Ago 09_05 Vuestro ser no está completamente preparado, pero vendrá el Paráclito, vendrá a mover vues

Rosario.

 

Temas:

  • Vuestro ser no está completamente preparado, pero vendrá el Paráclito, vendrá a mover vuestro corazón.
  • Vosotros habéis sido escogidos para vivir el Reino del Amor, para vivir la armonía de los Cielos, para vivir en el Corazón de vuestro Dios.
  • La virtud, el Amor, deben de haberos transformado, ya debe ser Mi Presencia en vosotros.

 

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo, a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Vuestro ser no está completamente preparado, pero vendrá el Paráclito, vendrá a mover vuestro corazón.
Hijitos Míos, ayer os decía que todo lo que se os ha enseñado deberéis ponerlo en práctica, porque si no, ningún valor tiene ante Mis Ojos. Y ahora os digo, Mis pequeños, que así como en el tiempo de los primeros Cristianos, ellos se distinguían ante sus hermanos por llevar Mi Amor entre los hombres, por llevar las enseñanzas de Mi Hijo a la práctica, éste es el tiempo en que a los que he escogido alrededor del mundo, también deberán ser ejemplo de vida, de vida en Cristo, de vida en Dios, de vida en la Gracia, de moverse entre los hombres, con santidad, con pureza, con virtud, con amor. Éste es el tiempo en que deberéis salir a proclamar el Santo Nombre de Dios entre todos los hombres.

Ciertamente, ahorita, vuestro ser no está completamente preparado, pero vendrá el Paráclito, vendrá a mover vuestro corazón, vendrá a moveros, para que podáis dar el ejemplo de vida que Yo quiero que se dé en éstos tiempos, tiempos de tribulación, tiempos de la gran apostasía, tiempos de la maldad en el corazón del hombre, tiempos de conversión, tiempos de nueva vida.

Os he escogido de entre los hombres y habéis aceptado vuestra tarea y espero, espero Mis pequeños, que no os arrepintáis de ello, que no Me deis la espalda y que podáis ser ésos nuevos Cristos que caminarán sobre la Tierra en éstos tiempos de obscuridad, cuando deberéis traer Luz a vuestros hermanos.

Acudid a Mí en todos momentos, Mis pequeños, os lo pido, acudid a Mí. Cuando sintáis duda, tribulación, miedo, mucha maldad a vuestro alrededor, acudid, que Yo os daré la fuerza necesaria para que podáis vencer todo. Tened en cuenta que Yo Soy vuestro Dios y  no hay nada que se interponga ante Mí, Yo habitaré en vosotros y nada os detendrá, estad seguros de ello, trabajaréis para Mí, vuestro Dios y ninguna maldad, ningún acto satánico, ninguna persona que trabaje para el mal podrá deteneros. Yo Soy vuestro Dios y Yo os lo prometo.

Vivís para la Verdad, vinisteis a producir Amor, vinisteis a caminar delante de vuestros hermanos guiándolos por la senda segura, que Soy Yo, vuestro Dios. Así que no dudéis, Mis pequeños, de que tendréis Mi guía amorosa en todo momento, Sapiencia Divina, vida, vida santa, para que deis ejemplo entre vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Vosotros habéis sido escogidos para vivir el Reino del Amor, para vivir la armonía de los Cielos, para vivir en el Corazón de vuestro Dios.
Hijitos Míos, ¿por qué buscáis más tribulación?, ¿por qué buscáis más dolor?, ¿por qué buscáis más tristeza?, esperáis en los Mensajes que doy a través de Mis profetas, que se os hable de tribulaciones, de guerras, de amenazas, de dolor.

Mis pequeños, Yo Soy un Dios de Paz, Yo Soy un Dios de Amor, Yo os traigo armonía.

Cuando, primeramente, bajé a la Tierra, el mundo vivía como estáis viviendo, en tribulación, en guerra, en obscuridad, en mentira. Gran dolor entre los hombres, luchando unos contra otros, no viviendo como debéis vivir, como verdaderos hermanos. Si estáis ya viviendo tribulación a vuestro alrededor y muchos de vosotros sois causantes de ésa tribulación, ¿cómo Yo, os voy a dar más tribulación, más dolor? Yo vengo a traer paz, Yo vengo a traer Amor, Yo vengo a traer libertad a las almas, como os traje la primera vez.

Eso es lo que os estoy enseñando alrededor del mundo, en un mundo de tribulación, en un mundo que se ha satanizado, en un mundo que vive en el error. Yo vengo a traeros la Verdad, Yo vengo a traeros vida, Yo vengo a mostraros nuevamente el camino. No está en Mí traer tribulación, ¿por qué la buscáis entonces en Mis Mensajes?, ¿por qué lo queréis así, Mis pequeños?, el Cielo no es Vida de tribulación, ni de error, ni de maldad, ni de obscuridad.

Si Yo Vivo en el Cielo, os voy a traer el Cielo, si vosotros os llenáis de Mí, Me trasmitiréis a Mí, por eso deberéis ser portadores de Mi Vida en vosotros. Deberéis anunciar entre los vuestros lo que Yo os he enseñado, deberéis traer paz a vuestro alrededor, deberéis dar las enseñanzas que Yo os he dado, deberéis dar Vida, Luz, alegría, que todo cambie a vuestro alrededor.

Yo no os puedo dar lo contrario, os lo vuelvo a repetir, no os atribuléis con “mensajes” que os quiten la paz, que os quiten ése amor que os quiten Mis enseñanzas, eso dejadlo para el mundo, vosotros habéis sido escogidos para vivir el Reino del Amor, para vivir la armonía de los Cielos, para vivir en el Corazón de vuestro Dios.

Llenaos de Mí, dad Vida, la Vida que Yo ya os di.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: La virtud, el Amor, deben de haberos transformado, ya debe ser Mi Presencia en vosotros.
Hijitos Míos, el ejemplo de vida es importantísimo. Muchas veces no necesitáis ni siquiera decir una palabra para mover corazones. Mi sola Presencia bastaba para la conversión de muchos y aquellos de vuestros hermanos, a través del tiempo, a través de la historia de la Cristiandad que han vivido así, -el ejemplo-, ha movido muchos corazones. Y así, como pasó Conmigo, que Yo Me hice patente ante los hombres, que la Palabra se hizo Carne, también en vosotros, debéis permitir que Mi Presencia sea Carne en vosotros, sea Vida.

Al hombre, en general, no le gusta mostrarse ante sus hermanos, no le gustan los compromisos.

Mis pequeños, necesitáis ser ejemplo de vida. ¿De qué sirven todas las enseñanzas, el cambio interior si no hay ejemplo de vida? ser instrumentos os da ésa obligación, dejarse llevar por el Maestro, dejarse llevar por el que sabe mover y usar el instrumento.
A éstas alturas, Mis pequeños, ya no debéis actuar por vosotros mismos, ya debéis estar sueltos a Mi Voluntad, para que Yo, vuestro Dios, en Mi Santísima  Trinidad, pueda moveros, para bien propio y para bien de vuestros hermanos.

Ya debéis de haber desaparecido para vosotros mismos. La virtud, el Amor, deben de haberos transformado, ya debe ser Mi Presencia en vosotros, si no ¿de qué ha servido todo éste tiempo de enseñanza, de escuela para vuestra alma?, ¿he desperdiciado Mi tiempo?, ¿no queréis tomar ya vuestra responsabilidad ante vuestros hermanos y sobre todo ante Mí, vuestro Dios?, vinisteis a la Tierra a servir a Nuestro Padre, así como Yo lo he servido, vosotros también deberéis servirlo.

Mis pequeños, ya no es tiempo de pensar qué haréis, es tiempo de olvidaros de vosotros mismos, las huestes del mal están actuando fuertemente a vuestro alrededor y vosotros estáis viendo su maldad cómo os rodea, cómo os destruye y, vosotros ¿qué hacéis para contrarrestarla?, ¿estáis actuando en el bien, como ellos en el mal?

Meditad esto, Mis pequeños, porque entonces, os vuelvo a preguntar, ¿de qué ha servido todo éste tiempo que invertí en vosotros?, ¿habéis echado en saco roto todas Mis enseñanzas?, ¿todos los dones que se os han dado?, ¿todos los regalos espirituales?, por eso os digo, ya no es tiempo de esconderos, ya no es tiempo de trabajar para el mal, dando el mal ejemplo, dejando que los demás den el mal ejemplo. Si está en vuestras manos, debéis detener todo aquello que siga corrompiendo los corazones. Tenéis todo lo necesario para detener el mal, porque Nosotros estamos con cada uno de vosotros.

Es tiempo de la lucha espiritual, es tiempo en que vuestro Dios se muestre ante los hombres nuevamente a través de Sus instrumentos. Estáis viviendo la Gran Batalla, Batalla espiritual entre los Cielos y el infierno.

Yo venceré, porque Soy vuestro Dios, pero, ¿estaréis de Mi lado en todo momento?, ¿Me estaréis apoyando en la Gran lucha?, meditad en vuestro corazón y actuad, actuad, Mis pequeños en el bien que se os ha enseñado.
Gracias, Mis pequeños.