Rosario.
Temas:
- Sois Mis pequeños, Mis bebés, Mis íntimos, entrad, entrad en los aposentos de vuestro corazón, aposentos Divinos que se abrirán para que gocéis con vuestro Dios.
- PídanMe que destruya las murallas que separan a los pueblos, pídanMe que sean un solo mundo, un solo corazón, en el corazón de los hombres en toda la Tierra, que Yo Viva plenamente ¡YA!, ¡YA!, Mis pequeños, en todos los hombres.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Sois Mis pequeños, Mis bebés, Mis íntimos, entrad, entrad en los aposentos de vuestro corazón, aposentos Divinos que se abrirán para que gocéis con vuestro Dios.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, el don de la oración que he puesto en vosotros, en vuestra lengua y en vuestro corazón, es muy grande, es poderoso, Mis pequeños, cuando oréis, cuando oréis a Mí, vuestro Padre, acercad vuestro corazón al Mío, acercad vuestros labios a Mis Oídos, para que vuestra oración, vuestra donación, vuestro amor por la oración, no se pierda nada. Escucharé, escucharé con todo Amor, con toda atención lo que de vuestro corazón salga, lo que de vuestros labios salga.
Se os ha educado, se os han purificado vuestra lengua y vuestra mente, se os ha guiado, para que nada de lo que salga de vuestro corazón y de vuestros deseos se pierda.
Cuando estéis orando, Mis pequeños, estad atentos a lo que digáis, a lo que penséis, a lo que deis, a lo que donéis, todo será tomado en cuenta. Unidlo, unidlo a los deseos de Mi Amor, a los deseos de Mi Corazón, para que nada se pierda, Mis pequeños, Yo estaré atento, como el Padre escucha al pequeño. Balbucead, entrad, venid, amad, respirad junto Conmigo, que seamos uno solo, un solo corazón, una sola vida, una sola oración, estáis con vuestro Dios, habéis entrado al Tabernáculo Divino, se os ha enseñado a ello.
Mis pequeños, ahora sois grandes en la oración, no desperdicies nada, atended a Mis peticiones que os hago en lo profundo de vuestro corazón, observad las necesidades del mundo, las necesidades espirituales de vuestros hermanos.
Amad, amad la necesidad, amad al pobre, orad por él, interceded ante el necesitado, ahora tenéis las armas, Mis pequeños, el arma poderosa de la oración y de la intercesión, para ayudar a vuestros hermanos y darMe gusto a Mí, vuestro Dios.
Soy vuestro Dios y Soy el Amor y Yo lo he compartido con vosotros. Ahora vuestra oración será la Mía, hoy vuestros deseos serán los Míos, hoy vuestra vida, será la Mía.
Grandes regalos y dones os he dado, Mis pequeños, no los desperdiciéis, os los he dado por Amor, pero con Justicia os pediré cuentas de ellos también. Por ello os pido que no los desperdiciéis, mucha necesidad hay en el mundo y pocas son las almas que se donan a Mi Voluntad y a Mis necesidades.
Amaos, amaos los unos a los otros, que nazca en vuestro corazón ésa necesidad de amarse fuertemente, como Yo los Amo, como Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os Amo.
Vivid, vivid arrobados a Mi Voluntad, a Mis deseos, a darMe contento, traedMe almas, traedMe conversiones, traedMe cosas bonitas, como el pequeño bebé, que arranca una florecita, se va y la entrega a la madre con todo el corazón. Así deseo que vengáis a Mí, corriendo, sencillos, inocentes y trayéndoMe cosas bonitas de vuestro corazón a ofrecerMe, traedMe vuestros actos bellos, inocentes, sencillos, pero hechos con todo vuestro corazón, para halagarMe.
DadMe contento, Mis pequeños, con vuestras delicadezas, con vuestros detallitos pequeñitos, pero amorosos. Soy vuestro Dios, el Dueño de todo, el Creador de todo, pero vuestros detallitos pequeñitos, dados con amor, son vuestros y los llevaré a lo profundo de Mi Corazón, como si Me dierais las más grandes riquezas del Universo.
Yo os Amo, Mis pequeños, y Amo los pequeños detalles de Mis hijos, cuando Me los dais con confianza, viéndoMe, viéndoMe a los Ojos, abrazándoMe, con ésa sencillez de niño inocente que solamente sabe amar y arrojarse a los brazos de sus padres.
Amo vuestros detallitos, Mis pequeños, Amo vuestros detallitos, no Me los quitéis, no Me olvidéis, Yo siempre estoy pendiente de vosotros y de lo que Me deis.
Infinidad de almas se olvidan de Mí y de Mi Bondad, reparad, Mis pequeños, ésos olvidos, con vuestras ternuras, hacedMe olvidar lo que no se Me da, dándoMe vuestras caricias, acordándoos de Mí, lo más continuamente que podáis, durante el día.
DejadMe que os acompañe, dejadMe Ser alguien en vuestra vida, dejadMe derramar Mi Amor sobre vuestro corazón, y sobre todos aquellos por los que pidáis, Mis pequeños.
Torrentes de Bendiciones tengo para todos vosotros, pero no Me las pedís, dejadMe, Mis pequeños, a través de vuestra petición amorosa y sencilla, mover el corazón de los hombres, interceded por ellos, por los que están vacíos, por los que no se acuerdan de que tienen un Padre Amorosísimo, que los Ama, que los recuerda en todo momento y que solamente desea su bien, a pesar del mal que provocan a Mi Corazón.
DadMe todo vuestro ser, que Yo os llenaré con el Mío. Vuestra pequeñez quedará satisfecha al tenerMe a Mí en plenitud. DejadMe, dejadMe que Yo os provea de todo, de todo lo que necesitéis.
Venid a Mí con confianza, Yo Soy el Dueño de todo, y os puedo dar todo.
Sé que ahora estáis en Mi Corazón y sé que las cosas del mundo no os van a apartar de Mi Corazón. PedidMe lo que deseéis para vosotros y para los demás. Sé que, si Me pidierais riquezas, no os apartaríais de Mi Corazón. Ya aprendisteis Quien Soy Yo, como os Amo y conocéis ahora la riqueza de Mi Amor, que sobrepasa infinitamente las riquezas de la Tierra, ahora conocéis a vuestro Dios y ya no Me puedo atemorizar de que os pueda perder al llenaros de los bienes de la Tierra. He puesto Mi Confianza en vosotros y no Me habéis fallado.
Gracias, Mis pequeños, ahora venid a lo profundo de Mi Corazón, y gozad interiormente Conmigo. Entrad en lo profundo de Mi Corazón y acompañadMe, tomad unos instantes con vuestro Dios, que os Ama tanto, entrad, que ahí os estoy esperando.
DejadMe daros el Abrazo Divino, dejadMe estrecharos en Mi Corazón, dejadMe que os apapache, que os bese, que os cargue que juegue con vosotros.
Sois Mis pequeños, Mis bebés, Mis íntimos, entrad, entrad en los aposentos de vuestro corazón, aposentos Divinos que se abrirán para que gocéis con vuestro Dios y os pido, Mis pequeños, que entréis a vuestro corazón de aquí en adelante muchas veces durante el día, para que vengáis a acompañarMe, a platicarMe, a compartir, a interceder, a agradarMe.
Os Amo, Mis pequeños, os pido ahora que hagáis silencio, silencio en vuestra mente, en vuestro corazón y encontradMe en vuestro interior.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: PídanMe que destruya las murallas que separan a los pueblos, pídanMe que sean un solo mundo, un solo corazón, en el corazón de los hombres en toda la Tierra, que Yo Viva plenamente ¡YA!, ¡YA!, Mis pequeños, en todos los hombres.
Hijitos Míos, el hombre ha construido grandes barreras contra Mi Gracia, -estáis viendo ésta pared altísima-, así el hombre ha construido éstas paredes éstos muros, éstas murallas altísimas y con ellas, detienen al mismo hombre.
No hay amor, se separan los pueblos, a veces a través de murallas, evitando la transmisión del Amor, a veces a través del odio, creáis fronteras. Todo esto los causa la maldad del corazón, pero Yo, vuestro Dios, Sol de Justicia y de Santidad, brillo, brillo de ambos lados y ésta Luz que Yo derramo sobre los corazones, tanto de un lado como del otro de la muralla que os separa, moverá vuestro corazón, moverá el corazón del hombre hacia su conversión.
Ninguna muralla puede detener Mi Paso, ninguna muralla puede detener Mi Gracia, ninguna muralla puede detener Mi Amor.
Orad, Mis pequeños, para que éstas murallas caigan, se vuelvan polvo y ése polvo lo pise el hombre, que se dé cuenta lo que antes hizo; que ése polvo, quede como consecuencia del Amor, que se den cuenta que el Amor puede destruir ése odio, que el Amor pisoteé lo que antes fue ésa muralla de piedra, inexpugnable, difícil de pasar.
Me viste hasta arriba de la muralla. PídeMe que destruya ésas murallas en los corazones de los hombres, pídanMe que destruya las murallas que separan a los pueblos, pídanMe que sea un solo mundo, un solo corazón, en el corazón de los hombres de toda la Tierra, que Yo Viva plenamente ¡YA!, ¡YA!, Mis pequeños, en todos los hombres. Lo podéis lograr, destruyendo murallas, haced que ésas murallas se vuelvan polvo, lo podéis lograr, Mis pequeños contáis ahora con el Poder de Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.