Ago 11_05 La lucha es fuerte Mis pequeños, es más fuerte contra vuestro “yo”.

Rosario.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

 

Único Mensaje. Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: La lucha es fuerte Mis pequeños, es más fuerte contra vuestro “yo”.
Hijitos Míos, cuando os he pedido que os olvidéis de vosotros mismos, esto debe de ser una lucha continua contra vuestro propio “yo”.

Yo, el Hijo de Dios Verdadero, Cristo Jesús, vine a enseñaros lo que Mi Padre quiso que os enseñara, el Amor, la Vida, el respeto por los demás, el Amor que se Vive en el Cielo y que debéis traer y vivir aquí en la Tierra.

Ésta lucha continua contra vuestro “yo”, es la de evitar que salga de vosotros toda maldad, todo capricho, toda mentira, todo mal ejemplo, todo aquello que sea negativo para el Cielo, para el crecimiento espiritual.

Debéis ayudar a vuestros hermanos a que ellos mismos también se vayan despojando de todo aquello que les pueda evitar el paso fácil al Cielo. Debéis preparar a vuestros hermanos con vuestro ejemplo, con vuestra palabra, con todas  las enseñanzas que Yo os he dado, que habéis obtenido a través de vuestra vida, de todo lo bueno que Yo os di, para que vuestros hermanos puedan crecer e ir fomentando en la Tierra ése espíritu de Verdad, ésa Luz que unirá a los pueblo de la Tierra, ésa hermandad que unirá al Cielo con la Tierra, ése Amor que Nos unirá en perpetuidad. El Amor de vuestro Dios, con el amor que hayáis hecho crecer en vuestro corazón, unidos ya desde la Tierra, para que cuando lleguéis a Mí, al Reino de los Cielos, podamos vivir eternamente unidos.

Os vuelvo a repetir, Mis pequeños, que al ser otros Cristos, deberéis en todo momento evitar el escándalo hacia vuestros hermanos, en vuestro actuar, en vuestro hablar, en dar vuestro pensamiento humano y no el Pensamiento Divino. La lucha es fuerte Mis pequeños, es más fuerte contra vuestro “yo”, que con todo aquello que os rodea, porque aquello lo podéis evitar fácilmente porque no os pertenece y le dais la espalda más fácilmente que a vosotros mismos, que a vuestro interior, que a vuestra vida negada a la Gracia que habéis tenido y que debéis cambiar, por esa vida que vale para el Reino de los Cielos.

Luchad, Mis pequeños, Yo estoy con vosotros, Yo Soy vuestro Maestro, Yo Soy el Camino, Yo Soy la Verdad y de Mí tenéis la Vida.

Manteneos atentos a lo que hacéis y a lo que habláis y de ésa forma, cuando Me dejéis actuar a Mí y hablar de lo que Yo hablaba a vuestros hermanos, cuando estuve en la Tierra, entonces Me haréis presente y podréis ser ya los nuevos Cristos que caminarán sobre la Tierra y que harán cambiar la faz de la Tierra para Gloria de Nuestro Padre.
Gracias, Mis pequeños.