Abr 05_02 No Tener otro Dios Fuera de Él. (PRIMER MANDAMIENTO).

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: No Tener otro Dios Fuera de Él. (PRIMER MANDAMIENTO)
Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os dije: “No tendréis otro Dios fuera de Mí”, y ahora os lo quiero explicar.

Todo lo que esté fuera de Mí, tiene sus raíces en lo humano y por ser así, todo es imperfecto. Todo aquello que esté basado en el materialismo humano o, peor aún, en el orgullo humano, nunca va a poder igualar a las obras de vuestro Dios.

Ved, observad todo y a todos aquellos que están fuera de Mí y que no se guían por Mí Santa Voluntad, todo se corrompe, corrompen a los que los siguen y terminan con todo y no de muy buena forma. Recordad en la antigüedad a los pueblos idólatras, a los pueblos soberbios, a los pueblos ricos de los bienes de la tierra, ¿en dónde están ahora? Tanto ellos como sus ídolos de piedra o de metal han desaparecido, sólo queda su recuerdo, recuerdo con el cual debéis aprender para forjar vuestro futuro.

No puede haber ningún dios fuera de Mí porque ninguno podrá actuar con el Amor y con la Misericordia con la que Yo actúo. Sí, Mis pequeños, Mí Amor y Mí Misericordia son inigualables y nadie puede actuar con ellos si antes no ha sido escogido por Mí, vuestro Dios.

Sólo Yo puedo amar más que nadie. Sólo Yo puedo amar, de igual modo, al bueno que al malo, al que está cercano a Mí Corazón como al que está alejado, al hombre justo como al injusto. Sólo Yo persigo, hasta encontrar, al alma perdida en el pecado, para rescatarla y hacerla vivir. Sólo Yo puedo cambiar el corazón destruido por el pecado, del pecador arrepentido, por un corazón digno para ser llamado hijo de Dios.

No puede haber ningún dios fuera de Mí porque ninguno os puede dar al Hijo que Yo os di.

Sí, existen pueblos basados en las enseñanzas de hombre buenos, de hombres sabios, de hombres iluminados, pero, al fin y al cabo, hombres, quienes fuera de su vida ejemplar, seguían cayendo en los errores propios de la naturaleza humana. Sí, su amor era grande en algunos de ellos, pero su fragilidad humana pronto los delataba.

No puede haber otro dios fuera de Mí, porque nadie ha hecho, ni hará, las grandes obras y portentos que Yo, vuestro Dios y Creador, puedo hacer.

Han existido y existirán guías espirituales basados en el mal, respaldados por Mí enemigo y que han podido hacer “obras grandes a ojos humanos”, pero siempre están rubricados con las señales de él, obras cuya finalidad son, por lo general, el ganar fama, fortuna, soberbia, reconocimiento puramente humano. Son, en pocas palabras, obras intranscendentes y fútiles. Sólo lo Míos perdura; sólo lo Míos libera; sólo lo Mío sana, sólo lo Míos os da lo que tanto necesita vuestra alma.

Sólo Yo Soy Amor en pleno. Sólo Yo Soy Misericordia Infinita. Sólo Yo Soy Divinidad perfecta e inmutables. Yo Soy el mismo Dios ayer, hoy y siempre y no Soy de una forma de ser para unos y de otra forma de ser para otros, adecuándoMe a deseos o exigencias humanas. Yo Soy Dios y no hay otro sobre Mí.

La naturaleza humana está acostumbrada a manipular a sus semejantes según le convenga. Yo, como Padre y Creador de todos vosotros y de todo cuanto existe, Mí única “conveniencia” es la de haceros regresar al hogar eterno, para amaros con Mí Amor infinito y desinteresado, desinteresado porque nunca vais a poderMe dar más de lo que Yo os pueda dar. Mi deseo es solamente manteneros en la calidad en la que fuisteis creados: santos.

Sólo Yo, vuestro Dios, busco vuestro bien, el bien de cada uno de vosotros, porque de Mí salisteis y lo Mío, todo lo Mío, debe estar sellado por la perfección del Amor. Todo aquello que no esté sellado de Amor no puede ser Mío ni pertenecer a Mí y todo lo que es Mío, todo lo que sale de Mí, produce frutos en el Amor.  

Por eso, no puede haber otro dios fuera de Mí, porque Yo Soy el verdadero Dios del Amor, pero del Amor Divino, no del amor carnal, humano, al que ahora muchos de vosotros seguís. No es dejéis confundir por aquellos que os hablen de amor, tened la sabiduría de preguntaros: ¿a dónde me quieren llevar con lo que me están proponiendo?, ¿buscan mí crecimiento interior o sólo me están buscando para darme frutos de la tierra?

Vuestra corrompida naturaleza tiende fuertemente a unirse a las cosas del mundo y por ello vuestro discernimiento deber ser más profundo y éste sólo se consigue a través de la oración y la oración sólo os lleva a Mí.

Por eso, si realmente queréis crecer en el Amor verdadero, vuestra oración debe ir en Mí búsqueda y es ahí en donde encontraréis la Verdad.

La Verdad, Mí Verdad, habita en vosotros, pero debéis encontrarla a través de la oración profunda y HUMILDE, os remarco, humilde, porque nunca Me podréis encontrar si no Me buscáis a Mí y a Mís intereses antes de buscar los vuestros.

No busquéis otro dios fuera de Mí, porque en lugar de haceros crecer, os disminuirá. El ser humano no fue creado para que su humanidad fuera grande en sí misma, sino para que las obras que salieran de él, dirigidas por un corazón amoroso, les dieran la calidad de hijo de Dios. Es vuestra alma, envuelta en Mí Amor y en Mís Virtudes, la que debe dar a cada ser humano su dignidad y su reconocimiento y sólo así prevaleceréis por los siglos de los siglos.

Si vuestro dios es un dios de barro –vuestra carne- o de metal –las riquezas de este mundo-, estáis sentenciados a durar tanto como lo material dura en esta tierra. Sólo lo Divino, sólo lo Santo, sólo lo que está basado en el Amor de vuestro Dios, puede perdurar. Entended bien esto, Mís pequeños.

Yo os bendigo en Mí Santo Nombre, en el Nombre de Mí Hijo Jesucristo y en el Nombre del Amor de Mí Santo Espíritu.