Mensaje.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Los jovenes viven ahora una vida de desahogo emocional tremendo.
Imaginaos Mís pequeños que estáis dentro de una nevera, con un frío que os cala hasta los huesos. Imaginaos que estáis absolutamente solos en un desierto de nieve en donde sabéis que vuestros gritos y sollozos no van a ser escuchados por alguien, porque no hay habitantes en muchos kilómetros a la redonda. Imaginaos que, estando en este desierto de nieves eternas, se empiezan a acercar bestias salvajes para atacaros y que yendo acá o allá no tendréis resguardo ni ayuda.
Así, Mís pequeños, Me siento Yo, vuestro Dios, en muchas almas. Una frialdad espiritual espantosa, una soledad horrible y, como si fuera poco, un ataque descomunal a Mí Persona.
¿Qué es lo qué os he hecho de malo que tanto castigo Me dais? Si Yo hubiera sido un ladrón, un asesino de lo peor, un verdugo que os ha herido fuertemente, estoy de acuerdo en que Me mereciera esto y más, pero si de Mí sólo habéis recibido Amor, comprensión, donación total de Mí Vida para vuestra salvación, no comprendo por qué me pagáis así.
Esta humanidad se ha vuelto helada, olvidada de su Dios. La juventud, principalmente, es la más afectada. Durante el día, aparentemente goza y es feliz, los jóvenes viven ahora una vida de desahogo emocional tremendo. Se buscan “nuevos valores” para divertiros. Se buscan nuevas modas para estimular más los sentidos. Se buscan nuevas sensaciones, a través de los vicios y de las drogas para “gozar a lo máximo”. Este es realmente el lema actual, gozar a lo máximo, pero evitando el sentirse después arrepentidos, por eso Me han sacado de su corazón, para no sentir Mí Presencia que les haga ver su error y su pecado.
Sí, aparentemente gozan durante muchas horas de lo que el mundo, guiado por el demonio, les regala. Sí, ven diversión, con bailes y vestimentas faltos de pudor. Gente impúdica, quizá hasta drogada, quizá enviciada por el alcohol, moviéndose al ritmo de la música, que parece más de los Infiernos que de la tierra.
Sí, aparentemente gozan, pero luego vienen las horas siguientes, en la soledad entre ellos y Yo. En las otras horas me pudieron acallar con el ruido de la música, con las drogas o con el alcohol, pero en la soledad ya no lo pueden hacer y es cuando “la voz de la conciencia”, o sea Mí Voz, los reprende, saben que han obrado mal, saben que existo. Al pedirles cuentas de sus acciones muchos no lo soportan, se vuelven a drogar o se emborrachan. Los muy débiles espirituales pueden llegar hasta a suicidarse, por los ataques del demonio. O en una gran mayoría, simplemente les importa muy poco lo que pueda Yo sentir o decir, porque ya no estoy en su corazón.
Sí, Mís pequeños, estáis viviendo un mundo irreal, en el que se le da un placer inmenso al cuerpo, gozo desenfrenado y se le enseña al alma a no escucharMe para no sentirse mal por la forma en la que viven; verdaderamente son hijos del maligno.
Mís pequeños, os pido mucha, pero mucha oración por vuestros hermanos que están viviendo en el error profundamente y que no les interesa, por ahora, su conversión, para que cuando les llegue su día y su hora no los encuentre fuera del Estado de Gracia de su alma. Lo mismo os pido por aquellos que, habiéndose convertido en instrumentos del mal, preparan los lugares de “diversión” para los jóvenes y con ellos los van hundiendo cada vez más en el pecado y en la muerte espiritual.
Hijitos míos, os he dicho que aprendáis a ver a las almas y no a los cuerpos y así os daréis realmente cuenta de las necesidades espirituales de vuestros hermanos y de todo lo que debéis pedirMe y ofrecer por ellos. El maligno ha logrado desviar su atención para evitar que ellos se vuelvan a Mí, ya que le pueden hacer mucho daño si llegaran a seguir Mí Palabra y Mis Enseñanzas. Él sabe del potencial tan grande que tienen los jóvenes; es la edad de las grandes empresas, de las más grandes ilusiones y aventuras y si son bien guiados pueden llegar a lograr grandes cosas para bien propio y para muchos; pero si son mal guiados y engañados, se les desperdicia, se les desvía y hasta se les puede destrozar para siempre.
Os pido por favor, que oréis fuertemente por Mís jóvenes, por la juventud del mundo entero, para que sea Yo, bajo Mís enseñanzas y Mí Palabra, quien los guíe.
Gracias, Mís pequeños, por ayudarMe a devolverles la Vida a vuestros hermanos.
Yo os bendigo en Nombre de Mí Padre, en Mí Nombre y en el Nombre del Amor de Mí Santo Espíritu.