Nov 01_04 ¡El Amor!, ¡Todo debe ser Amor!

Rosario.

 

Mensajes de Dios Padre y nuestra madre Eva a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Mis pequeños, todo es vida en Fe, vuestro ser, se manifiesta por la Fe. Pensad que estáis aquí junto Conmigo, por Fe, actuáis por Fe, transmitís por Fe. Es un Don grande que Yo le doy a los Míos.

PedídMela, para que sea acrecentada en vosotros. La Fe, pertenece a Mis hijos; vivís por medio de ella, entendéis  Mis Palabras, entendéis Mis Obras, entendéis a vuestro Dios por la Fe.

Es un gran Regalo, que Yo doy a Mis pequeños en el Bautismo.

La Fe, siempre estará ahí en cada uno de vosotros, pero también la Fe, puede ser disminuida, puede ser despreciada y de ésta forma el alma no crece, porque al no creer en Mí, al no creer en Mi Presencia, no solamente en todo aquello que está Bendecido por Mí, la Presencia de Mi Hijo en la Sagrada Eucaristía, la Presencia de la Trinidad en todo lo que os rodea, si no hay Fe, Mis pequeños, el alma no crece, se mantiene entre la penumbra.

La Fe os va a dar esa Luz para caminar entre las tinieblas, a través de la Fe, podréis ver todo, lo que para otros está escondido.

Podréis aprender los grandes Misterios de vuestro Dios, lo que para los sabios, los grandes, a los entendidos como dice la Escritura, se les cierra, porque la Fe, cierra su mente y su corazón; por esa falta de Fe, ellos no pueden crecer.

Por eso Mis pequeños, buscad acrecentad vuestra Fe amándoMe, sabiendo que Yo Estoy ahí, con vosotros en todo momento, que Mi Vista está siempre puesta en vosotros, vuestra vida está en Mi Corazón. Yo os cuido, Yo os doy todo lo necesario, Yo velo por vosotros y vosotros lo creéis así por la Fe que existe en vuestro corazón.

Mientras que aquellos que se sienten solos, apartados, olvidados, despreciados por el Mundo, al faltarles la Fe se sienten que no son nada. Siguen siendo Mis hijos, pero no hay intercambio amoroso, no hay esa confianza de Padre hijo, hijo Padre, y eso por su falta de Fe, por su falta de confianza, por su falta de amor, por su falta de esperanza.
Pedid más Fe para vosotros y para vuestros hermanos.

Que vuestra Fe pueda ser puesta a prueba y que podáis salir victoriosos de ella sin ningún problema, porque así será en estos tiempos, es la Fe la que será puesta a prueba y debéis estar fuertes para que vosotros mismos salgáis victoriosos y que podáis ayudar a vuestros hermanos a salir también victoriosos de ella.

La Fe los lleva al Amor y al encontrar el Amor, tendréis todo.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla nuestra madre Eva.
(Lenguas) Hijitos Míos, (Lenguas), estáis ante los albores del Nuevo Reino, del Nuevo Paraíso, yo soy la madre del Género Humano, soy vuestra madre Eva, he venido, mis pequeños, en cierta forma arrepentida por el mal que os he causado.

Sois de nuestro linaje, grandes maravillas, grandes portentos nos dio Nuestro Dios. El confió en nosotros. Grandes bellezas vimos en el Principio, las maravillas de la Creación las pudimos gozar, las vivimos, Nuestro Dios, el Creador estaba con nosotros, estaba en nosotros, vimos la vida del Principio.

¡Cuántas bellezas! ¡Cuánto Amor! bellezas infinitas que aún vosotros mis pequeños, descendientes nuestros, no os podéis imaginar. Vivíamos una dicha Celestial, ciertamente, nuestra hechura nos daba también esa inocencia, de ahí se aprovechó el mal, pero nosotros, especialmente yo, quise más, no supe apreciar los portentos de la Creación que se nos dieron en totalidad, nada se nos ocultó.

Fue un momento de flaqueza, un momento que ha costado muchas almas, mucho dolor, dolor a Nuestro Padre.

Os seguimos amando, el Amor no se ha apartado de nuestro ser.

Se nos ha dado la Gracia de estar con cada uno de vosotros; como padres del Género Humano os seguimos cuidando.

Oramos tanto por vosotros para que no caigáis en el pecado, que fue separación, dolor hacia Nuestro Dios.

Mis pequeños, ¡Cuánto dolor seguimos teniendo! porque vosotros seguís sufriendo por nuestra causa.

Vosotros podéis reparar, podéis ayudarnos a entrar nuevamente a esa Pureza, a esa Santidad con nuestro Dios. Recordad cómo en una familia se puede reparar por los antepasados; necesitamos de vosotros, esa reparación y ese perdón que salga de vuestro corazón sincero, amoroso, ese perdón hacia nosotros.

Gran dolor les hemos causado a todas las generaciones, vosotros podrías estar en una dicha eterna y os quitamos todo aquello.

¡Perdón, perdón pido a todos vosotros! ¡Perdón pido en nombre de mi esposo Adán por tanto dolor que le hemos causado a Nuestro Dios!

Espero comprendan, Mis pequeños, el dolor que yo como madre llevo en mi corazón, ¡Perdón, perdón nuevamente!

Acercaos a nosotros que os podemos levantar, os podemos dar fuerza para que no caigas nuevamente en garras de nuestro enemigo y no le causemos más dolor Al que Es todo Bondad, a Nuestro Amor Infinito, Nuestro Dios, Nuestro Creador.

¡Amad, amad, como no pudimos amar! Sois de nuestra familia todos vosotros, ¡Amaos, amaos, amaos Mis pequeños! Ahora podemos ver todo lo que Nuestro Dios y Creador tenía para cada uno de vosotros y de nosotros.

Luchad, luchad fuertemente contra las fuerzas del mal, él quiere seguir destruyendo el linaje escogido.

Volved a los pasos, a los primeros pasos de la Creación: ¡El Amor!, ¡Todo debe ser Amor! ¡Todo estaba santificado en el Amor! ¡Santificaos, mis pequeños, en el Amor!

Gracias, gracias mis pequeños, gracias, porque habéis escogido el buen camino, estamos con vosotros, oramos por vosotros, os apoyamos, ahora ya vivimos en familia. Gracias, os amamos, os amamos infinitamente con ese Amor de Nuestro Dios.
Gracias.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, la vida, Mi Vida, se os da continuamente.

Vivís en el Cielo, vivís para gozar y bajáis a la Tierra a servirMe, se os da otro tipo de vida, vida humana para servirMe. Obtenéis esa vida por vuestro “fiat”, por vuestra donación de corazón en el Cielo.

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­Nuevamente se os da otra vida, cuando con vuestra vida humana Me dais otro “fiat” en el cual Me permitís Vivir plenamente en vosotros. Se os da otro tipo de vida cuando tomáis la Sagrada Eucaristía, y así  obtenéis ese Alimento de Vida.

Se os da Nueva Vida cuando  estáis viviendo la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, llevando Vida a vuestros hermanos, y se da otro tipo de Vida, cuando al final de vuestra misión regresáis victoriosos, y aquí Yo os recompenso por lo que hicisteis para Mí, en vuestros hermanos.

Os digo esto Mis pequeños, para que os deis cuenta, cómo el alma continuamente está recibiendo Vida de Mí, ¿por qué? porque para aquellos que no confían en Mí, no hay Vida en ellos, sino muerte, no comprenden toda la Vida que Yo os puedo dar en los diferentes momentos de vuestra existencia.

Hacedles ver, Mis pequeños, que vuestra vida siempre está en continúo crecimiento, la Vida máxima que obtendréis es la fusión total Conmigo, y así seremos uno para el otro, uno en otro, uno solo.

Manteneos creciendo con esa Fe, que habéis aceptado en vuestro corazón y que día a día, estáis acrecentando, manteneos.

Caminad hacia delante, y que ese crecimiento vaya dando vida a vuestro alrededor, hacia vuestros hermanos, a todos aquellos por  los que pedís alrededor de Mundo.

Yo Soy Vida y vosotros debéis dar vida también.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Mis pequeños, ciertamente veis mucha maldad en el Mundo, mucho error, ciertamente se ve mucha obscuridad espiritual, pero no está perdido el Mundo, Mis pequeños, os lo puedo asegurar.  Mi Luz prevalece, Mi Luz sigue guiándoos entre las tinieblas. Mi Luz sigue atrayendo a esas almas buenas, a esas almas santas, que por Fe Me aceptan y Me siguen a pesar de la obscuridad a su alrededor.

Mis pequeños, ésa Luz se va a ir intensificando en estos tiempos, en donde Yo, a través de Mi Santo Espíritu de Amor, Me iré derramando sobre todas las almas.

Yo no puedo abandonar a la creatura, Yo no puedo abandonar al que cree por amor. Confiad en ello, Mis pequeños, confiad siempre en Mi Amor.

Yo voy buscando a las almas, Yo las voy arrancando de las garras del enemigo, Yo voy guiando los pasos de las que se han desviado, y les voy dando más Vida a las que Me reconocen y Me siguen.

No, Mis pequeños, Yo no Soy ése dios de quien muchos de vuestros hermanos hablan, del que los ha abandonado. No Mis pequeños, Yo Soy todo Bondad, Yo Soy todo Amor. YoHe hecho un compromiso Conmigo Mismo, en Mi creatura de Amarla, de respetarla, al grado de que respeto vuestro libre albedrío.

Pero aquellos que como os he dicho, Me han aceptado por la Fe que hay en su corazón, Yo las cargo y las acerco más a Mi Corazón, son las almas consentidas en las que puedo descansar de los dolores de los pecados que vienen del Mundo, de esa fragilidad humana, que en lugar de pedir ayuda para fortalecerse, se dejan, se dejan ir en manos del mal. 

Pero cuento con vosotros. Vosotros ahora entendéis Mi Dolor, vosotros ahora también entendéis Mi Alegría cuando encuentro almas como vosotros. Vosotros ahora estáis entendiendo a vuestro Padre y Dios, ya estamos entrando en esa familiaridad, y quiero que permanezcáis ahí, subiendo en Gracia, en Amor.

Manteneos firmes, que Yo os daré todo lo necesario para que Me alcancéis, para que alcancéis a conocerme más íntimamente, como muchos hermanos vuestros -los Santos-, han logrado, y que siguen lográndolo, que siguen acrecentando ese conocimiento aquí en el Reino de los Cielos.

Conocer a su Dios, conocer sus Bondades, es de lo más gratificante para el alma. Permaneced, Mis pequeños en esa Fe y en esa Confianza, creciendo día a día, pidiéndoMe lo que necesitéis, pedidMe hasta lo imposible, os he dicho, que para Mi no hay imposibles; pedidMe lo imposible para los vuestros y para vosotros mismos, ¡Me encanta regalar! ¡Me encanta agradecer!, ¡Me encanta hacer crecer a las almas que confiadas vienen a Mí, pidiéndoMe a Mí, su Padre, esos imposibles para hacer posible todo en la vida de ellos y en la de sus hermanos!

Yo Me derramo más sobre aquellas almas que piden para ayudar; que no se os olvide esto Mis pequeños, estáis para ayudar a vuestros hermanos y al ayudarles a ellos os estáis ayudando a vosotros mismos.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
La Cruz tiene un valor infinito, la cruz empezó para el género humano desde el Principio, en el pecado de vuestros Primeros Padres.

Desde ese momento, la cruz empezó a afectar con su dolor a todos vuestros antepasados, pero era una cruz que aniquilaba, porque al entrar con el pecado empezó a aniquilar lo creado.

Esa cruz iba destruyendo, iba llevando al Hombre a lo más bajo, una cruz que era muy pesada para levantar y, por vivir en el pecado, no se podía levantar. Era una cruz que tenía que sufrir el género humano para darse cuenta que al ponerse en contra de su Dios, no se puede tener paz, no se puede volar hacia Él, no se puede tener libertad; sino que el peso del pecado la va abrumando, os va llevando hacia la desesperación, hacia la muerte, hacia la lucha, hacia la guerra fraterna, hacia la destrucción.

Mandé a Mi Hijo para que pudiera levantar la cruz, Él levantó la Cruz por todos vosotros, es más, Él Mismo se puso en la Cruz para levantarla, y  para que a través de Ella, ya vuestros sufrimientos no os siguieran llevando hacia esa destrucción, hacia esa muerte, a ese peso grandísimo que ya no podía soportar el género humano.

Él tomó la Cruz, la llevó y la Glorificó; Él se puso enfrente de esa Cruz, para que ya no os aplastara, para que Ella en lugar de seguir dando muerte, Él al frente de esa Cruz, allí Crucificado, os diera Vida; que ya no vierais la cruz de destrucción, sino al Dios que os levantaba y que os daba Vida, que os daba nuevas oportunidades de crecimiento, de recuperación, que se habían perdido por la cruz que os aplastaba por el pecado.

La Cruz también os glorifica a cada uno de vosotros al vivir en la Vida de Mi Hijo y así os ponéis también vosotros en Su lugar, seguís padeciendo la Cruz, seguís padeciendo el dolor, seguís padeciendo la muerte pero, con la ayuda de Mi Hijo que está al frente de Ella, os ponéis junto con Él y la podéis levantar.

Ya no estáis solos, Mis pequeños, para tratar de levantar la Cruz, Mi Hijo la ha levantado por vosotros y os ayuda a poder seguir adelante y a poder levantar a éste género humano que había caído y que llevaba la cruz con sus brazos solos,  sufrientes.

Ahora ya, con Mi Hijo estáis siendo ayudados, Él os lleva de la mano, Él toma todo el peso, os ha aligerado la carga de vuestra vida, para que podáis ver Mis Delicias, para que podáis ver esa Luz de crecimiento, para que ya no veáis solamente lo que os trae la Cruz, su peso, o sea, el dolor; ya no veréis solamente eso si estáis Conmigo, ahora ya podréis ver las Puertas que se os han abierto de Gracia, de Gloria, de regreso al Reino de los Cielos.

La Cruz ya no os impide esto, se ha aligerado vuestro camino, y ahora ya podéis no solamente caminar, sino correr presurosos hacia la obtención de la Vida que Yo os doy.

Gozad ya, Mis pequeños, y haced gozar a vuestros hermanos de esa libertad que os ha dado Mi Hijo al cargar la Cruz de siglos, ahora ya podéis vivir libremente y llenaros de Virtudes y de Amor y no solamente pensar en muerte y destrucción como os llevaba la cruz antiguamente, antes de que Mi Hijo viniera.

Ved ahora lo bello, ved ahora lo Santo, ved ahora lo que fue realmente el Sacrificio de Mi Hijo. Ya, ya no cargaréis más el peso de la muerte, estáis ahora en la libertad de gozar de la vida que se os dio a partir de que Él vino a cargar con todo aquello que os mantenía en el suelo, en el polvo, en el pecado.

Agradeced, levantaos y venid presurosos al Reino de los Cielos.