Amor se arraigara en vuestro corazón, y en vuestros actos.

Gracias, Mis pequeños, porque sois Mis instrumentos en medio de ésta obscuridad, de ésta maldad, de ésta corrupción que os envuelve.

Manteneos firmes, manteneos sencillos, manteneos cerca de Mi Corazón, para que podáis escuchar Mis Palabras y para que Yo pueda escuchar vuestro clamor.

Gracias, Mis pequeños,  por lo que hacéis por Mi Amor, por lo que hacéis por vuestros hermanos.
Gracias.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Al estar dándoMe la espalda, quedáis a merced del enemigo, no estáis viviendo en estado de Gracia.
Hijitos Míos, en Mí no hay casualidades, porque eso equivaldría a no Ser Yo Dios, que sé todo, que Soy Omnipotente, que Soy Perfecto, que Soy el Santo.

Todo lo que sucede en vuestra vida, está guiado por Mi Amor y quiero recalcar esto, Mis pequeños, todo está guiado por Mi Amor. Muchas de las cosas que suceden en vuestra vida, creéis que porque suceden cosas malas, os las estoy enviando Yo y no, Mis pequeños, no os ponéis a reflexionar que éstas situaciones adversas a vuestra vida, suceden porque os habéis apartado de Mí.

Al estar dándoMe la espalda, quedáis a merced del enemigo, no estás viviendo en estado de Gracia y, por estar así, vuestra alma no recibe Mi Alimento, no recibe Mi Gracia, ni Mi Bendición como debieran recibirse.

A través de Mi Hijo, Él os dijo, “es fácil amara a aquel que os ama, pero es solamente de Cristianos amar a aquel que es el traidor, a aquel que os está atacando” y así actúo Yo, Mis pequeños, con una gran mayoría de vosotros, os Amo y veo por vosotros, aún a pesar de que Me estéis dando la espalda y Me estéis atacando. Pero no puedo dar las mismas Bendiciones al alma que Me busca, al alma que se sacrifica, al alma que es atacada por amarme que a aquel que Me ataca, que Me ha dado la espalda, que no Me busca, que Me rechaza.

Ciertamente no voy a dejar que ésa alma se pierda, a pesar de su maldad y su pecado, recibirá alimento, recibirá cuidado, porque también así os lo enseñé a través de Mi Hijo, que el sol sale para buenos y malos, pero, sí os estáis atrayendo el mal por haberMe dado la espalda y si Yo permito –no envío—sino permito, que el mal os ataque, es para que recapacitéis, para que reflexionéis, para que os volváis hacía Mí, nuevamente.

Por eso, Mis pequeños, tened cuidado, antes de que blasfeméis Mi Santo Nombre con las cosas que suceden en vuestra vida. Reflexionad y ved en qué estado está vuestra alma: estáis Conmigo o estáis contra Mí. Si estáis contra Mí, vosotros mismos os estáis atrayendo el mal, Mi Bendición es para todos, –Yo repito–, especialmente para aquellos que son verdaderos hijos, que están Conmigo, que Me buscan y Yo Me derramo sobre ellos con todo Mi Poder.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Aquellos que confían en Mí, en su Dios, en Mi Voluntad, si se les cierra una puerta, saben que se les abrirá otra y si no se les abriera otra, aceptan Mi Voluntad.
Hijitos Míos, la diferencia que existe entre los que están Conmigo y los que no están Conmigo es que, aquellos que no están Conmigo, cuando les sucede algo grave en su vida, se desmoronan, se desesperan y pueden cometer actos muy negativos contra su propia persona.

En cambio aquellos que confían en Mí, en su Dios, en Mi Voluntad, si se les cierra una puerta, saben que se les abrirá otra y si no se les abriera otra, aceptan Mi Voluntad con todo gusto.

Mis pequeños, ésa confianza en Mi, en vuestro Padre, debe ser total. Si Yo no quiero que algo suceda en vuestra vida, que no prosiga como se está llevando a cabo y lo detengo, aceptadlo, Mis pequeños. Os he dicho que nada sucede por casualidad en vuestra vida, debéis aprender a aceptar lo que Yo, vuestro Padre, permito, si es bueno, agradecedlo, si es malo a vuestros ojos, agradecedlo. Y enfatizo –a vuestros ojos—porque sois pequeños y el niño pequeño todavía no sabe lo que es bueno para él.

A veces os entercáis en cierta idea y a fuerza queréis que salga así, como vosotros queréis, pero Yo, que conozco lo que os puede suceder, no lo permito, os protejo y os doy otra salida, pero muchas veces no la aceptáis, pensáis que eso que queráis os iba a propiciar, a la mejor, un bien pero un bien mundano, un bien que os iba a llevar a un pecado mayor y Yo lo detengo y vosotros os enojáis Conmigo, con vuestro Dios, que sabe todo, que os protege y os Ama.

Mis pequeños, Yo Soy vuestro Dios y Mi Amor como Padre, es inconmensurable, no podéis entender ahora tanto Amor que os tengo y como estáis en un medio adverso para la santificación de vuestra alma, para el cuidado de vuestros alma, para la pureza de vuestra alma, Yo tengo que estar cuidándoos.

Ciertamente en éste medio encontraréis vuestra santificación su lucháis contra todo aquello mal que os rodea y podéis ayudar a vuestros hermanos a protegerse de éste mal, pero ésa santidad es atacada fuertemente por el mal, por todas sus tentaciones y si no os acercáis a Mí, podéis no alcanzarla y os puede desviar hacia la condenación eterna, o al menos a estar en contra Mía, a apartaros de Mí, vuestro Dios.

Manteneos siempre en oración, buscad siempre ésa humildad, el ser pequeñitos y así, estaréis seguros que responderéis como Yo quiero que respondáis, con ése “hágase Tu Voluntad. Padre, aunque no lo entienda, aunque no entienda lo que está pasando ahora en mi vida, sé que de Ti solamente podrá venir bondad, Amor, cuidado santidad”, si pensáis y actuáis así, Mis pequeños, vuestro triunfo y el de vuestros hermanos está asegurado.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Sois hermanos, sois Mi familia, actuad como tal, como hermanos.
Hijitos Míos, Mis pequeños, toda ésta Sabiduría, que vuelvo a repetir a través de Mis instrumentos alrededor del mundo, Sabiduría dada en las Sagradas Escrituras, en la Santa Biblia, os recuerda lo que debéis hacer, os lleva hacia la perfección que Yo quiero de cada uno de vosotros.

Mis pequeños, asó como el demonio derrama su veneno mortal sobre todos vosotros, tentándoos, poniéndoos tanta maldad delante de vosotros, tratando de destruir todo lo bueno que Yo puse en vuestra alma, Yo, por otro lado tengo que contrarrestar con Amor y con Sabiduría Santa toda ésa tentación, toda ésa maldad, por eso os voy recordando alrededor del mundo lo que debéis hacer y cómo debéis protegeros. Así, como Moisés levantó a ésa serpiente, para que todos aquellos que fueran picados por todas las serpientes en el campamento y la vieran, quedarían sanos, al mandar Yo a Mi Hijo para que al estar en la Cruz, también al vérsele y al volver a Él, también quedarais purificados a través del Sacramento de la Confesión.

Por eso os voy recordando, Mis pequeños, el volver a Mí. Yo nunca os abandono y si estáis envueltos en la mentira, en ése veneno mortal que la serpiente nuevamente ha ido introduciendo en vuestro corazón que os ha ido mordiendo, como mordió al Pueblo Judío en el desierto, os vuelvo a poner la Señal, a Mi Hijo, Su Sabiduría Santa, Su Presencia Santa, para que os volváis a Él, y asó recordándoos a través de Mis instrumentos, veáis que Yo, vuestro Padre, nunca Me separo de Mi Pueblo, que siempre estoy al tanto de aquellos que de corazón están llamando, aquellos que de corazón están implorando Mi ayuda, ayuda que debéis pedir fuertemente todos, todos vosotros, Mis pequeños, porque ésta maldad, ningún humano la puede detener ya. Ésta maldad que os rodea ha salido ya de las fuerzas humanas, aún de aquellos que se han vuelto instrumentos de satanás, ya no podrán controlar todo ése mal que han desatado y que además se volverá contra ellos mismos, están ayudando al padre de la mentira y creen que el padre de la mentira los va a ayudar en sus propósitos tontos, propósitos de niños caídos que solamente quieren poder y dinero de éste mundo.

Perdonadles, Mis pequeños y ayudadles a vuestros hermanos que han caído en ésa bajeza espiritual, de ser instrumentos de satanás, ayudadles a levantarse, ayudadles en su salvación, ayudadles en su vida espiritual.

Ciertamente no lo podréis hacer directamente, pero sí vuestras oraciones, Comuniones, Misas, penitencias, ayunos, dedicadlos a ellos, para que los levantéis. También son Mis hijos y están viviendo un grave error, se han dejado engañar por el padre de la mentira y están haciendo un grave daño a toda la humanidad, a todos vuestros hermanos. Levantadles, para que ellos ya no destrocen almas con su mal proceder.

Sois hermanos, sois Mi familia, actuad como tal, como hermanos.
Gracias, Mis pequeños.