Nov 23_09 Vosotros debéis pedir, en humildad, vuestra propia purificación.

Rosario vespertino.

Temas:

  • Os pido que ahora os propongáis vivir más en oración, para la salvación de las almas de vuestros hermanos y aún de vuestra propia alma.
  • Quisiera ya llenaros de Mis regalos, regalos espirituales grandísimos, bellísimos, inigualables, pero vosotros no abrís vuestro corazón.
  • Falsos profetas existen ya por todos lados, que os profetizan bienestar, un cambio favorable sin problemas, cuando esto no es verdad.
  • Los gobiernos de la Tierra se han unido para formar un bloque de maldad contra Mí Amor, contra Mis Leyes, contra Mí Vida en vosotros.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os pido que ahora os propongáis vivir más en oración, para la salvación de las almas de vuestros hermanos y aún de vuestra propia alma.
Hijitos Míos, en una familia, cuando sois pequeñitos, no os dais cuenta de la realidad que se vive en ella, porque vosotros recibís el amor de vuestros padres, el cuidado de vuestros hermanos y, de ésta forma, vosotros no os dais cuenta de la problemática que pueda existir dentro del hogar.

Vosotros sois pequeños en el mundo, pequeños, espiritualmente hablando, aunque alcanzáis a ver algo de la problemática mundial, tanto en lo humano como en lo espiritual. No estáis alcanzando a ver toda la profundidad de lo que se está viviendo, estáis viendo solamente la punta del iceberg, la maldad que se va desatando ya fuertemente sobre la Tierra, pero la montaña inmensa de hielo que está bajo la superficie, no la alcanzáis a ver, que es toda la maldad que satanás ha ido diseminando por toda la Tierra, en todos los gobiernos de la Tierra, en muchas almas de los pueblos que se han dejado seducir por satanás y, en lugar de estar Conmigo, Mis pequeños, muchos, muchos de vuestros hermanos alrededor del mundo, en éstos momentos, están alabando a satanás en lugar de estar Conmigo, vuestro Dios.

Recordad, Mis pequeños, por qué mandé el castigo a Sodoma y Gomorra, y fue por esto, porque ya no estaban Conmigo todos sus habitantes. Vosotros no conocéis el corazón del hombre, Yo sí lo conozco y os puedo decir que son muy pocas las almas alrededor del mundo que todavía están Conmigo, que Me buscan, que respetan Mis Leyes y Mis Mandamientos, que desean vivir en Mi Amor. A muchos de vuestros hermanos que os rodean, que veis prácticamente todos los días y posiblemente, hasta creéis que son buenas personas, muchos de ellos, se han pasado al servicio de satanás. Muchos de ellos se han vuelto adoradores de la bestia, de la maldad, del error que ha diseminado sobre la Tierra satanás.

Por eso os prevengo, Mis pequeños, y os he venido previniendo, que ya estáis viviendo momentos cruciales de la humanidad. Se está preparando ya la gran batalla que se librará del Cielo contra el Infierno, Mis Potencias contra las potencias de satanás que, ciertamente él será vencido y puesto en ridículo ante todas las naciones y ante el universo entero, pero, lo que Me preocupa, Mis pequeños, como Padre y en Mi Amor, son las almas de miles, de millones de vuestros hermanos que han cerrado su corazón al Amor y que se dejaron mover por las mentiras de satanás, y estas almas pueden perder su vida eterna, perderse por toda la eternidad y quedar bajo el dominio de satanás por los siglos de los siglos.

Y esto es muy doloroso, tanto para ellas, como para Mí, su Creador y Padre y es por eso que os pido, Mis pequeños, oración, prácticamente ininterrumpida por éstas almas, puesto que el tiempo ya es corto y en lo poco que quede, daos, Mis pequeños, por ellas. Y os digo que es corto y se hace más corto porque vosotros no oráis con insistencia ni oráis continuamente, porque estáis muy en las cosas del mundo muy distraídos y el tiempo real de oración de cada uno de vosotros se reduce a minutos de las veinticuatro horas de un día. Por eso os pido que ahora os propongáis vivir más en oración, para la salvación de las almas de vuestros hermanos y aún de vuestra propia alma.

Os repito, son tiempos de tribulación y pronto veréis a qué os va a llevar toda ésta tribulación y es cuando vosotros mismos diréis “¿por qué no aproveché el tiempo que tuve para poder salvar más almas y para estar yo mismo mejor ante mi Dios?”

Daos, Mis pequeños, daos en oración y en ejemplo ante vuestros hermanos, uníos a vuestro Hermano Jesucristo en oración y en intenciones. Luchad como una madre lucha para defender a su hijo de las garras de una bestia salvaje, sacad fortaleza de vuestro interior para luchar contra toda la maldad que se está ya viniendo contra toda la humanidad entera. Poco a poco iréis viendo cómo se suceden los acontecimientos de la purificación, iréis recordando todas las advertencias que os he dado a lo largo del tiempo y Mi Santo Espíritu os irá recordando lo que pasaréis, porque os estuve previniendo por muchos años y, sobre todo, en éstos últimos años para que no padecierais fuertemente de la purificación que tenéis que recibir todos vosotros.

De cualquier manera, Mis pequeños, espero vuestro cambio, espero vuestra oración, espero el alma de cada uno de vosotros entregada a Mi Amor. Sois pequeños, os he dicho, pero podéis llegar a niveles altísimos en muy poco tiempo gracias a Mis Bendiciones y gracias a vuestra donación por la salvación de las almas. Debéis madurar espiritualmente para que vuestra oración haga mucho bien por todos vuestros hermanos y alrededor del mundo entero.

Muchos de vosotros tomáis estos Mensajes de advertencia con miedo y no queréis ya leer de lo que se os está advirtiendo, pero estáis jugando al avestruz Mis pequeños, metéis vuestra cabeza, que es vuestra voluntad y vuestro deseo de mejora, en un hoyo por no querer ver la realidad de los acontecimientos. En una familia, los padres al educar a los hijos y al guiarlos, tratan de darles lo mejor y de explicarles lo que es la vida, para evitarles dolor y preocupaciones fuertes o accidentes graves, tanto para su cuerpo como para su alma y estoy haciendo lo mismo Yo,  Mis pequeños, con todos vosotros.

Soy vuestro Padre Celestial y lo último que quiero es que vosotros sufráis y esto entendedlo muy bien, Mis pequeños, entendedlo, porque no queréis ya escuchar de lo que se os está advirtiendo y sucederá. Queráis o no queráis aceptar, vuestro pecado ha propiciado todo esto, vuestro olvido a vivir bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor, os ha conducido a la pérdida de la Gracia, porque ahora, al vivir en pecado grave, Mi Gracia no llega a vosotros, porque estáis en pecado mortal.

¿Cuántos de vosotros realmente estáis Conmigo y Me estáis siguiendo, Me estáis buscando y estáis buscando vuestra perfección espiritual? ¿Cuántos de vosotros estáis así? Sois pocos, os lo vuelvo a repetir, sois pocos alrededor del mundo y por eso, os aviso y prevengo de todo esto que va a suceder, porque no, no quiero vuestra perdición eterna. Os amo, Mis pequeños y os bendigo y espero entendáis y queráis cambiar de actitud y de vida, porque será para vuestro bien y para vuestro bien eterno, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Quisiera ya llenaros de Mis regalos, regalos espirituales grandísimos, bellísimos, inigualables, pero vosotros no abrís vuestro corazón.
Hijitos Míos, os amo tanto, que quisiera ya llenaros de Mis regalos, regalos espirituales grandísimos, bellísimos, inigualables, pero vosotros no abrís vuestro corazón y os merecéis desgraciadamente, lo que se os dice en las Escrituras, que no se les pueden dar las perlas a los puercos. Perdón, Mis pequeños, por ésta comparación, pero la realidad es así, no apreciáis Mis regalos, Mis Bendiciones, no apreciáis Mi Divinidad que os comparto día a día, que os protege día a día, que os cuida día a día. Os doy tanto, Mis pequeños, y vosotros no respondéis como debierais.

Parece que se sentís que os merecéis todo y ya ni volteáis a Mí para agradecerMe lo que día a día os doy, tanto en regalos materiales como espirituales. Os seguís aún creyendo que todo lo que tenéis día a día, os lo ganáis por vuestro trabajo, ¿acaso vosotros controláis el sol que os ilumina, que os da vida, que os calienta, que da vida a la naturaleza?, ¿acaso controláis los vientos, el agua, el movimiento del mar?, ¿acaso vosotros mismos podéis hacer que las plantas crezcan, que los árboles den su fruto? ¡No!, Mis pequeños, vosotros no podéis controlar la naturaleza y todo lo que Yo os doy para vuestro sustento.

El aire que respiráis, el agua que tomáis, todos los alimentos que tenéis, Mi Providencia Divina que se derrama sobre vosotros para que tengáis lo suficiente en alimento, en vuestro hogar, en techo o aún en vuestro trabajo, vuestra salud, nada de todo esto vosotros lo podéis controlar, podéis ayudar, pero no controlar. Yo tengo el control total de todo esto, porque Yo lo creé y, ¿cuánto de esto Me agradecéis, Mis pequeños, a diario? Para vosotros ya es natural vivir así, porque desde que nacisteis vosotros lo veis, lo sentís, lo gozáis, pero no hay agradecimiento de vuestra parte. ¡Cuánta falta de amor hay en vuestro corazón! Y, ¿qué hacéis para cambiar?, ¿cómo os tratáis de mejorar todos los días? No os regaño, Mis pequeños, con todo esto, os llamo la atención, para que os deis cuenta de que Yo, en vuestra vida, prácticamente no existo y por eso os vuelvo a repetir el porqué es que las perlas no se les pueden dar a los puercos.

Recibís demasiado y no agradecéis prácticamente nada. Soy vuestro Padre y vuestro Dios y, aún a pesar de vuestra falta de agradecimiento a todo lo que Yo os doy, os sigo cuidando, sigo viendo por vuestra vida y por la misión de cada uno de vosotros. Sigo esperando a que vosotros reaccionéis y Me agradezcáis lo que Yo os doy. Espero, espero vuestro agradecimiento, que con esto Me basta, porque sé que sois pequeños y porque sé que, al momento en que vosotros agradezcáis, habréis reconocido Mis cuidados sobre cada uno de vosotros. Os bendigo, Mis pequeños y espero actuéis como verdaderos hijos Míos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Falsos profetas existen ya por todos lados, que os profetizan bienestar, un cambio favorable sin problemas, cuando esto no es verdad.
Hijitos Míos, las tribulaciones y la problemática actual que estáis padeciendo, se irán incrementando. Todos los pueblos de la Tierra tendrán dolor. El engaño de satanás se ha difundido por todos los pueblos de la Tierra, falsos profetas existen ya por todos lados, que os profetizan bienestar, un cambio favorable sin problemas, cuando esto no es verdad, Mis pequeños, tribulación y dolor tendréis, porque el pecado en el que vivís no os puede llevar a otra cosa y eso vuestro corazón lo sabe, porque si hacéis un examen de conciencia honesto, os daréis cuenta que vuestro corazón no está Conmigo y que estáis llenos de pecado y de maldad y si algo está cimentado en el mal, esto no puede dar buenos frutos, así que aquellos que os profetizan bienestar, están en un error.

Estos son momentos en que escucharéis, como dicen las Escrituras, “el Mesías está aquí o está allá”, buscaréis falsos mesías, encontraréis falsas profecías y falsos guías que os llevarán al error. El hombre no busca tribulación ni cree en ella, sino busca placer y bienestar, porque le conviene, pero os habéis ganado el castigo y no hay premio para el pecador. Estáis en momentos de Juicio y Juicio severo para los que habéis obrado en el mal, no estáis en momentos de premio, porque no os habéis portado bien.

Yo, vuestro Dios, os he tratado de llevar por caminos rectos, Mi Hijo os ha dado una Evangelización de Amor y Enseñanzas de Vida, Mi Hija, la Siempre Virgen María ha aparecido alrededor del mundo, en todos los pueblos de la Tierra, advirtiéndoos que si no volvéis al Amor y a Mis Leyes, os perderéis. Toda Mi ayuda, la ayuda Divina que habéis recibido a través del tiempo ha sido un desperdicio para muchas almas y muy pocas han reaccionado para su bien y para vuestro bien, porque ellas han orado por vosotros.

Lloraréis, Mis pequeños, vuestro error, porque mucho se os dio y poco aprovechasteis.

Mis pequeños, debéis buscar más afanosamente Mi Vida en vosotros, seguís viviendo en el error que os llevará a la destrucción espiritual. Quiero vuestro cambio, quiero que estéis Conmigo, quiero que seáis ejemplo para las almas, porque ahora, con vuestros errores y vuestros pecados, sois el desprecio del Cielo. Sí, Mis pequeños, vosotros mismos sabéis que en el estado en el que estáis no podéis entrar al Reino de los Cielos sin antes haber sido purificados y ésa purificación consistirá en vuestra aceptación, en humildad, a vuestro error y a vuestro arrepentimiento de corazón.

Os repito, habéis obrado mal y no os merecéis un bien todavía, hasta que no obtengáis ése cambio verdadero de corazón.

No os imagináis cuánto os perdéis cuando no estáis Conmigo, cuando no queréis vivir para Mí. Podríais estar viviendo como los ángeles, gozando de Mis Bienes Celestiales, podríais ya estar viviendo el Cielo en la Tierra con la presencia ya real de Mi Hijo entre vosotros, pero habéis retrasado ése tiempo, ésos momentos por vuestro pecado, por vuestra negligencia, por vuestra falta de entrega a Mi Amor. ¡Desperdiciáis tanto, Mis pequeños! Como no habéis madurado en lo espiritual, ésta purificación que Yo permitiré en vuestra vida, os llevará a ésa madurez espiritual que os dolerá, Mis pequeños, pero que luego Me agradeceréis. Así es el crecimiento también en vuestra vida, habéis caído, habéis sufrido, pero a la larga agradecéis vuestras caídas, porque habréis aprendido más.

Recordad, Mis pequeños, que Yo estaré con vosotros en todo momento, no os desesperéis y en los momentos de gran tribulación que tengáis, acudid a Mí, Mis pequeños, Yo os sacaré de vuestros problemas, no quiero vuestra condenación, sólo quiero que entendáis cómo pecasteis contra Mi Amor, cómo Me hicisteis sufrir con vuestro desprecio, cómo desperdiciasteis tantas Bendiciones que se derramaron sobre vosotros y ni caso les hicisteis, quiero que maduréis espiritualmente, para que Yo pueda confiar plenamente en vosotros.

Os dolerá, Mis pequeños, pero Me agradeceréis ésta madurez espiritual que se dará a toda la humanidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Los gobiernos de la Tierra se han unido para formar un bloque de maldad contra Mí Amor, contra Mis Leyes, contra Mí Vida en vosotros.
(Lenguas…) Hijitos Míos, los gobiernos de la Tierra se han unido para formar un bloque de maldad contra Mi Amor, contra Mis Leyes, contra Mi Vida en vosotros. Os prevengo, Mis pequeños, porque satanás está atrás de éste bloque de los gobiernos de la Tierra. Satanás ha manipulado los gobiernos y les ha prometido bienes mundanos a cambio de la muerte y la destrucción o esclavitud del mundo entero. Tontamente se han dejado seducir por las mentiras de satanás, éstos hermanos vuestros que gobiernan a la Tierra, os quieren llevar a donde satanás quiere, a una muerte eterna, a una separación del Bien que Yo os doy y llevaros al mal, a donde os quiere a todos vosotros para destruiros. Aún los mismos gobernantes de las naciones, que se han dejado seducir y engañar por satanás, serán aniquilados después por el mismo satanás, porque él no respeta ningún pacto con el hombre, porque él sabe que sois creaturas Mías, que Me duele vuestra  muerte cuando vivís en pecado y en la maldad y porque tenéis el derecho, vosotros, Mis pequeños, de regresar al Reino de los Cielos si buscáis el Bien y el Amor. Por eso él traiciona aún a todos aquellos con los que ha pactado, los utiliza para la destrucción entre hermanos y luego os hace ver vuestro error, le ayudasteis, él se burla de vosotros, gobernantes de las naciones y veréis cómo os destrozará, ése será vuestro premio por haberle obedecido y por haber sido instrumentos de la muerte de muchísimos de vuestros hermanos.

¡Qué tontos sois vosotros, gobernantes de la Tierra de éstos tiempos!, que os dejasteis seducir por satanás, que creéis que gobernaréis a la Tierra porque satanás, el gran mentiroso, os lo prometió. ¡Pobres de vosotros, Mis pequeños, gobernantes de la Tierra que no escuchasteis a tiempo Mis advertencias!, pero sobre todo, que no amasteis a vuestros hermanos, que los sacrificasteis por vuestro bien. Que no os importó ver en la pobreza en que los dejasteis, que no os importó escuchar sus lamentos y sus dolores, que no os importó ver las torturas y la muerte de vuestros mismos hermanos, con tal de obtener los bienes de la Tierra que os prometió satanás.

¡Cuánto dolor tendréis, aquí, por parte de satanás!, que él mismo no va a cumplir lo que os prometió y que vosotros, por otro lado, tendréis sufrimiento eterno, porque no alcanzaréis a arrepentiros de vuestro pecado tan grave que cometisteis, que por gozar, sacrificasteis la vida de millones de vuestros hermanos. Maldad buscasteis, en la maldad vivisteis, por la maldad moriréis eternamente.

Os digo, Mis pequeños, más os valiera no haber nacido, el castigo será muy fuerte para vosotros, porque sabéis que Yo no soporto el dolor que un hermano le produce a otro hermano y vosotros, por haberos satanizado, por haber servido a satanás, os volvisteis contra vuestro hermano, os volvisteis los Caínes de éste tiempo. Vuestro castigo tendréis.

Hijitos Míos, la maldad se dio desde el Principio cuando vuestros Padres Me dieron la espalda. Se hizo patente en la vida de Caín y Abel, desde ahí se empezó a marcar fuertemente la maldad en el corazón del hombre y estas luchas entre hermanos se han mantenido desde el Principio de los Tiempos.

Vosotros, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, sabéis el dolor que Me causa la lucha entre hermanos, para eso mandé a Mi Hijo a la Tierra, para que os hiciera ver cómo el Amor respeta a todo y a todos; que como debéis vivir en el Amor, para que se manifieste Mi Reino en vosotros y en el mundo entero. Mi Amor tiene que purificar todo, pero vosotros debéis pedir, en humildad, vuestra propia purificación. Tiene que haber mucha humildad, dentro de vuestro corazón, para que reconozcáis vuestro pecado, vuestra maldad, vuestra vida, que no ha sido de ejemplo, muchas veces, para vuestros hermanos. Vosotros habéis sido hijos, habéis sido hermanos la gran  mayoría de vosotros, habéis caminado en el mundo y habéis convivido con muchos de vuestros hermanos. Muchos de vosotros habéis sido padres, habréis crecido hasta que las canas aparecieron en vuestra cabeza y luego, habéis regresado a Mí, vuestro Dios. Ahora, en la edad en la que estéis cada uno de vosotros, quiero que meditéis todas las veces en que hicisteis el Bien, que disteis ejemplo de bondad y de amor, que movisteis corazones para que con vuestro ejemplo muchas almas cambiaran de vida y vivieran en el bien, ¿realmente hubo esto en vuestra vida, Mis pequeños?, en todas las etapas de vuestra vida, desde pequeños ¿disteis muestras de bien ante todos aquellos que os rodeaban? Si no os recordáis de esto, Yo os lo recordaré, porque de esto se tratará vuestro Juicio Personal, seréis juzgados en el Amor. Vinisteis a producir Amor a la Tierra, a vuestros hermanos, en todas las edades en las que vivisteis. No os imagináis, Mis pequeños, lo que un ejemplo puede producir en la actitud de un hermano vuestro. Hay actos humanos que ven vuestros hermanos que pueden cambiar su vida entera o también la pueden destruir. Quizá algunos de vosotros movisteis corazones hacia el bien y muchas almas cambiaron porque os vieron vivir en el bien y éstas se salvaron gracias a vosotros, pero, cuántas otras almas os podrán haber visto a vosotros haber actuado en el mal y éstas, posiblemente se condenaron, porque vieron en vosotros, en algún momento de su vida, vuestro ejemplo o vuestra actitud hacia algo que ellos tomaron para vivir y vivieron en el mal y se condenaron por ello. Todo esto lo sabréis en el momento de vuestro Juicio y ahí es donde la balanza se inclinará hacia un lado o hacia el otro. Las almas buenas a las que salvasteis por vuestro ejemplo, por vuestra oración, por vuestra donación, estarán de un lado, las almas a las que vosotros ayudasteis en su condenación, porque actuasteis en el mal, disteis mal ejemplo o mal consejo, estarán del otro lado.

Todo lo sabréis, Mis pequeños, en el momento de vuestro Juicio, vuestros minutos y segundos estarán ahí, siendo juzgados, ¿qué disteis para Mi Reino?, ¿qué le quitasteis a Mi Reino?, ¿por qué no se dio Mi Reino en vosotros ni a vuestro alrededor?, o cómo sí lo propiciasteis y los que estaban a vuestro alrededor gozaron por vuestro buen ejemplo, por vuestras palabras, por vuestra vida. Todo lo conoceréis, pero desde ahora os podéis ir arrepintiendo del mal que hicisteis. PedidMe Mis pequeños, que os recuerde el mal que provocasteis, para que eso lo podáis, ya desde ahora, erradicar y no esté en la balanza y os perjudique para vuestro Juicio. Sed honestos con vosotros mismos, a Mí no Me podréis esconder nada, ayudaos a vosotros mismos actuando con honradez en vuestro propio juicio, en vuestro juicio personal. Yo os puedo ayudar, pedídMelo, quiero vuestra purificación y vuestra salvación eterna, pedídMelo, quiero la perfección del hombre, quiero la perfección de su alma, pedídMelo. Quiero vuestra compañía eterna viviendo en Mi Amor, pedídMelo.
Gracias, Mis pequeños.