Jun 03_05 En ésos momentos, Yo daré Luz a vuestra inteligencia, os daré Sabiduría Santa…

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  • Confiad en Mí, que Soy vuestro Dios, que Soy vuestro Padre.
  • La oración, el ayuno, la penitencia, eso os fortalecerá y abrirá vuestras capacidades espirituales para que se derrame Mi Esposo en vosotros.
  • Quiero que Me pidáis que Yo os dé de aquello que aún no conocéis.

 

Mensaje de Dios Padre, Dios Espíritu Santo y la Santísima Virgen María a J. V.,

Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Confiad en Mí, que Soy vuestro Dios, que Soy vuestro Padre.
Hijitos Míos, quiero que retrocedáis un poco en el tiempo y recordéis cuando erais pequeños, cuando se os hablaba del tiempo de Navidad, pensabais en aquellos regalos que ibais a tener en ése tiempo, en el Nacimiento de Mi Hijo.

Ciertamente la fecha en sí no significaba mucho para vosotros, -el Nacimiento de Mi Hijo- poníais más atención en el regalo, lo esperabais con ansia, desde bastante tiempo antes vuestra alegría era inmensa y, aunque pasara algo negativo, algo contrario en vuestra vida, vuestra alegría se mantenía.

Os he anunciado Mis pequeños, el Retorno de Mi Hijo después de los acontecimientos que se tienen que dar. Os he prometido grandes regalos para aquellos que Me son fieles, que Me han sido fieles, aquellos que han luchado para que muchas almas se mantengan fieles en Mis enseñanzas, en Mi Amor, en la Caridad para con el prójimo.

Mis pequeños, manteneos en ésa idea, como cuando erais pequeñitos, en el regalo que os voy a dar por haberos portado bien, os portasteis bien, os habéis portado bien, os seguís portando bien, estáis esperando el premio.

Os he dicho que os fijéis en ése momento, que mantengáis vuestra mirada ahí, a pesar de los acontecimientos. Serán difíciles, muy difíciles para algunos de vuestros hermanos, pero aquellos que viven en el Amor, que comprenden Mi Amor, que comprenden cómo actúa Mi Amor, estarán Conmigo y no sufrirán lo que sufrirán aquellos que desconfían de Mí, su Dios, ó aquellos que Me han atacado.

Manteneos en ésa felicidad interna y que se muestre en vuestros actos, en vuestras palabras, que sea realmente Yo el que Viva en vosotros, que cuando todos estén atribulados, vosotros mantengáis la paz, la confianza en lo que se está permitiendo para vuestra purificación.

Manteneos así, confiados en vuestro Dios, ayudad a vuestros hermanos en lo que podáis, si ahora hay confusión, Mis pequeños, ésta se irá acrecentando y es cuando vendrá la gran lucha de hermanos contra hermanos, Cardenales contra Cardenales, Obispos contra Obispos, pueblos contra pueblos, naciones contra naciones.

Ciertamente, el panorama no se ve bueno, no se ve agradable, pero os vuelvo a repetir, Mis pequeños, que os mantengáis en ésa seguridad, en ésa confianza, como la que teníais de pequeñitos, de muy pequeñitos con vuestros padres, ellos podían salvaros de todo, ellos podían cuidaros contra todo, eran los que podían hacer todo por vosotros.
Mantened en Mí ésa confianza, Mis pequeños, Yo os protegeré, Yo os guiaré en ésos momentos, Yo daré Luz a vuestra inteligencia, os daré Sabiduría Santa, os daré Fortaleza grande.

Quiero repetiros, una y mil veces, Mis pequeños, confiad, confiad en Mí, que Soy vuestro Dios, que Soy vuestro Padre. Tenéis tan poca Fe, habéis crecido y habéis perdido ésa confianza para con vuestro Dios, haceos pequeñitos y veréis, veréis Mi Poder de protección sobre vosotros, solamente os pido confiad y amadMe con todo vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre:La oración, el ayuno, la penitencia, eso os fortalecerá y abrirá vuestras capacidades espirituales para que se derrame Mi Esposo en vosotros.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María.
Estáis en momentos de tribulación, estáis en momentos de confusión, pero Mis pequeños, se os han dado todas las armas necesarias para que no tuvierais en lo personal estos momentos, para que no padecierais la confusión.

Os he venido señalando en todas Mis Apariciones éstos secretos espirituales, la oración, la penitencia, el ayuno. ¿Cuántos de vosotros seguís Mis consejos? No os gusta sacrificaros, no os gusta entrar en oración profunda, menos ayunar. ¿Cómo queréis tener ésa seguridad en vuestro caminar, en vuestro pensar, en vuestro decir si no estáis permitiendo que sea vuestro Dios el que actúe en vosotros?

La vida del alma debe llevar una preparación fuerte contra los ataques del mal, lo que Yo os he venido diciendo es para ello. La lucha que estáis padeciendo, ya se os ha explicado, que fuertemente es en lo espiritual, si no buscáis obtener ésa protección espiritual, fácilmente sucumbiréis. Si aún los primeros Discípulos que envió Mi Hijo, no pudieron contra algunos demonios a pesar de que habían tenido la Evangelización personal con Mi Hijo, ¿qué os espera a vosotros, Mis pequeños? Mucho se habla, mucho se dice aquí y allá, pero ¿quién realmente se está dejando guiar por Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor? Mi Hijo les dijo a los Discípulos, “hay algunos demonios que solamente salen a través de la oración y del ayuno”, pero esto no solamente era para poder exorcizarlos, de los demás también vosotros tenéis ésos demonios en vuestro interior y solamente los erradicaréis de vosotros mismos a través de la oración, del ayuno, de vuestro sacrificio, de vuestra donación, de vuestra lucha propia, reconociendo que necesitáis de ésa purificación.

Primero tenéis que percataros de vuestra pobreza espiritual, os sentís grandes entre vuestros hermanos, buscáis honores, buscáis el primer lugar y claramente os dijo Mi Hijo, que aquel que quisiera ser el primero, lo fuera, pero para poder servir a sus hermanos y, eso lo llevaría al último lugar, pero el último lugar en referencia a no aparecer ante los hombres, sino en lo secreto, en lo callado, en la donación del Amor, del Amor y las capacidades espirituales que se os han dado para servir, Mis pequeños. El servicio hacia vuestros hermanos, es lo que os va a engrandecer, pero siempre, mantenidos en ésa humildad y en ésa donación total.

Os repito, Mis pequeños, la oración, el ayuno, la penitencia, eso os fortalecerá y abrirá vuestras capacidades espirituales para que se derrame Mi Esposo en vosotros y deis vida a vuestros hermanos después de haberle dado vida a vuestra propia alma.

Vosotros decís, que lo bueno cuesta y así sucede también para las cosas del Cielo, pero daos cuenta que los regalos del Cielo son muy superiores a los que podáis tener de la Tierra.

Luchad por ellos y os asombraréis de lo que vuestro Dios puede hacer con vuestras almas, con todo vuestro ser. Negaos a vosotros mismos y daos en servicio a vuestros hermanos y veréis lo qué podréis hacer.

¡Es tanto, tanto lo que puede hacer un alma, consagrada a su Dios, por sus hermanos! y así como, vuestros hermanos se asombran, también vosotros os asombraréis cuando broten grandes cosas de vuestro ser y de vuestro corazón. Por eso, Mis pequeños, manteneos así, pequeñitos, pero luchando contra vosotros mismos, especialmente, cuando ya se empiece a mostrar Mi Esposo a través de vosotros. Deberéis luchar contra la soberbia, para no echar a perder su obra a través de vosotros, sed sencillos y dad, lo que vuestro Dios quiere dar a través de vosotros y que ésas capacidades no son vuestras, son de vuestro Dios para vuestros hermanos, para su salvación, para vuestra misión, para la recuperación del Reino sobre la Tierra.

Os vuelvo a repetir lo que Mi Hijo os pidió y mantenedlo marcado con letras de fuego en vuestro corazón, “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Quiero que Me pidáis que Yo os dé de aquello que aún no conocéis.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo, se os ha hablado de vuestra pequeñez, pero también de vuestra insuficiencia espiritual, que no os ha dado ése engrandecimiento espiritual que quisiéramos que tuvierais. Vuestra falta de Fe, vuestra falta de confianza, os vuelve parcos en el pedir y en el dar.

Cuando Nosotros os hablamos de confianza plena en vuestro Dios, se os está pidiendo que acudáis a Nosotros, para que Nuestras capacidades se derramen sobre vosotros, Nuestros dones, Nuestros cuidados, Nuestras Gracias y bendiciones.

Ciertamente, pedís sobre lo que conocéis, sobre lo que habéis aprendido en vuestra personal historia de vuestra vida, de lo que hay a vuestro alrededor, de lo que vuestros hermanos tienen, de lo que conocéis, de ahí os tomáis, pero ahora os pido otra cosa, Mis pequeños y esto entra ya en el campo de la Fe y de la confianza en vuestro Dios:

Quiero que Me pidáis que Yo os dé de aquello que aún no conocéis. Mis Capacidades como Dios y proveedor vuestro, son infinitas y Yo os voy a dar grandes cosas, pero necesito que Me las pidáis, que entréis en ésa confianza de Familia, confianza de hijos a padres, confianza total en el Amor.

Cuando pedís, claro que tenéis un compromiso, de dar de lo que recibís, pero cuando se trata de vivir en el ambiente Divino, es un gozo dar de lo que habéis recibido gratuitamente y a eso os queremos llevar, a recibir grandes cosas de vuestro Dios, que os alegréis inmensamente en el recibir y que os alegréis inmensamente en el dar y eso, solamente se obtiene en la humildad, en la sencillez, en la docilidad, en la confianza.

PedidMe, pedidMe Mis pequeños, para que entréis a vivir como se vive en el Cielo. En el Cielo todo es Amor, todo es donación, todo es servicio, es el ayudar a vuestros hermanos en su crecimiento, en ésa hermandad de ver por el hermano que necesita crecer. Esa hermandad se mantiene aún en los Cielos y debéis empezar a motivarla fuertemente en la Tierra.

Meditad este secreto del Cielo, Mis pequeños, cuando vosotros, realmente estáis viviendo en el Amor, dais y ayudáis a crecer a algunos de vuestros hermanos ó a muchos de vuestros hermanos, ése hermano vuestro, que por vuestra ayuda creció, él os va ayudar a crecer posteriormente. Os estáis ayudando a vosotros mismos cuando ayudáis a los demás, nadie se queda atrás en el Reino de los Cielos, se va aumentando la perfección en todos sentidos, en conocimiento, en Amor, vida espiritual.

Si así se vive en el Reino de los Cielos, debéis atraer ésa práctica a la Tierra; ayudar a los demás con lo que tenéis, con lo que se os ha dado gratuitamente y al vivir en la Caridad, en la Humildad, en el verdadero servicio, en el Amor, os ayudáis conjuntamente, para volver a rehacer el Reino de Dios aquí en la Tierra. Poned vuestro granito de arena cada uno de vosotros, empezad, no exijáis que empiece vuestro hermano, empezad vosotros mismos ayudando a vuestros hermanos y grandes bendiciones se derramarán sobre vosotros y sobre ellos.   Gracias, Mis pequeños.