Ene 21_02 Si estáis vivos todavía es por Mí Voluntad y la de Mí Padre.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Si estáis vivos todavía es por Mí Voluntad y la de Mí Padre
Hijitos Míos, sigo siendo el eterno olvidado, sigo siendo el desconocido para muchos de vosotros.

Mis pequeños, Yo, Jesús, vuestro Dios, se Me sigue apartando de muchos corazones. Yo, el que Soy todo Amor; Yo, el que os busca y persigue hasta encontraros; Yo, el que ha reservado un lugar para cada uno de vosotros en la Casa de Mí Padre.

Sí, Mís pequeños, os busco y no os encuentro. Os busco como la novia apasionada por el novio amoroso. Os busco y no os encuentro, a pesar que de Mí obtenéis todo.

Mucha ingratitud existe en vuestro corazón, en el corazón de los que ya me conocen y mucha tibieza existe en otros, que no hacen nada por saber de Mí, por temor al compromiso.

Vuestros corazones se han vuelto de piedra, ni me dais amor ni lo dais a vuestros hermanos. Buscáis sólo aprovecharos de las cosas del mundo, pero no buscáis Mís Bendiciones ni la ayuda de vuestros hermanos.

Mis pequeños, no podéis vivir aislados en el mundo, no debéis hacerlo, porque si Yo os apartara de Mí vista y vuestros hermanos de su corazón, pronto moriríais. No os sintáis prepotentes, porque éste es un acto de soberbia y ella va en contra del Amor. No os sintáis que podéis vivir sin Mí y sin vuestros hermanos, porque enloqueceríais de soledad. No le privéis al alma de su alimento principal, el amor. El alma de todos vosotros necesita amar y ser amada, es una necesidad real y cuando a un alma no se le da el alimento, se pierde, se desperdicia, se muere.

Así como vuestra alma necesita de ese amor, de ese calorcito que la mantiene viva, también Mí Corazón necesita que se le alimente y ese alimento sólo me lo podéis dar vosotros.

Sí, Yo Soy Dios, en la Segunda Persona de la Trinidad. Sí, Yo podría prescindir de todos vosotros, de todos vuestros actos y seguir inmutable, pero es Mí Amor, el Amor de Mí Padre por crearos, que me hace cuidar de cada uno de vosotros, amaros y procurar regresaros a la Casa Paterna, lo que me hace vivir.

Sí, tengo Corazón de Dios, pero también tengo corazón humano y peste sufre mucho por la falta del alimento que no recibo de vosotros. Muchas muestras de amor y de cuidados os doy a diario. De muchos problemas y caídas os protejo. De tantos ataques del enemigo os cuido y ni siquiera os dais cuenta de ello, porque no os preocupáis por conocerMe y de saber cómo actúo para preservaros del mal en el mundo en el que ahora vivís. Estáis tan distraídos en lo que os rodea que no tenéis tiempo para entrar en vuestro corazón y buscarMe ahí, ¡estoy tan cerca y a la vez tan lejos!

Os pido que aprendáis a buscarMe en vuestro corazón, porque llegará el tiempo en el que no tendréis ayuda externa, ya que Yo me comunicaré con las almas directamente, dentro de vuestro corazón. Aprended a escucharMe, aprended a oirMe, aprended a apartaros de los ruidos y tentaciones del mundo y entrad a vuestro verdadero mundo, Mí Reino, dentro de vuestro corazón.

Sabed que Yo os necesito, necesito de vuestra atención, necesito de vuestro amor, pero también entended que vosotros necesitáis mucha más de Mí. Yo Soy vuestro Dios y sin Mí no sois nada. Toda vuestra vida depende de Mí y si estáis vivos todavía es por Mí Voluntad y la de Mí Padre que está en los Cielos. Nuestra Divina Providencia os da lo que necesitáis, pero aprended a ser agradecidos con Aquel de quien obtenéis TODO.

Os vuelvo a repetir, no viváis aislados, ni de Mí ni de vuestros hermanos, de aquellos que sólo desean vuestro bien. Somos familia y si se apartan sus miembros, ésta se rompe y se pierde.  El amor une, el odio y el olvido desune.

Os di la parábola de la oveja pérdida en donde el pastor, dejando al rebaño, va y busca a la perdida. Vosotros, los apartados de Mí, los que no buscáis estar con vuestros hermanos,  en el verdadero amor, sois las ovejas perdidas; os busco, os doy muchas oportunidades para que regreséis al redil, pero no os obligo y, si a pesar de tratarlo no queréis hacerlo, el lobo vendrá y os devorará. Las ovejas, todas unidas, se pueden defender unas a otras, pero, si os mantenéis aislados, no tendréis quién os proteja. Quien quiera entender, que entienda.

Yo os bendigo en Nombre de Mí Padre, en Mí Santo Nombre y en el Nombre del Amor de Mí Santo Espíritu.