Nov 13_98 Mis Santos Sentimientos.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Hijitos Míos, hoy os quiero hablar sobre Mis Santos Sentimientos. Yo, vuestro Dios y padre de TODOS vosotros, Soy muy sensible, el más sensible. Mis Sentimientos de Amor, Mis Sentimientos de dolor, Mis Sentimientos de Salvación, Mis Sentimientos de Vida Nueva en cada uno de vosotros.

Es Mí Vida misma en cada uno de vosotros, Mi Sentimientos, Mí Sensibilidad en cada uno de vosotros. Si vosotros pudiérais dejarMe actuar plenamente en vuestras vidas, veríais todo vuestro entorno de manera muy diferente. Todo se ve muy diferente visto a través de los Ojos del Amor. La Sensibilidad de vuestro Dios lo obliga a vivir y a darse a Su creatura, Soy Yo mismo el que Me Doy a cada uno de vosotros en todos los momentos de vuestra vida. Mí Sensibilidad está al pendiente de hasta vuestras pequeñas cosas. Mí Sensibilidad os prepara el camino a la perfección. Mí Sensibilidad os guía a encontrarMe y así, a encontrar el camino seguro a la Eternidad en el Amor. Mí Sensibilidad sólo puede actuar en el bien, porque Yo Soy el Bien Supremo. Mí Sensibilidad os aconseja a tomar el mejor camino siempre, ya que al final de él, encintraréis el regalo prometido.

Mí Sensibilidad os asegura el perdón de vuestras faltas, cuando os acercáis a Mí con corazón contrito, ya que Yo conozco vuestra pequeñez y os comprendo y alivio vuestras preocupaciones de culpa hacia Mí. No hay padre más comprensivo sobre la Tierra, que Yo, vuestro Padre del Cielo.

Mí sensibilidad acepta un pequeñísimo acto de bondad vuestro, hecho a un semejante, o dado a Mí con todo vuestro corazón, como si Me diérais un grandísimo regalo. Mí Sensibilidad hace que todo lo vuestro se multiplique, se aumente en forma descomunal, cuando es vuestro corazón, es vuestro sincero amor, el que actúa.

No os imagináis, pequeños Míos, lo que Yo, Vuestro Padre, puedo hacer con vuestras pequeñas obras buenas realizadas con un sincero y humilde corazón.

Vosotros decís, a veces, es tan poco lo que puedo darle a Mí Dios, es tan poco lo que puedo hacer por mí prójimo. Yo os digo, si vuestro bien va unido sinceramente a vuestro corazón y va drogado directamente a agradarMe a Mí, vuestra obra se vuelve inmensa. Mí Hija, la Siempre Virgen María, recibe todas vuestras pequeñas obras, las purifica, las engrandece y Me las presenta como grandes obras, como si fueran realizadas por Mis propias Manos Amorosas.

Hijitos Míos, tenéis un gran poder sobre Vuestro Dios, el don del amor sincero puesto en vuestras oraciones y en vuestros actos. Estas obras van siempre dirigidas perfectamente a Mí Corazón, siempre ávido, siempre deseoso de recibir cariñitos de sus hijos, a los que tanto amo. No os imagináis, hijitos Míos, como gozo de ésas caricias que hacéis a Mí, Vuestro padre. Me hacen olvidar tanto mal que recibo de vuestros hermanos que se han olvidado de Mí o que Me han vuelto la espalda.

Cuánto bien os hacéis vosotros mismos con éstos actos de amor a vuestro Dios, ya que, cuando Yo recibo vuestras pequeñas acciones llenas de amor, Yo respondo con Mí Amor Omnipotente a vosotros, a TODOS vosotros. Toda la humanidad recibe de Mis Bendiciones porque Yo, por Mí sensibilidad, no puedo limitarMe a unos cuantos, a todos os amo y todos recibís, aunque no hayáis hecho méritos, bendiciones por los méritos y por el amor de otros hacia Mí. Deseo que os déis plena cuenta de que, vosotros, los que no estáis Comigo, estáis recibiendo, por la ayuda de vuestros hermanos. Si a pesar de que os portáis mal Conmigo y que os merecíais perder todo y aún lo tenéis, no es por casualidad o porque “sóis muy listos y que hacéis cosas que Yo no pueda ver”, estáis recibiendo, porque Mí Amor Sensibilísimo, se reparte a buenos y a malos por la acción de unos cuantos.

Ahora, preguntáos sinceramente, ¿qué pasaría si todos vosotros Me tomárais en cuenta, sabiendo que Yo pago así y que vivieráis según Mis Preceptos de Amor, con total libertad en donar todos vuestros actos, adornados con humildad y amor a vuestro Dios, sabiendo que con ello Me agradaréis sobremanera? Al multiplicar vuestros actos amorosos hacia Mí, Vuestro Dios y Señor y hacia vuestros hermanos, viéndoMe a Mí en ellos, las bendiciones que toda la humanidad recibiría, serían tremendas, fortísimas, inconmensurables y, ¿qué pasaría con ello? Vosotros os imagináis ya ahora la respuesta, todo cambiaría y así el amor viviría fácilmente y plenamente entre vosotros.

Vosotros mismos podéis destruir todas las fuerzas del mal y todo lo que os aqueja actualmente, al actuar en la absoluta bondad de vuestro corazón hacia Vuestro Dios y hacia vuestros hermanos.

Vosotros tenéis ahora la respuesta y el remedio para terminar con todo lo que os aqueja y todo aquello que es devastador para vuestras almas y para vuestro Mundo.

Vosotros tenéis la respuesta ahora, para preparar Mí Segunda Venida, Mí Reino de Amor entre vosotros. Si empezáis a actuar ya desde ahora, con humildad y sincero corazón, unidos todos como verdaderos hijos de familia, que tenéis un único fin verdadero, la salvación eterna, vuestro gozo en el tenerMe entre vosotros, se puede acelerar. Todo depende de vosotros. Es una realidad, es una promesa real ya anunciada en las Sagradas Escrituras desde hace muchos siglos, ahora Mí Advenimiento puede ser acelerado por vosotros, por vuestras pruebas de amor, por vuestra donación a Mí, en plena libertad y en plena humildad.

Recordad, sin Mí no sóis nada, Conmigo tendréis el gozo eterno. Yo os amo infinitamente, como sólo Yo, sensiblemente, con la Omnipotencia de un Dios y Padre Vuestro, os puede amar.

Recibíd Mis Bendiciones, las de Mí Hijo, las de Mí Santo Espíritu y las del Amor infinito de Mí Hija, la Siempre Virgen María.

Recordad que vuestra pronta donación realizará el cambio.