Nov 12_04 No olvidéis a diario de bendecir todo lo que os rodea.

Rosario.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre
Hijitos Míos, las Bienaventuranzas, las obras de Misericordia, las Virtudes nada de eso serviría si no fuera por el amor que debe de darse en cada uno de vuestros actos.

Dijisteis bien, todas vuestras obras deben estar envueltas de amor, nada puede servir para el Cielo y para el bienestar de la Tierra si vuestros actos no están envueltos del Amor, del amor puro, del amor santo, del amor honesto de aquellas almas que se dan en totalidad por los demás, siguiendo los pasos de Mi Hijo.

Las almas dadivosas, las almas santas se distinguen por sus virtudes, se distinguen por su misericordia hacia los demás; por esa benevolencia que dieron por sus semejantes porque si no hubiera habido amor en sus actos no estarían en donde están. Los altares les reconocen sus actos envueltos de amor, por eso se lleva tanto estudio para reconocer la santidad de un alma.

Se pueden hacer muchos actos, actos buenos ciertamente, pero pueden se farisaicos. Los fariseos repartían sus bolsas de dinero para que los viera el pueblo, el acto era bueno, los pobres podían comer con ello, pero en sí el acto llevaba soberbia, que vuestros actos no lleven esa vanagloria personal, que sean de donación. Por eso Mi Hijo os dijo que vuestra mano derecha no sepa lo que hace la izquierda.

Dad, dad en totalidad daos en totalidad. Es más fácil dar que darse, el darse requiere un esfuerzo más y ahí es donde el amor también lleva sacrificio. Es más difícil darse, como lo hizo Mi Hijo y lo hacen todos aquellos que realmente ven el Amor, el amor que deben dejar en las almas para que crezcan, para que se puedan emparentar con la Vida de Mi Hijo, con la Vida Divina del Amor.

La negación a sí mismos ya conlleva esa humildad y ese amor de donación. El negarse a sí mismo permite la entrada de Mi Amor, permite la entrada de Mi Ser en el alma y cuando Yo trabajo en un alma solamente puedo dejar obras de Amor y sus resultados, en cuanto al actuar con sus hermanos, son de amor.

Ved primero las necesidades de vuestros hermanos antes que las propias y llenadlos de eso que tanto necesita hoy el Mundo, el AMOR.
Gracias, Mis pequeños

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, perdonen que les insista entre el acto de amor y la vanagloria. Cuando vuestro acto, cuando  vuestro deseo siempre va dirigido hacia Mí y no hay nada que perjudique, que empañe ese acto, esa intercesión de vosotros, esa oración por los demás ó por ser intercesores para un milagro Mío, entonces se dará y será bello y será santo, pero cuando vuestros actos tengan algo de soberbia ó vanagloria, por muy bueno que parezca el acto, ya no tendrá el valor eterno que se necesita para que se os conceda y crezca vuestro premio en el Reino de los Cielos.

Mis pequeños, es muy sutil esta actitud. El hombre siempre tiende a tratar de verse ante los hombres como superior, siempre quiere que su nombre se vea con letras especiales, que su nombre esté en la boca de sus semejantes, eso es vivir para el Mundo, no es vivir para las cosas de Dios. El que sirve al amo está gustoso de servir al amo y desaparece con tal de servirle, él se da por completo por el amo, él goza sirviendo al amo, él no permite que su nombre aparezca antes que el del amo.

Yo os dije a través de Mi Hijo que ya no ibais a ser siervos sino hijos, todavía es más grande esto, Yo os di esa dignidad para que os sintierais más contentos de servir al Padre, a Mí vuestro Dios, por la Casa Celestial por el Reino. Vosotros sois Mis representantes en la Tierra. Es muy bello para el hombre sentirse hijo de su Dios y trabajar para su Dios, porque es el Padre, porque las cosas del Padre pertenecen al hijo. El Nombre del Padre está en el hijo. Así como es el Padre, debe ser el hijo pero, cuando el hijo quiere ser superior al Padre, todo se echa a perder. Cuando quiere que su nombre sea superior al del Nombre del Padre ya no sirve, está traicionando a la Casa del Padre.

Debéis pues estar orgullosos de servirMe, Yo ya no os tomo como siervos, os tomo como hijos y al servirMe tenéis como herencia todas Mis posesiones, posesiones  espirituales y posesiones materiales: todo es vuestro por servirMe, pero que ese servicio sea para darMe Nombre, para mostrarMe ante los hombres y que lo que Yo os dé en capacidades, que Yo os dé en Dones que no sean para que vuestro nombre se anteponga al Mío.

Sois pequeños, Yo os hago grandes cuando estáis Conmigo, pero así como Mi Hija la Siempre Virgen María, al dársele todo, al dársele el Nombre de Bendita, Ella reconoció Su Grandeza y la hizo a un lado para llenarse de Humildad, siendo la Grande, siendo la Bella, siendo la Pura, siendo la Santa, se hizo a un lado para que el Nombre de Mi Hijo fuera primero. Sed como Ella, Humilde, Sencilla, Grande en su interior para su Dios y para los demás, en sus obras, pequeñita, pero a los Ojos de Su Dios, Santísima.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, todo lo Creado, todo lo que ahora veis, todo lo que es visible, lo que es material, lo que podéis tocar y ver con vuestros ojos, no solamente tiene una hechura material, sino también tiene una hechura espiritual que también quedó afectada por el pecado.

Muchas veces os he pedido que bendigáis todo aquello que os rodea, puede que suene inverosímil, que puede sonar no creíble para que sea bendecido, pero os he pedido que bendigáis lo que está a vuestro alrededor, árboles, plantas, coches, cables eléctricos, el piso, etc. Todo lo que podéis ver, todo es bueno todo ha sido Creado por Mí para vuestro bien, todo se os ha dado para que podáis gozar de Mi Amor e iros quitando todo aquello que antes afectaba el pecado y os hacía padecer más.

Aquí en la Tierra la Creación fue Bendecida para que la Creación entera sirviera al Hombre y a su descendencia, pero el pecado hizo que todo lo Creado se volviera en contra del Hombre, por eso os pido que no olvidéis a diario de bendecir todo lo que os rodea, aunque no os parezca coherente, pero bendecid desde el agua que tomáis y con la que os bañáis, bendecid los alimentos, bendecid vuestro hogar, el mismo jabón que os limpia, los utensilios que utilizáis, todo, todo lo que os rodea y tomáis a diario para vuestro sustento y trabajo, todo fue Creado para serviros pero tiene que ser bendecido porque está afectado por el mal y así, al bendecir todo aquello, regresa a Mí, regresa purificado por vuestra bendición, vuelve a regresar a su Creador.

A vosotros os toca ir reparando todo aquello que quedó dañado por el pecado de vuestros Primeros Padres; ved que bella es vuestra misión, ir reparando, purificando, limpiando la Creación completa, es volver a tener vuestra casa limpia que se ensució por el pecado, es ir barriendo toda suciedad que está afectando vuestra casa.

Mi Creación, limpiadla y ofrecédMela nuevamente, como fue en un Principio Creada con Amor para vosotros. EntregádMela ahora de corazón, también con amor, a Mí vuestro Creador.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Pequeños Míos, os pido que aumentéis vuestra confianza en Mis deseos, muchas veces os pediré algo que será difícil que podáis entender, pero deberéis dar el primer paso.

El primer paso es la donación y es la obediencia a lo que Yo os mando, en ese primer paso os negaréis a vosotros mismos, negaréis vuestra inteligencia humana, vuestra sabiduría humana y os acercaréis a la Divina. La obediencia a Mí tiene que ser una obediencia ciega, confiada y con ello aceptaréis que de vuestro Dios nunca va a salir nada malo ni para vosotros ni para los vuestros. El dar el primer paso Me halaga a Mí y Yo puedo aumentar Mi Confianza en vosotros y daros misión para mayores. Aquel que es timorato, aquel que no quiere dar ese primer paso por el temor al qué dirán ó el ver un posible peligro para su cuerpo, alguna molestia para él ó que os quite vuestra comodidad, son las almas que no sirven para que se le den cargos importantes. Aquel al que se le da mucho, aunque se le pedirá mucho, también le daré mucho en el Reino de los Cielos. Me gustan las almas valientes, las almas confiadas las almas que Me ven a Mí primero antes de ver los humanos intereses, sed ejemplo para vuestros hermanos.

La santidad se consigue así, almas valientes que dieron el primer paso, que abrieron su corazón y Yo Me derramé en ellos. Dad, dad y Yo os daré pero tengo que estar seguro en qué alma caerán todas Mis Bendiciones, tienen que ser almas dispuestas a darlo todo por Mi Bien.
Gracias, Mis pequeños.