Ago 02_05 La perfección de la creación es Mi Hija, la Siempre Virgen María.

Rosario. Festividad de Nuestra Señora de los Ángeles

Temas:

  • La perfección de la creación es Mi Hija, la Siempre Virgen María.
  • ¡Ser llamados hijos de Dios es lo más grande que puede tener el alma!
  • Vivir en Gracia, que quiere decir, vivir unidos, llevar la frente en alto, que no os sintáis avergonzados por vuestro pecado, por vuestra indiferencia, por vuestro olvido hacia vuestro Dios.
  • Recordad que los Milagros se basan en la Fé y ésa Fé debe nacer en vuestro corazón.
  • Agradeced y aceptad todo lo que suceda en vuestra vida, que nada se da por casualidad y si hay dolor y si hay pena, aceptadlo, agradecedlo.

 

 

Mensajes de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: La perfección de la creación es Mi Hija, la Siempre Virgen María.
(Lenguas…)
Hijitos Míos, Yo, como Padre vuestro, conocéis bien la perfección que pongo en cada una de Mis obras. Veis la perfección, en el universo, de las leyes que he puesto en el universo, en toda la creación, en la Tierra, veis todo lo que he hecho para vosotros, gozáis de la perfección de todo lo creado y aunque el pecado ha destruido parte de la creación, seguís viendo cosas bellas, cosas grandes, cosas que aún no comprendéis y que ni la ciencia actual puede explicaros. Sois todavía pequeños, no habéis crecido lo suficiente para poder entender lo que Yo os he regalado en la creación.

Pero, Mis pequeños, la perfección de la creación es Mi Hija, la Siempre Virgen María. Grandes bendiciones, grandes Gracias, todo Nuestro Amor en Ella, la perfección en la Virtud, la perfección en su Bondad, la perfección en la Humildad.

La Creamos en Nuestra Santísima Trinidad para bien vuestro, para el bien de la redención, como figura que debéis seguir, el ejemplo que debéis tomar de Ella. ¡Cuánta Belleza!, Belleza Santa, Belleza Pura, Belleza sin igual.

Mis pequeños, el demonio ha tratado de destruir Su Presencia entre vosotros. La Vida, la Presencia, Su intercesión, es necesarísima para el ser humano, es necesarísima para la salvación de las almas.

Ella, Ella os trae a Nosotros, por Ella venís a Mi Hijo, por Ella, muchas almas, prácticamente condenadas, se salvan, por Ella crecéis espiritualmente, por Ella, muchos pueblos obtienen su salvación, por Ella, Mi Amor se derrama grandemente a los corazones.

¡Tanto, tanto obtenéis por Ella, Mis pequeños! y poco la amáis. Entregaos a Ella, Mis pequeños y vuestra santidad estará asegurada.

¡Venid!, Mis pequeños a través de Mi Hija, ¡venid!, amadla con todo vuestro corazón, como Nosotros la amamos en Nuestra Santísima Trinidad.

Es un Gran Regalo de Amor que os hemos dado, agradecedlo, apreciadlo, es ésa Perla Preciosa, llevadla en vuestro corazón y llenaos de Sus Virtudes.
¡Amadla, amadla, Mis pequeños, amadla!
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: ¡Ser llamados hijos de Dios es lo más grande que puede tener el alma!
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, Hija de Dios Padre, Esposa del Santo  Espíritu de Amor y Madre del Salvador, Yo, como Sierva del Señor, Me di totalmente a Su Voluntad. Al ofrecerme totalmente, al darme totalmente a Nuestro Dios, Yo quedé como Su Esclava, quedé a Su disposición, para que Él hiciera en Mí, lo que quisiera.

Mis pequeños, vosotros conocéis Mi Vida, conocéis como actué, lo que he hecho por Nuestro Dios y por vosotros.

Cuando un padre ó una madre enseñan a los hijos y ven en los hijos que ésas enseñanzas buenas dan fruto, ellos se contentan, ellos se sienten a gusto, porque sus enseñanzas han dado resultado, sus enseñanzas están patentes en ése ser que Nuestro Padre Dios os dio para cuidar.

Así también pasa Conmigo, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, Yo os voy guiando, os voy llevando a ésa vida interior con Mi Hijo, os voy llevando a ésa espiritualidad santa a la que habéis sido llamados, cuando veo que Mis hijos han aceptado ésas enseñanzas, las viven y las transmiten, Yo, como Madre vuestra espiritual, Me siento contenta de la obra que voy haciendo en vuestro corazón y así, con orgullo puedo presentaros ante Mi Padre, orgullosa de la obra que estoy haciendo en vosotros.

Mi mérito fue el soltarme totalmente a Su Voluntad y así debe de ser con vosotros, Mis pequeños. Cuando os soltáis totalmente a Su Voluntad y a Mi Voluntad, que Mi Voluntad es la Voluntad de Dios Padre, en Su Santísima Trinidad, vosotros empezáis a crecer en sabiduría, porque ya aceptar la Voluntad del Padre en vosotros, es un acto grande de sabiduría. El saber que la Sabiduría Divina, la Sabiduría Eterna, la Sabiduría Santísima, va a hacer Presencia Viva en vuestro ser, por ése acto, en el cual vosotros os donáis totalmente a Nuestro Padre, y que os va a acercando más a la santidad, hacia la perfección, quiere decir que la humildad ya habita en vuestro corazón, y estáis aceptando que necesitáis el consejo santo que venga de Nosotros para vuestro crecimiento.

Mis pequeños, manteneos así, en humildad, atentos a la Gracia de Nuestro Dios, apartados del conocimiento humano, que es limitado, es pobre y pecaminoso en su mayoría.

Manteneos buscando los bienes del Cielo, que os harán verdaderos hijos de Dios. Así como Mi Padre, humildemente Me llama Su Hija, no os imagináis, Mis pequeños, el gozo que tiene Mi Corazón cuando lo escucho, ¡ser llamados hijos de Dios es lo más grande que puede tener el alma! porque ser hijos de Dios, implica grandes cosas, grandes Bendiciones, grandes Gracias, una gran santidad y ahí es a donde os quiero llevar, Mis pequeños, a ser santos, como Mi Hijo es Santo.

Manteneos cerca de Mi Corazón, Mis pequeños, para que Yo pueda seguir haciendo grandes obras en vosotros y lleguéis a ése momento grande, de ser llamados verdaderamente hijos de Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Vivir en Gracia, que quiere decir, vivir unidos, llevar la frente en alto, que no os sintáis avergonzados por vuestro pecado, por vuestra indiferencia, por vuestro olvido hacia vuestro Dios.
Hijitos y hermanos Míos, Yo, vuestro Hermano Jesucristo, os vine a dar ejemplo Vivo de lo que debe ser la santidad, el Amor, la donación para con vuestros hermanos.

Ésa santidad a la que estáis llamados, no es algo imposible de alcanzar.

Vosotros a veces os creáis barreras insalvables, construís delante de vosotros murallas que no podéis escalar, cuando realmente el vivir en la santidad es vivir en el Amor y es el vivir de acuerdo a los Mandamientos, a Mis enseñanzas, a la vida íntima con Nuestro Padre.

Mis pequeños, ¡tenéis tantas formas de llegar a la santidad! habéis sido puestos en diferentes lugares y en todos ellos debéis llevar santidad en vuestros actos, en vuestras palabras, en vuestros pensamientos, en vuestra vida.

Debéis ser ése ejemplo vivo del vivir en Gracia, que quiere decir, vivir unidos, llevar la frente en alto, que no os sintáis avergonzados por vuestros pecados pasados, por vuestra indiferencia, por vuestro olvido hacia vuestro Dios.

Vivir en santidad, es poder llevarMe a vuestros hermanos, viviéndoMe. Hay tantos, tantos necesitados a vuestro alrededor que necesitan vida, vida espiritual y si vosotros tuvierais un corazón dadivoso, que si fuerais personas ricas y que dierais alimento a personas con hambre, os sentiríais bien, porque estarías repartiendo de los bienes que habéis obtenido con vuestro trabajo. Con el dinero que ganáis, podríais repartir alimentos para alimentar a vuestros hermanos y eso es algo grande, es algo bello, porque estaríais repartiendo del fruto de vuestro trabajo, pero más grande es, Mis pequeños, cuando repartís del Amor que habéis hecho crecer en vuestro corazón, de la Sabiduría que habéis obtenido al estar unidos a Nosotros, de todos los dones que gratuitamente se os dan. Cuando os dais totalmente a Nuestra Voluntad, cuando realmente repartís de los Bienes del Cielo, grandes Gracias y Bendiciones se derraman sobre ellos y sobre vosotros, porque también el haberse llenado de los Bienes del Cielo, implica trabajo, implica sacrificio, implica dedicación y todo ello lo repartís. Pero lo más bello y lo más grande, Mis pequeños, sobre los Bienes del Cielo, es que mientras más deis, más recibiréis.

Recibís Bendiciones de Nuestra Trinidad Sacrosanta por el bien que estáis haciendo a vuestros hermanos, pero también recibís bendiciones de vuestros hermanos a quienes ayudáis a crecer en virtud, en amor, en donación a vuestro Dios.

Dad, Mis pequeños, cuanto tenéis, porque son Bendiciones y Regalos del Cielo que gozáis, pero que no os pertenecen y así se irán acrecentando, gozaréis más y se os dará más. No limitéis las bondades de vuestro corazón y así como Nosotros, en Nuestra Trinidad Sacrosanta, Nuestro Poder es Infinito y Omnipotente, también debe ser con vosotros, vuestra donación, infinita, dar sin medida, porque vosotros no sois Fuente de producción ni de Creación, simplemente sois instrumentos, instrumentos que gozaréis de los bienes de vuestro Dios e instrumentos para que gocen también vuestros hermanos de los bienes de vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Recordad que los Milagros se basan en la Fé y ésa Fé debe nacer en vuestro corazón.
Hijitos Míos, os pido que oréis fuertemente por los fariseos de éste tiempo, por aquellos que viendo, no quieren ver, oyendo no quieren escuchar, que viviendo el amor, no lo quieren tomar en su corazón, por todos aquellos que se han apartado de las Leyes y del amor que os hemos dado.

Son almas que quieren vivir así, pobres, apartadas, miserables, viviendo en el pecado y en la maldad, porque eso es lo que les atrae. Muchos de ellos, sí han probado el amor, el Amor Santo, la Gracia en su corazón, pero la rechazaron y prefieren ser instrumentos de satanás, produciendo desgracias, maldad y muerte a su alrededor.

Son almas atribuladas, son almas malas, almas que han cerrado su corazón al amor, pero las sigo amando, Mis pequeños, las sigo amando, son ésas ovejas descarriadas, que no quieren volver al redil, ovejas que quieren permanecer con el lobo, ovejas que se introducen en el rebaño y que destruyen la vida de las demás.

Mis pequeños, sabéis que éstos son tiempos de tribulación como no ha habido antes y por eso, os pido que os mantengáis en oración profunda y que vuestra oración se vuelva actos de vida, porque no seriáis congruentes con lo que lleváis en vuestro corazón, mucha vida de oración, pero cometiendo actos malos, no sería congruente. Por eso os pido que oréis fuertemente por vuestros hermanos, ésos hermanos vuestros que están destruyendo almas, que viven sin amor, que han llenado su corazón de odio, amadlas como Yo las Amo a pesar de la maldad que estén produciendo a vuestro alrededor. Mientras estén en la Tierra, un Milagro puede lograr su salvación y recordad que los Milagros se basan en la Fé y ésa Fé debe nacer en vuestro corazón, porque ellas no quieren cambiar y la Fé aunada al amor que debéis sentir por ellas, porque Yo las Amo, puede llegar a salvarlas. Un alma de éste tipo, que llega a ser salvada por vuestra donación, es un gran regalo para Mi Corazón, es un gran regalo para el Cielo.

Luchad fuertemente por la salvación de éstas almas y así iréis acrecentando los bienes de Mi Reino.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Agradeced y aceptad todo lo que suceda en vuestra vida, que nada se da por casualidad y si hay dolor y si hay pena, aceptadlo, agradecedlo.
Mis pequeños, la santidad es una meta obligada para todas las almas, es el boleto de entrada al Cielo, ningún alma entra al Cielo si no es santa, ó adquirís la santidad en la Tierra, con vuestro libre albedrío, con vuestra donación, con el amor que aceptéis en vuestro corazón, u obtendréis la santidad a través de las molestias del Purgatorio. Molestias santas, molestias que os van a doler mucho, porque éstas serán impuestas para vuestro bien, mientras que lo que hagáis en vuestra vida, será bajo vuestra libertad y vuestra donación, para el bien de vuestros hermanos.

Así debéis actuar siempre, Mis pequeños, en total libertad y donación, para el bien de vuestros hermanos, como Yo Me di por cada uno de vosotros. Sufrí como vosotros sufrís, también padecía cansancios fuertes por los desvelos, por la predicación, por las caminatas, por los ayunos, todo eso también Mi Cuerpo lo sufría, pero Yo lo ofrecía por vuestro crecimiento y por vuestra salvación, pero lo aceptaba para cumplir con la Voluntad de Mi Padre y lo aceptaba con gusto, porque sabía que con ello os estaba abriendo las Puertas del Paraíso.

Entended bien esto, Mis pequeños, que cuando vosotros os imponéis libremente ésas penitencias, por llevar salvación y amor a vuestros hermanos, vuestros actos reciben un valor grandísimo, que gozaréis eternamente, pero cuando Nuestro Padre permite en vuestra vida, ciertas cruces, ciertos pesares, ciertos trabajos y se os imponen para vuestro bien, debéis ser suficientemente sabios y agradecidos para reconocer que en todo ello va el Amor de Nuestro Padre para vuestro crecimiento y para vuestra salvación.
Por eso, todo aquello que hagáis por voluntad propia, será de mayor bien para vosotros y para vuestros hermanos.

Agradeced y aceptad todo lo que suceda en vuestra vida, que nada se da por casualidad y si hay dolor y si hay pena, aceptadlo, agradecedlo, porque vosotros mismos no estáis haciendo gran cosa por el Reino de Nuestro Padre. Son bienes, bienes que no queréis aún conocer ni aceptar, porque son bienes que os llevan a la santidad y deberéis tener un criterio espiritual elevado y un corazón abierto para aceptar aún el dolor y el sufrimiento en vuestra vida como un bien del Cielo.

Meditad esto, Mis pequeños y veréis que de vuestro Padre, de Nuestra Trinidad, siempre brotará Amor, siempre buscaremos vuestro bien, siempre esperaremos una respuesta positiva a lo que permitamos en vuestra vida para vuestro propio bien y al aceptar éstas pruebas con amor, seréis ejemplo de vida para vuestros hermanos y con ése ejemplo, ellos crecerán también.
Gracias, Mis pequeños.