Rosario. La Festividad de San Joaquín y Santa Ana.
Tema Único:
- Habéis luchado contra el Mundo y habéis vencido.
Mensaje de la Santísima Virgen María a J.V.
Hijitos Míos, hoy celebrando ésta festividad de Mis Padres, San Joaquín y Santa Ana. Ellos supieron ser dóciles y tuvieron la Fe de saber que iban a tener un bebé. Yo, su Hija, la Hija de Dios, nací de ellos, Me amaron y Me entregaron al Templo para llevar a cabo Mi Misión.
No fue un abandono, sus lazos de amor han permanecido siempre; pero ellos se dieron cuenta de que un Lazo de Amor más fuerte que el de ellos Me llamaba, que era el de Nuestro Padre, Mi Padre.
Ellos entendieron su Misión, la aceptaron.
Mis pequeños, vuestra Misión ahora queda Bendecida en la Santísima Trinidad, queda protegida por Mí, vuestra Madre y en éste día que se celebra la fiesta de Mis Padres. Ellos están marcando también ésta nueva donación para la humanidad; acercaos a Mis padres también, para que ellos os entreguen a vuestro Dios, a Mi Dios.
Son regalos Divinos que no debéis preguntaros el por qué de ellos y si tuvisteis algún mérito para obtenerlo; no Mis pequeños, es el Plan de Nuestro Padre Dios, que se derrama sobre Sus hijos, Sus hijos fieles, Sus hijos que mantienen ese Pacto de haberlo escogido a Él, solamente a Él como Único Dios.
Sois parte del Pueblo, de ese Pueblo escogido que dijo “sí” a Su Voluntad, que a pesar de lo que el Mundo otorga, os habéis apartado del Mundo y de su pecado.
Habéis luchado contra el Mundo y habéis vencido. Os ha acrisolado y ahora nacéis purificados.
Estáis en Presencia de vuestro Dios y Él os Bendice, Yo estaré con vosotros, os Guiaré os Aconsejaré, os Protegeré de todo ataque.
Sois pequeñitos y necesitáis a la Madre para que os proteja. Estáis bajo Mi Manto.
Hijitos Míos, ahora sois autores también, de éste Nuevo Mundo que se acerca; protagonistas de ésta Nueva Etapa de la Humanidad.
El Cielo se Goza con ello, que vuestro gozo sea inmenso también, pero más vuestro agradecimiento y que vuestro agradecimiento os lleve a ésa humildad profunda como la Mía; y guardad todas éstas cosas en vuestro corazón, porque no las entenderéis ahora, simplemente obrad para vuestro Dios.
Yo os Bendigo Mis pequeñas, Yo os Bendigo y os Felicito.