Jul 30_09 Vosotros mismos os habéis apartado de la protección que Yo os doy.

Rosario vespertino.

Temas:

  • Los grandes premios no se regalan, se ganan, Mis pequeños y el Reino de los Cielos es el mayor premio que un alma puede tener.
  • Si vivierais Conmigo y para Mí, paz habría en vuestro corazón, aún a pesar de todo lo que exista de negativo a vuestro alrededor.
  • Entended bien esto, Mis pequeños, porque luego Me echaréis la culpa de los males que os aquejan, cuando vosotros mismos sois los productores de ése mal.
  • Nunca podréis acallar ésa Voz Santa y Sublime, que es una Voz Divina, que os ama y que quiere que estéis siempre limpios en vuestro interior.
  • Mucho error hay en vuestra mente y en vuestro corazón, pero no tenéis el valor de enfrentarlo, porque una gran mayoría de vuestros hermanos están así.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Los grandes premios no se regalan, se ganan, Mis pequeños y el Reino de los Cielos es el mayor premio que un alma puede tener.
Hijitos Míos, ciertamente es un signo de predilección el que estéis Conmigo, con vuestra Madre Santísima, porque vuestro Padre Me ha permitido en éstos tiempos guiar a la humanidad hacia el Amor. Me ha permitido que Yo Me presente ante los hombres para recordarles el Amor y vuestras obligaciones para con el Amor, con el Amor de Nuestro Dios.

Mis pequeños, todos vosotros, toda la humanidad, está llamada a su salvación, pero son pocas las almas que saben escuchar, son pocas las almas que quieren seguir a Nuestro Dios, son pocas las almas que se olvidan del mundo y viven la espiritualidad, que les va a dejar más tesoros que todos los tesoros del mundo que puedan ganar.

Mis pequeños, habéis sido engañadas fuertemente por satanás. Estáis siendo engañados día a día por él y esto, porque no os protegéis con la protección que se os da del Cielo. Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros es el que os puede llevar hacia la Verdad y os puede evitar el engaño de satanás. Pero esto, Mis pequeños, se llama oración, ésa vida íntima, ésa vida de encuentro con vuestro Dios en vuestro interior, se llama oración y es la plática constante y continua que debéis tener con Mi Esposo, el Espíritu Santo que habita en vuestro interior. Él es el que os va indicando los caminos a seguir, os va alertando de todo aquello que es malo para vuestra vida y para vuestro crecimiento espiritual.

Mis pequeños, debéis saber escuchar en vuestro interior a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Dios, que ha sido puesto en vuestro interior para vuestro Bien y para que no os desviéis en el transcurso de vuestra vida, pero si vosotros, Mis pequeños, preferís al mundo y todas sus desviaciones y no queréis escuchar todos esos mensajes de alerta que se os dan, podréis tener una grave caída espiritual y quizá no os podáis levantar más y podríais perder el Cielo que se os ha prometido por toda la eternidad.

Ciertamente el Cielo es vuestro, es vuestra Casa y debéis retornar todos vosotros, pero debéis trabajar para ello, Mis pequeños. Todo premio, todo Bien, requiere un trabajo continuo y vosotros lo sabéis, vosotros los que trabajáis, los que debéis llevar el pan al hogar, sabéis lo que significa el trabajo, no importa la edad, a veces empezáis a trabajar desde muy pequeños, pero sabéis que para tener algo o conseguir un premio debéis trabajar y, a veces, muy duro. Los grandes premios no se regalan, se ganan, Mis pequeños y el Reino de los Cielos es el mayor premio que un alma puede tener.

Por eso so pido, Mis pequeños, que no os durmáis, que no creáis que vais a obtener el premio de llegar al Reino de los Cielos con un simple arrepentimiento al final de vuestra vida, cuando toda vuestra vida fue de pecado y de maldad. ¡No!, Mis pequeños, el gran premio se consigue con un gran trabajo.

PedidMe, Mis pequeños, que Yo os acompañe a lo largo de vuestra vida, Yo, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, estaré muy contenta en que vosotros acudáis a Mí, para que Yo os proteja, os guíe, os aconseje, os lleve de la mano por buenos caminos, para que consigáis al final de vuestra vida, de vuestra misión aquí en la Tierra, el regalo prometido por Nuestro Dios. Os amo inmensamente, Mis pequeños, no echéis todo esto en saco roto, el tiempo ya es corto, debéis hacer muchos méritos todos vosotros, los que habéis vivido una vida fuera de las Reglas que os ha marcado Nuestro Dios. Enmendad vuestro camino, arrepentíos de vuestros pecados y regresad a los Sacramentos, Yo os ayudaré a que alcancéis el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Si vivierais Conmigo y para Mí, paz habría en vuestro corazón, aún a pesar de todo lo que exista de negativo a vuestro alrededor.
(Lenguas…) Hijitos Míos, mucho Amor se ha derramado sobre toda la humanidad y en todos los tiempos, pero el hombre es necio, es terco, no quiere entender lo que es Mi Amor, no quiere tomar para su vida los Mandatos y las Leyes que Yo le he pedido que tome para su santificación. El hombre es necio y vuelve al pecado constantemente, no busca vivir en la Gracia, no le interesa vivir en el Amor perfecto, no lleva Caridad para con sus hermanos, no quiere vivir la vida del Cielo en la Tierra.

Y así os quejáis, Mis pequeños, os quejáis de los problemas que tenéis a vuestro alrededor, os quejáis de la vida como está y cómo aquellos que tienen autoridad os atacan, os destrozan, os quitan vuestros bienes para aprovecharse de ellos y ellos gozarlos y, vosotros, empobrecéis más y más. Pero os fijáis solamente en el empobrecimiento monetario, cuando realmente estáis pobres en vuestro espíritu. Si llenarais vuestra alma con Mi Vida, con los valores espirituales, no os importaría que se os quitaran los valores terrenales, porque Yo Soy vuestro Padre y vuestro Dios y vosotros sois Mis hijos y Yo os he prometido que os daré todo lo que necesitéis para cubrir y alimentar vuestro cuerpo, si es que llenos estáis del espíritu. Pero no tenéis ahora ni lo uno ni lo otro, no queréis venir a Mí para que alimente vuestra alma y los de arriba os despojan de los bienes de la Tierra, estáis vacíos de cuerpo y alma y os quejáis, os enojáis, lucháis y no obtenéis nada.

Nuevamente os invito, Mis pequeños, a que vengáis a Mí, a que toméis de Mí, vuestro Dios, todo lo necesario para que crezcáis espiritualmente, porque vuestra alma necesita crecer, vuestra alma necesita Mi Vida, vuestra alma necesita Mis Tesoros y no los podréis obtener de nadie de la Tierra. Tenéis que venir a Mí, os tenéis que acercar a la Iglesia y a los Sacramentos, tenéis que pedir perdón de vuestras faltas, os tenéis que humillar para que ésa soberbia, que impide que Mi Vida entre a vosotros, sea eliminada. Vuestra soberbia hace que vosotros perdáis muchas cosas valiosas, principalmente a Mí en vuestro interior. Os afanáis en vivir del mundo y para el mundo y tarde ó temprano os dais cuenta que el mundo os traiciona cuando creéis que habéis encontrado los valores del mundo y que éstos os van a proteger, se os van entre los dedos y los perdéis. Los tesoros del mundo son efímeros, los perdéis y, además, si os adentráis demasiado en ellos, también vuestra alma se pierde, porque los valores del mundo no tienen cimientos firmes ante Mi Presencia.

En cambio, aquellos que están Conmigo, aquellos que quieren vivir en Mí y para Mí, realmente están cimentando fuertemente su alma. Gran vida se les otorga a éstas almas, porque están actuando en Sabiduría y un alma sabia recibe grandes Bendiciones de Mí, vuestro Dios.

Os repito, si os afanáis en seguir buscando los bienes de la Tierra, nunca llegaréis a donde debéis llegar, que es al Reino de los Cielos. Os seguiréis enlodando con las cosas del mundo y tarde ó temprano vuestra alma va a sucumbir.

Entended esto, Mis pequeños, antes de que sea demasiado tarde para vuestra alma y que los engaños de satanás os lleven a la perdición eterna. Se os ha dicho ya que éstos son tiempos de obscuridad, que estáis viviendo obscuridad espiritual alrededor del mundo, que la maldad ya os rodea, que la maldad no os deja vivir en paz. Vivís con temor en varias formas, en lo económico, en los ataques a vuestro alrededor, ataques de guerras, ataques aún del espacio. No tenéis paz interior, porque éste es uno de los primeros frutos que obtenéis al estar Conmigo, con vuestro Dios. Si vivierais Conmigo y para Mí, paz habría en vuestro corazón, aún a pesar de todo lo que exista de negativo a vuestro alrededor, porque el que vive Conmigo vive confiado en que Yo, vuestro Padre, os protegeré contra todo y que saldréis airosos de toda prueba. Pero dudáis, Mis pequeños, dudáis mucho, os falta mucha Fe, os falta amor, os falta entrega, os falta que os vaciéis de vosotros mismos. Olvidad vuestro “yo”, dejad vuestro “yo”, que ya está muy contaminado y lleno de pecados del mundo y dejad que Yo, vuestro Dios, habite en vosotros y guíe vuestra vida. Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy el Perfecto, Yo os puedo llevar por caminos de Bien y caminos seguros para vuestra santificación, la cual os va a llevar directamente al Reino de los Cielos eternamente.

Buscad pues, Mis pequeños, ésa eternidad Conmigo, con vuestro Dios, dejadMe, Mis pequeños, que Yo habite en vosotros, no Me limitéis en lo absoluto, dejad que Yo tome todo vuestro ser y cuando así lo hagáis, es cuando comprenderéis lo que el Amor puede hacer en un alma.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Entended bien esto, Mis pequeños, porque luego Me echaréis la culpa de los males que os aquejan, cuando vosotros mismos sois los productores de ése mal.
Hijitos Míos, debéis buscar vuestra vida espiritual y acrecentarla. Vosotros estáis de paso por el mundo, vinisteis a cumplir una misión, vinisteis a traer el Amor, que se vive en el Cielo, a la Tierra. Vinisteis a destruir el mal que ha sembrado satanás por todos los pueblos de la Tierra y todo eso lo debéis cambiar por amor y principalmente a través de vuestra acción, de vuestro ejemplo, de vuestra vida entre los hombres.

Mis pequeños, se habla de un amor entre los hombres, pero es un amor humano, un amor efímero, un amor pecaminoso, un amor malo y es a donde os está llevando satanás. No porque se hable de amor es el Verdadero Amor que Yo os pido, Mis pequeños, no es el Amor Puro y Santo que va a hacer que vuestra alma se sublime y llegue hacia Mí, a donde os está llevando satanás es a un amor carnal, a un amor egoísta.

Estoy usando la palabra “amor” cuando no debiera usarla, porque así estáis acostumbrados vosotros a escuchar, pero realmente son actos egoístas que no llevan amor, porque precisamente el amor es donación y estos actos egoístas, que ahora tenéis, los hacéis con vuestro prójimo solamente para aprovecharos unos de los otros. Le quitáis a vuestro hermano la paz interior, no respetáis su persona, no respetáis su alma.

Ciertamente creéis que estáis actuando mutuamente, habláis de ésa acción de amor mutua, pero es egoísmo mutuo entre vosotros, no queréis compromisos, no queréis vida verdadera de relación Conmigo, con vuestro Dios, respetando las Leyes y Decretos que Yo os he pedido para que crezcáis realmente como hijos Míos. Habéis hecho vuestra propia vida, muy lejos de lo que Yo os he pedido en Mis Leyes y Decretos. No queréis que se os hable de ellos, porque decís que frustran vuestra vida, que os limitan y no os llevan a una libertad real y estáis mal, Mis pequeños, porque si os he dado éstos Mandamientos y éste estilo de vida, que Yo quiero de vosotros, es porque conozco vuestra naturaleza humana pecadora y destruida por el mal y vosotros tendéis hacia ello, tendéis hacia el pecado, porque se os hace más fácil, porque vuestra naturaleza humana está afectada por satanás, por el Pecado Original.

Pero os he puesto un alma, os he dado Mi Santo Espíritu en vuestro interior, que continuamente os está avisando por los caminos que debéis tomar y del pecado que debéis evitar en vuestra vida. No estáis solos, Mis pequeños, os estoy cuidando, pero tenéis un compromiso para Conmigo, con vuestro Dios, tenéis un compromiso de perfección para vuestra alma, debéis buscar los verdaderos Valores que os hagan llegar a la santidad que Yo deseo para todos vosotros. Pero todo esto, Mis pequeños, lo hacéis a un lado de vuestra vida, preferís seguir buscando el mundo y sus gozos, ésos gozos que solamente os están llevando a la destrucción espiritual y no os ayudan en nada para llevar una buena relación de pareja. Si llegáis al matrimonio, os llenáis de tanta porquería en vuestra mente y en vuestro corazón, que después de seguir viviendo bajo estas mentiras, a donde os ha llevado satanás, ya no sabéis realmente qué es lo bueno y qué es lo malo. Satanás ha llegado a llevar a éste punto a la humanidad entera, a distorsionar la Verdad y, como vosotros, en una gran mayoría os habéis apartado de Mis Leyes y de Mi Amor, ya no tenéis el Discernimiento Santo para saber escoger vuestro buen camino.

Por eso os hago ésta llamada, Mis pequeños para que vengáis a Mí y Me pidáis el Discernimiento Santo para que podáis guiar vuestra vida que se ha vuelto una obscuridad total en toda la Tierra. Os acercáis a vuestros hermanos y pedís consejo y quizá algunos están peor que vosotros mismos.

Mis pequeños, éstos son tiempos en que debéis vivir una vida espiritual intensa y dentro de vuestro corazón, para que escuchéis Mi Voz, para que Yo os guíe por caminos seguros dentro de ésta confusión que os rodea.

Todo esto es una realidad, Mis pequeños, una realidad que se está dando entre vosotros. Escucháis consejos por ahí y por allá y ya no son correctos, porque el hombre busca solamente su bien, no busca el bien del hermano, no busca el darse, sino el tomar de los demás, sin importar cómo dejéis al hermano. Si no llegáis, Mis pequeños, a la humildad, pero a la humildad profunda en vuestro corazón y si no os dejar guiar por Mi Santo Espíritu, la obscuridad os irá desviando más de los caminos que debéis tomar para asegurar vuestro Bien futuro.

Estáis viviendo en un error y no os queréis apartar de él. Debéis ser lo suficientemente humildes para reconocer que no estáis bien, Mis pequeños, pero vuestra soberbia no os deja pensar con Verdad. Ya es tiempo de cambio, Mis pequeños. Tiempos de desastre y de purificación se acercan rápidamente y si vosotros no os protegéis con Mi Gracia, satanás os puede destruir irremediablemente. Me duele hablar de desastres y purificación, pero el hombre parece que solamente responde ante el castigo y Yo Soy un Padre amoroso, que lo último que quiero es ver sufrir a Mis hijos, pero vosotros no entendéis de otra forma y el mal proviene de satanás, no de Mí. Caerá sobre vosotros, porque vosotros mismos os habéis apartado de la protección que Yo os doy y no queréis tomar. No Me echéis la culpa, Mis pequeños, del mal que venga a  vuestra persona y a la humanidad entera, vosotros os estáis atrayendo ése mal que siempre ha estado sobre vosotros, porque el príncipe de éste mundo, que es satanás, siempre ha querido destruir Mi Obra de Creación, principalmente a vosotros, pero Yo lo he impedido, porque el hombre, cuando ora y cuando vive buscándMe y buscando Mi Amor, que es el Verdadero, vosotros mismos os protegéis, porque Me estáis llamando y Yo estoy con vosotros y os protejo contra los ataques de satanás, pero en éstos momentos de la historia, no Me estáis llamando, es más, Me estáis atacando y os habéis olvidado de Mí, ¿cómo queréis protección de parte Mía si os habéis vuelto enemigos de Mi Amor y Me habéis hecho a una lado de vuestra vida?

Entended bien esto, Mis pequeños, porque luego Me echaréis la culpa de los males que os aquejan, cuando vosotros mismos sois los productores de ése mal.
Os amo, Mis pequeños y os bendigo.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Nunca podréis acallar ésa Voz Santa y Sublime, que es una Voz Divina, que os ama y que quiere que estéis siempre limpios en vuestro interior.
Hijitos Míos, cuando vosotros cometéis un error espiritual, una falta, Mi Santo Espíritu os lo hace notar en vuestro interior y es una luz de alarma que os está indicando que vuestra alma ha perdido el estado de Gracia y que vosotros debéis llegar al arrepentimiento.

Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros desde que fuisteis concebidos, habita en todos los hombres de todas las razas, de todos los credos.

Mi Santo Espíritu de Amor, es el que os va indicando lo que es bueno y lo que es malo en vuestra vida. Él es el que va normando vuestros actos, os avisa de los errores cometidos, pero también os revela y se alegra vuestro corazón cuando tenéis un logro, que son los actos buenos que vosotros hacéis para con vuestros hermanos.

Ninguno de vosotros, Mis pequeños, estéis en donde estéis, viváis en donde viváis, tengáis la religión que queráis, no os podréis esconder ni podréis acallar la Voz de Mi Santo Espíritu que habita en vosotros, siempre sabréis cuando habréis cometido un mal y, sabréis cuando hicisteis un bien.

Muchos de vosotros, que actuáis en el mal, sabéis el mal que cometisteis y querréis acallar la Voz de Mi Santo Espíritu de alguna forma y de ahí es donde se derivan todas las formas en que vosotros queréis acallar la gravedad que tenéis en vuestra conciencia y así consumís drogas, alcohol, vicios o muchas formas que el hombre pueda inventar para querer acallar ésa Voz de la conciencia, que realmente es la Voz de Mi Santo Espíritu que habita en vosotros y que os conoce perfectamente.

Nunca podréis acallar ésa Voz Santa y Sublime, que es una Voz Divina, que os ama y que quiere que estéis siempre limpios en vuestro interior. Ante vuestros hermanos podréis aparentar una forma de vida irreal, mentirosa, que no concuerda con lo que tenéis en vuestro interior, pero a Mí, vuestro Dios, nunca Me podréis engañar, os conozco perfectamente, conozco vuestros actos ocultos, vuestros pensamientos, vuestros deseos, vuestros planes, todo lo conozco perfectamente y os aviso cuando estáis tratando de hacer algo en la maldad, pero también os apoyo cuando estáis meditando hacer un bien.

Esto entendedlo perfectamente, Mis pequeños, para que entendáis que aunque vuestros actos los queráis hacer lo más ocultamente posible, nunca Me podréis engañar a Mí, vuestro Dios. Y así llegan muchas almas al final de su existencia, posiblemente algunas, hasta murieron en olor a santidad aparente, dentro de lo humano y, se condenan éstas almas, porque Yo conozco su interior y hay almas en el infierno que aparentaron llevar vida santa en la Tierra, pero que realmente estaban actuando en la maldad.

Mantened pues, Mis pequeños, una honestidad de vida que vuestro interior se transparente, que no tenga reveces, que seáis de una sola pieza, que no penséis de una forma y actuéis de otra, que aquél que os conozca, también esté viendo vuestra alma, al ver vuestros actos. Sed hijos Míos, y esto es, ser de una sola pieza, como Cristo lo es para con todos vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mucho error hay en vuestra mente y en vuestro corazón, pero no tenéis el valor de enfrentarlo, porque una gran mayoría de vuestros hermanos están así.
Hijitos Míos, la salvación es para todos, Mi Hijo Jesucristo se dio por todos los hombres, por todos los pueblos de la Tierra, por todas las almas, presentes, pasadas y futuras.

Mi Hijo Jesucristo, os lo hizo ver cuando le dijeron en una reunión “Tu Madre y Tus hermanos están allá afuera buscándote” y Él les contestó “Mi Madre y Mis hermanos, son todos aquellos que Me escuchan y Me siguen, todos aquellos que tomen Mis Enseñanzas y las viven, ésos son Mi Madre y Mis hermanos”. En ése momento Él no habló de razas ni de pueblos, Él habló de Enseñanzas que os llevan a todos vosotros hacia el Amor.

Es vuestra obligación, Mis pequeños, que os llenéis de las Enseñanzas de Mi Hijo, que éstas os llevan hacia el Amor Verdadero. Vosotros debéis dejar que Mi Amor reine en vuestra vida y vosotros debéis transmitir éste Amor hacia vuestros hermanos, para que les ayudéis a ellos, para que también reine en sus vidas.

Imaginad por un momento, Mis pequeños, cómo sería un mundo en donde se viviera realmente Mi Amor, el Amor Verdadero, el Amor limpio y Santo que os vino a enseñar Mi Hijo Jesucristo y que lo vivió para todos vosotros. Él no se vino a sentar en un trono a dar órdenes, Él se abajó a ser como cada uno de vosotros y vivió entre vosotros y mantuvo Su Vida Divina, aún a pesar de la maldad que lo rodeaba. A eso estáis llamados todos vosotros, a que mantengáis y defendáis ésa Vida Divina que se os da en vuestra espiritualidad y que no os enlodéis con la maldad de satanás que vive en el mundo.

Vosotros sois hijos Míos, sois hijos de un Dios Verdadero y debéis mantener ésa dignidad Divina. Esto no lo habéis pensado realmente, Mis pequeños, con la seriedad que debe de ser, sois hijos de Rey, satanás lo sabe y os quiere enlodar y destruir para que perdáis ésa dignidad Divina de ser hijos Míos, hijos de todo un Dios.

Cuando vosotros vivís en la maldad, en el pecado, él se burla de vosotros, os hace caer, destruye vuestra dignidad, os pervierte, os mata. Vosotros sois grandes ante Mis Ojos, porque sois la Obra Maestra de la Creación y lo sabe satanás y por eso os quiere aplastar y por eso os engaña y os destruye espiritualmente, porque es en vuestro espíritu, en vuestra alma, donde vosotros perdéis todo cuando os alejáis de Mí por el pecado cometido, por el pecado grave, que impide que Mi Gracia siga fluyendo hacia vosotros.

No os dais cuenta de esto ni os queréis dar cuenta, porque no queréis luchar para mantener ésta dignidad tan alta que tenéis. No queréis compromisos y no lucháis por los tesoros que Yo os he dado, estáis perdiendo una gran riqueza, Mis pequeños, estáis perdiendo vuestra herencia Divina cuando os enlodáis y le hacéis caso a satanás y vivís a lo que él os invita a hacer, que es hacer lo contrario a lo que Yo os he pedido que hagáis.

Os queréis mantener ciegos y sordos a todo lo que Yo os digo, a todo lo que Yo os enseño, queréis hacer vuestra propia vida y no tenéis la Sabiduría para normar vuestra existencia. No queréis dejar que Mi Santo Espíritu os guíe en vuestro interior, acalláis la Voz de la conciencia, que son los consejos que Mi Santo Espíritu os da. Queréis vivir del mundo y para el mundo y, así, vais perdiendo vuestra dignidad real de hijos de Dios. ¿Cuándo entenderéis todo esto, Mis pequeños?, ¿Cuándo lo querréis tomar?, estáis desperdiciando riquezas infinitas que Yo os doy, estáis tomando ése plato de lentejas que no vale nada, estáis desperdiciando la perla preciosa que Yo os regalo y ése anillo que quiero poner en vuestro dedo, que muestra en vosotros la dignidad real de hijos de Dios.

Mucho error hay en vuestra mente y en vuestro corazón, pero no tenéis el valor de enfrentarlo, porque una gran mayoría de vuestros hermanos están así, no queréis buscar y luchar por la Verdad que Yo os doy. Estáis desperdiciando los Bienes del Cielo y os va a doler mucho, mucho, Mis pequeños, porque no estáis defendiendo lo que gratuitamente se os ha dado.

Os invito una vez más, Mis pequeños, a que meditéis todas éstas cosas en vuestro corazón y que hagáis todo lo posible para que seáis llamados verdaderos hijos de Dios, pero deberéis normar vuestra vida, tomar un camino de Verdad y de Justicia y debéis luchar por ello, Mis pequeños, esto no se da gratuitamente, deberéis luchar por ello.
Gracias, Mis pequeños.