Mayo 25_05 Yo proveo de todo lo necesario a las almas buenas.

Rosario.

Temas:

  • Todo un Dios Vivo, que se Humanizó por vosotros, vino a traeros el Conocimiento del Cielo, sus Verdades, su Vida y el medio de salvación y lo despreciasteis.
  • Si actuáis en la unidad tendréis ésa fuerza, porque al estar unidos todos vosotros, en Nuestra Trinidad, adquirís una fuerza monumental.
  • BuscadMe Mis pequeños con confianza y Me encontraréis.
  • Yo proveo de todo lo necesario a las almas buenas, a las almas trabajadoras, a las almas que están Conmigo.
  • Confiad plenamente en que Yo haré un cambio en ésas almas cuando estéis pidiendo de corazón por ellas.

 

Mensaje de Dios Padre y Dios Espíritu Santo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Todo un Dios Vivo, que se Humanizó por vosotros, vino a traeros el Conocimiento del Cielo, sus Verdades, su Vida y el medio de salvación y lo despreciasteis.
Hijitos Míos, cada día es irrepetible, la oportunidad que se os da para servirMe cada día, no se os volverá a dar. Cada día es irrepetible y todo aquello que dejáis de hacer por la Gloria de Mi Reino, se desperdicia.

Mis pequeños, os he dicho que meditéis, que cada segundo de vuestra vida Me pertenece, cada segundo que no Me deis es una pérdida en la salvación de las almas y en el engrandecimiento de Mi Reino.

¡Cuánto tiempo se desperdicia! ¡Cuántos actos humanos no utilizados para el engrandecimiento de Mi Reino! No estáis actuando como verdaderos discípulos ó Apóstoles Míos, estáis en la Tierra para ello, Mis pequeños.

La maldad del mundo debe ser cambiada por vuestra presencia en él, pero vuestra presencia debe ser Mi Presencia, porque al vivir en Mi Divina Voluntad, vosotros os anonadáis, desaparecéis ante Mi Presencia.

Ése anonadamiento se da en el Amor, se da en la humildad, se da en la Fé, si no vivís éstas Virtudes, vuestra soberbia echa a perder vuestro tiempo sobre la Tierra. Mi Presencia en vosotros debe de ir cambiando corazones. Debéis vivir de acuerdo como Yo viví en la Tierra. Mi sola Presencia, el Amor que Yo emanaba ante los hombres de ése tiempo, Mi Divinidad que ellos podían percibir, impresionaba a los corazones

Vosotros, al servirMe en éste tiempo, debéis de soltaros totalmente a Mí, para que Yo pueda actuar en ésa forma ahora entre vosotros, entre vuestros hermanos. La obscuridad reinaba en ése tiempo, pero es porque no habían tenido Mi Predicación, el demonio tenía muchas almas atadas por ello, no habían hecho caso a los Profetas, querían vivir a su modo y ahora, en éstos tiempos habéis vuelto a ésa obscuridad.

Negasteis la Luz que se os dio con Mi Presencia y Mis enseñanzas sobre la Tierra, estáis atacando ésa Luz y ésa Sabiduría eterna que Yo os di, habéis desperdiciado todo Mi trabajo sobre la Tierra, habéis echado a la basura Mi sufrimiento, Mi dolor, Mi Sangre Preciosas, ¿de qué sirvió tanto esfuerzo, tanto amor, tanto dolor por vosotros, y ya ni caso hacéis a lo que viene de Mí, de vuestro Dios y Salvador? por eso el Juicio sobre ustedes en éste tiempo, será más fuerte, será más rígido, porque Me tuvisteis, tuvisteis Mis enseñanzas y las despreciasteis, preferisteis vivir en las tinieblas a vivir en la Luz. Habéis desperdiciado el tiempo que Yo os di para mantener e incrementar ésa Luz entre vosotros y lo habéis desperdiciado en vuestro pecado, en vuestra negligencia, en vuestra necedad.
¡Todo un Dios Vivo, que se Humanizó por vosotros, vino a traeros el Conocimiento del Cielo, sus Verdades, su Vida y el medio de salvación y lo despreciasteis!
¡Oh!, Mis pequeños, ¡Cuánto he sufrido por vosotros y Me seguís atormentando! Porque os Amo tanto, os sigo manteniendo vivos hasta que recapacitéis, hasta que Yo pueda obtener de vuestras almas algo bueno y tomar ésa bondad, ó ésos actos como pretexto para vuestra salvación eterna.

Ciertamente tomo a las almas en el mejor momento de su vida, de su vida espiritual, para salvarlas eternamente, pero pocos de vosotros Me dais ésa oportunidad, porque ya le habéis abierto tanto vuestro corazón a satanás, a Nuestro enemigo, que no encuentro un momento bueno en la vida de muchos, de muchos de vosotros, como para poder recogeros en ése momento y poder salvaros eternamente, por eso, he de permitir momentos difíciles en la vida de la humanidad, para que podáis arrepentiros, para que podáis arrodillaros, para que así, vuestros ojos se vuelvan a Mí, vuestro corazón se arrepienta de vuestro mal proceder y Yo pueda salvaros.

Por eso, os he pedido que veáis Mi Misericordia, Mi Amor en los actos por venir, en los momentos de la Purificación que se os darán, porque estoy buscando ése minuto, ése segundo de arrepentimiento, de dolor de vuestros pecados, hacia Mi Corazón Amorosísimo y, entonces tomaré de ahí para salvaros.

Yo Soy un Dios de Amor, no Soy un Dios de venganza ni de odio, os Amo a todos, ya por el hecho de haberos donado a venir a servirMe a la Tierra, para Mí, es un gran regalo de vuestro corazón hacia el Mío, y por eso deseo arrancaros de las tinieblas y del error para regresaros nuevamente a la Luz y a la Verdad. Sois Míos, Me pertenecéis y así os quiero tener, junto a Mí por toda la Eternidad.

Así pues, Mis pequeños, no esperéis los momentos difíciles que se vendrán para vuestra purificación y salvación eternas, tratad de evitarlos con vuestro cambio de vida, con vuestro arrepentimiento y con el seguimiento de Mis Leyes de Amor, de Paz, y así todo, todo caminará mejor.

Ciertamente veréis Mi Poder derramarse sobre la Tierra, sobre las almas, sobre el Universo entero. Veréis los dos Poderes en pugna, Mi Divino Poder contra la falsedad de satanás.

Mis pequeños, ¡Oh! Mis pequeños, ¡cuánto sufrimiento podrías evitar con vuestro arrepentimiento y vuestro cambio de vida, ¡Oh! Mis pequeños, ¡cuánto Me hacéis sufrir con vuestro mal proceder! Arrepentios, cambiad de vida, Mis pequeños, entended el mensaje antes de que sea demasiado tarde y vuestro sufrimiento sea mayor. Yo estoy con vosotros en todo momento, entended, no Me separo de las almas, os busco hasta encontraros, dadMe una oportunidad a Mí, vuestro Dios y Salvador, de recuperaros, de recuperar vuestra alma para toda la eternidad. ¡DadMe la oportunidad!
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre y Dios Espíritu Santo.
Sobre: Si actuáis en la unidad tendréis ésa fuerza, porque al estar unidos todos vosotros, en Nuestra Trinidad, adquirís una fuerza monumental.
Hijitos Míos, cuando buscáis otra casa por habitar, cuando cambiáis de coche, cuando cambiáis de trabajo, cuando os movéis a otra ciudad para vivir, todo eso y todos ésos cambios que lleváis a cabo en vuestra vida, primeramente los meditáis, estudiáis el por qué debéis hacer eso, preguntáis a gente que vosotros creéis que os puedan dar un buen consejo y ya que obtenéis una clara información de lo que queréis hacer, lleváis a cabo el cambio.

Mis pequeños, estáis en éstos momentos de cambio, son momentos en los cuales también debéis deteneros y ver el por qué debéis llevar a cabo ése cambio en vuestra vida, porque vuestro actual estado de vida espiritual está afectando a Mis intereses y a la vida de muchos de vuestros hermanos alrededor del mundo, aún a las almas del Cielo y del Purgatorio..(Lenguas…)

Hijitos Míos, es un error que os sintáis únicos en el mundo, que os sintáis individuos aislados, cuando realmente sois parte de un todo. Os he puesto el ejemplo de que sois celulitas dentro del Cuerpo Místico de vuestro Dios, Jesucristo.

Todos vosotros pertenecéis a Mi  Cuerpo Místico, todos vosotros tenéis una función por llevar a cabo, para la recuperación del Reino, para eliminar el mal sobre la Tierra, para vivir de acuerdo a Mí Voluntad, para recuperar los Bienes que se os dieron desde el Principio de la Creación.

Al actuar para vosotros mismos y en vosotros mismos, os estáis aislando de ésa unidad a la cual vosotros pertenecéis. Si aún Nosotros en Nuestra Trinidad, en Nuestra Sacrosanta Divina Trinidad, Vivimos en la Unidad, vosotros no podéis apartaros y creer que no necesitáis de nadie. La soberbia sigue afectando a Mi pueblo, sigue afectando a las almas, os sigue llevando al error.

Mis pequeños, ya es tiempo de que recapacitéis, de que entréis a ésa madurez espiritual de la que tanto os he hablado y de la riqueza espiritual que os he dado a través de las Escrituras y recordándolas a través de Mis Profetas, principalmente de Mi Madre, de Mi Hija y de Mi Esposa, la Siempre Virgen María.

Al vivir vosotros mismos en vuestro ensimismamiento, aislados del mundo, ni dando ni recibiendo, vivís en el error. Necesitáis de vuestros hermanos y vuestros hermanos necesitan de cada uno de vosotros.

Vivid pues bajo las enseñanzas que se os han dado, bajo la premisa del Amor y de la unidad. No os aisléis, porque aislados sucumbiréis fácilmente a las fuerzas del mal. Él es más poderoso que vosotros cuando actuáis solos, fácilmente os puede llevar al error y a vuestra pérdida eterna. Si actuáis en la unidad tendréis ésa fuerza, porque al estar unidos todos vosotros, en Nuestra Trinidad, adquirís una fuerza monumental.

Mis pequeños, os repetimos, os repetimos tantas veces la misma lección y no queréis entender, ¿por qué sois tan cabeza dura?, ¿por qué esperáis hasta ésos momentos en que ya vuestro actuar os lleva a una situación irremediable? vuestra necedad provoca vuestra destrucción espiritual y vuestra condenación. Las almas que se han condenado, están ahí porque a pesar de que tanto se les dijo, tantas oportunidades se les dieron, no quisieron entender, se mantuvieron en el mal y quisieron aceptar el mal como medio de vida espiritual, destruyendo el Amor, haciendo a un lado el Amor ¡que tanto las amó!

No Me gusta hablaros de castigos, Me gusta hablaros de Amor. Fuisteis creados para ser amados y para que produjeras amor y en eso debéis centrar vuestra vida, en vivir en el amor y amándoMe y amando a vuestro hermanos. Ésa es vuestra función, Mis pequeños, no desperdiciéis tanto bien que se ha derramado sobre cada uno de vosotros, no desperdiciéis los Bienes del Cielo, Mis pequeños.

Olvidad vuestro pasado, olvidad vuestra maldad, arrepentios de todo ello y empezad una nueva vida en el Amor, en las Virtudes, en el buen ejemplo, en la construcción de un Nuevo Reino que todos gozaréis. Poned un “hasta aquí” en vuestra vida, vida de error, vida de maldad, vida de olvido hacia Mis Leyes y retomad el Buen Camino.

Entended esto, Mis pequeños, no quiero que sufráis, regresad, regresad al abrazo amoroso de vuestro Dios y no despreciéis ya todo lo que se hace por vosotros.

Ciertamente que no Me cansaré en buscaros, en tratar de regresaros, pero lo único que puede detener Mi obra de Salvación hacia vosotros es vuestra soberbia, vuestro libre albedrío que niegue Mi acción amorosa sobre cada uno de vosotros. Desgraciadamente las almas se acostumbran al Bien y lo desprecian, van e investigan por otros caminos e irremediablemente caen, porque os habéis apartado de la Gracia, ya cuando en vuestro corazón buscáis nuevas aventuras, la Gracia la apartáis de vuestro corazón porque estáis buscando algo que irá en contra de lo que Yo os he dado y al no estar protegidos por Mi Gracia por estar buscando aventuras pecaminosas, caéis fácilmente en las trampas del mal, muchas de ellas, a veces difícil de erradicar de vuestra vida.

Entended, Mis pequeños, que estáis en el mundo como en una selva llena de peligros, Yo os voy protegiendo, Yo os voy cuidando, Yo voy allanando vuestro camino cuando estáis
Conmigo, pero tan pronto os separáis, sufrís, caéis, os dañáis.

Meditad, Mis pequeños, meditad vuestra vida pasada y haced el cambio ya, antes de que sea demasiado tarde para vuestra salvación eterna. Tenéis los Sacramentos, tenéis la Vida que Yo he dejado sobre la Tierra para que podáis regresar a Mí, con la frente en alto, con el corazón arrepentido y deseoso de llenarse del Amor de su Dios.

No desperdiciéis las oportunidades que se os dan todos los días, Mis pequeños y os remarco todos los días. Vuestra necedad os lleva a la perdición eterna, es vuestra necedad, no es ni odio ni venganza de Mi parte, entendedlo bien, Mis pequeños, entendedlo bien.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: BuscadMe Mis pequeños con confianza y Me encontraréis.
Hijitos Míos, como ejercicio para vuestro cambio, os propongo que antes de que hagáis algo, antes de que habléis, antes de que actuéis, deteneos un momento, poneos ante Mi Presencia, ante Mi Sabiduría Divina y preguntad, ¿qué es lo que Yo deseo que hagáis en ése momento? ésta es la forma en que poco a poco iréis adquiriendo el hábito de saberos pequeños, de saberos necesitados de Mi Sabiduría Superior, para poder actuar en éste mundo de confusión. De ésta forma reconoceréis vuestra imperfección, vuestra nada y adquiriréis con Mis consejos y con Mi guía una Sabiduría Superior de la que estáis negando en éstos momentos por vuestra falta de humildad.

Desgraciadamente, ése es el problema del hombre, sentirse superior, sentirse grande, porque ha estudiado, porque ha buscado en libros, porque tenéis títulos humanos y ésa soberbia os impide desarraigaros de ésa pobreza humana.

En el momento en que vosotros aceptáis vuestra pequeñez, vuestra necesidad de ser guiados por Sabiduría Superior, que solamente puede venir de Mí, es cuando realmente empezáis a crecer.

Tenéis tesoros invaluables a vuestra disposición y no los queréis tomar, porque vuestra soberbia os hace creer que lo que tenéis es muy superior a lo que Yo os puedo dar. Os falta mucha Fé, Mis pequeños y mucha confianza en Mí. Lo que tenéis, os lo he dado Yo, vuestro Dios, pero si tenéis poco, es porque ése poco lo habéis pedido por desconfianza, por falta de Fé, podríais tener mucho más si pidierais más a Mí, vuestro Dios, que Soy el Omnipotente, el que tiene todo, el que no tiene ni principio ni fin.

Dejad vuestra soberbia y entrad a la Sabiduría Divina y, cuando os soltéis de corazón para ser movidos por Mi Voluntad, entonces entenderéis todo lo que os perdisteis en el tiempo pasado.

BuscadMe, buscadMe con sinceridad, con ésa avidez del niño hambriento, del bebé que busca del pecho de la madre para alimentarse, así, buscadMe desesperados de ése Alimento que solamente os puedo dar Yo, vuestro Dios y Señor, el Creador de todo lo que veis y de lo que no veis.
BuscadMe Mis pequeños con confianza y Me encontraréis.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo proveo de todo lo necesario a las almas buenas, a las almas trabajadoras, a las almas que están Conmigo.
Hijitos Míos, no viváis despreocupados de las necesidades del mundo, de las necesidades de las almas. Estáis en el mundo para ir componiendo, mediante vuestra oración, de vuestra intercesión, de vuestra presencia en el Amor, de los errores que ahorita están afectando ya fuertemente al mundo y a los que habitan en el mundo.

Si se os ha permitido bajar al mundo es precisamente para ir llevando a éste mundo hacia ésos caminos de perfección en el Amor, de cómo fue Creado.

Mis pequeños, hay tantas almas alrededor del mundo que necesitan oración, que necesitan que alguien se acuerde de ellas, por sus necesidades, por sus dolores, por sus penas, y otros que quisieran compartir lo bueno que tienen pero viven tan acelerados, que piensan solamente en lo suyo, ya no tienen tiempo para sus hermanos, ya no se detienen por el hermano necesitado, ya no se pueden detener por aquél que les pide un consejo ó una ayuda. Lo vuestro es más importante que lo de ellos, ya no hay Caridad en vuestro corazón, ya no hay donación, ya no hay interés por la vida de vuestros hermanos, vosotros sois vuestro principio y vuestro fin, vosotros sois los importantes en el mundo, vosotros y vuestras cosas, vuestros intereses propios, muchos de ellos mundanos, que no os llevan a nada, ó que hacen que os involucréis más en el mundo y olvidéis vuestra verdadera misión aquí en la Tierra.

Vuestro tiempo, vuestro, subrayado, lo utilizáis para llenaros más de cosas y con ésas cosas, más problemas, no vivís la libertad que os da el estar Conmigo, perdéis primeramente el tiempo en llenaros de cosas y luego perdéis el tiempo en cuidarlas, pensando, meditando cómo podréis acrecentar los bienes, ó cómo cuidaréis de que no sean robados vuestros bienes, y así se os pasa toda una vida, viendo solamente por lo vuestro, no atendéis a vuestros hermanos y menos atendéis lo Mío. Si se acercan a vosotros os ponéis en guardia, pensando que llegarán para pediros una limosna, para quitaros lo que es vuestro. El sudor de vuestra frente, las preocupaciones que habéis tenido por obtener todo ello os van a traicionar y os llevarán, posiblemente, a la pérdida de vuestra alma, ó a la recuperación de vuestra Gracia en un tiempo largo, muy largo, en un purgatorio aquí en la Tierra y en el Purgatorio espiritual.

Cuando os olvidáis de todo y buscáis primeramente los Bienes de Mi Reino, os he dicho, por medio de Mi Hijo, que todo lo demás se os da por añadidura. Yo nunca Me aparto de aquellas almas que han volcado toda su atención en buscar Mis Bienes, en buscar Mis intereses, tanto para vosotros mismos como para vuestros hermanos. ¿Cómo puedo Yo darle la espalda a aquel que Me está dando todo su tiempo y todo su corazón? pensáis a lo humano, Mis pequeños, Yo no puedo traicionar, Yo no puedo hacer quedar mal a aquellas almas que Me buscan y que hacen el trabajo que tienen que hacer por el engrandecimiento de Mi  Reino. Yo proveo de todo lo necesario a las almas buenas, a las almas trabajadoras, a las almas que están Conmigo, no confundáis “almas trabajadoras” a las que están buscando solamente sus bienes personales, que generalmente son solamente materiales. Almas trabajadoras son aquellas que están buscando el crecimiento espiritual, benéfico a las almas de sus hermanos trayéndomelas a Mí, hacia la Verdad y no llevándolas por caminos erróneos de filosofías extrañas, que os desviarán del camino y que os llevarán nuevamente a veros a vosotros mismos.

Buscad la Verdad y encontraréis Mi gran Tesoro.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Confiad plenamente en que Yo haré un cambio en ésas almas cuando estéis pidiendo de corazón por ellas.
Hijitos Míos, al deciros que pidáis el don del discernimiento, es para que podáis ver todo lo que os rodea a través de Mis Ojos, a través de Mi Mente y a través de Mi Sabiduría, todo lo que es rodea, para que no caigáis en las mentiras, en los espejismos con que os rodea el maligno.

El discernimiento es un don que debéis pedir constantemente, aunado a la humildad, para que podáis ir por caminos seguros en vuestra vida y podáis llevar a vuestros hermanos por ésos caminos seguros.

Es tan complejo el mundo, Mis pequeños, que si no acudís a Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, ó a vuestra Madre, la siempre Santísima Virgen María, podréis fácilmente desviaros, perderos por ésos caminos, a donde engañosamente os lleva el mal.
La Luz del discernimiento os va a llevar por ésos caminos trazados, secretos íntimos de vuestro Dios.

Yo voy dando a los Míos, ésos secretos en el Amor, secretos que se dan a conocer a todos aquellos que se acercan a ésa Verdad, que solamente sale de Mí.

Se os dice en las Escrituras que “no echéis las perlas a los puercos”, aquellos que no viven en la Luz de la Verdad, en el Amor, a veces, por más que insistáis y que estéis tan comprometidos con el mal, el amor de vuestras palabras y de vuestros actos, no van a hacer mella en su corazón, en esos casos, Mis pequeños, no los enfrentéis, ponédmelos en Mi Corazón, insistid por su salvación. Ésas son las almas a las que Yo puedo mover de otra forma, pero los moveré por el Amor de vuestra petición y ahí es donde el Amor mueve todo, mueve montañas y ésa montaña Soy Yo, Yo puedo mover con Mi Poder ésos corazones vacíos, arraigados al mal, corazones equivocados, corazones que no desean el arrepentimiento, ni el cambio de vida.

Mi Poder es inmenso, acudid a él cuando vuestras fuerzas flaqueen. Cuando hayáis perdido la Esperanza en la ayuda hacia alguien, acudid a Mí y Yo haré el cambio en ésas almas. Confiad plenamente en que Yo haré un cambio en ésas almas cuando estéis pidiendo de corazón por ellas, con el mismo Corazón con que Yo actuaba para cambiar las almas que se acercaban a Mí.
Orad, no dejéis de interceder, no dejéis de amar y veréis grandes cosas causadas por vuestro amor.
Gracias, Mis pequeños.