Abr 16_09 Esto es un llamado a la juventud…

Rosario vespertino.

 

Temas:

  • No vivís realmente lo que Yo os he pedido, de tal forma, que una gran mayoría de vosotros, estáis viviendo realmente en pecado mortal.
  • Qué más quisiera Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, que todos estuvierais presentes en éstos tiempos que vendrán, pero tenéis que ganar el premio.
  • Un alma que se condena por su mal vivir en la Tierra, es un sufrimiento para Mí, vuestro Dios y es un sufrimiento grande.
  • Esto es un llamado a la juventud, Mis pequeños, os sentís fuertes, sentís libertad dentro de vuestra vida, por vuestra juventud, pero es un libertinaje mortal con el que estáis jugando.
  • Os quiero totalmente abandonados a Mí, a veces os pediré algo que humanamente no entenderéis, pero obedeced.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: No vivís realmente lo que Yo os he pedido, de tal forma, que una gran mayoría de vosotros, estáis viviendo realmente en pecado mortal.
Hijitos Míos, vosotros sabéis que son dos fuerzas las que rigen en el mundo ó estáis Conmigo, en el Bien, ó estáis con el enemigo, en el mal. Os hacéis tontos diciendo que estáis en el Bien, cuando realmente estáis haciendo vuestras propias reglas. Mis Leyes, Mis Decretos, que fueron dados desde antiguo, son actuales y serán actuales en el futuro, hasta el fin del mundo.

Yo no Soy un Dios antiguo, Yo no Soy un Dios obsoleto, Soy un Dios actual, vosotros seguís padeciendo todo lo que trajo el Pecado Original, seguís cayendo en las mentiras y ardides de satanás. El hombre sigue siendo afectado por todo lo negativo que hay a su alrededor. Cuando no os acercáis a Mí, cuando no estáis Conmigo, no os podéis defender porque no estáis llenos de Mí, no estáis llenos de Mis Bondades, de Mi Amor, de Mis Leyes y Decretos.

Queréis alterar lo que Yo os he dado, manipuláis Mis Leyes y Decretos, que son estables e inmutables, y los acomodáis a vuestros pecados y a vuestras conveniencias. Habláis de que venís a la Tierra a gozar, a vivir realmente la felicidad, que fuisteis creados para gozar, pero vosotros tergiversáis todo a vuestra conveniencia. El Amor, Mi Amor, el Verdadero Amor que Me debéis y que Yo os doy, y os he enseñado a través de los profetas y a través de Mi Hijo, es un Amor que os va a hacer crecer, que os va a llevar a la santificación, que os va a llevar a la Sabiduría Divina. Los amoríos que vosotros perseguís, van en contra de Mis Leyes y Decretos, son acomodaticios a vuestra perversión humana, estáis buscando alegrías dentro de la frivolidad, de la maldad, a donde os ha llevado satanás.

Creéis vivir en el gozo y en la felicidad, cuando verdaderamente le estáis dando la espalda a Mis Leyes, las cuales son claras. Vosotros no vivís realmente lo que Yo os he pedido, de tal forma, que una gran mayoría de vosotros, estáis viviendo realmente en pecado mortal, estáis viviendo a espaldas de Mis Leyes y de Mi Amor y lo tengo que decir así, claramente, Mis pequeños, para que lo entendáis ¡ya! ¡El tiempo es breve, os lo he dicho!, faltan segundos para que tengáis los padecimientos fuertes de la Purificación.

Entended esto, Mis pequeños, y os lo digo fuerte, porque vosotros estáis viviendo la mentira a donde os ha llevado satanás.

Debéis de tomar todo lo que Yo os he dado al pié de la letra, no tergiverséis de acuerdo a lo que vosotros queréis en lo humano, el pecado es el pecado y vosotros le dais otro nombre y esto no puede ser así. Si buscáis realmente la felicidad, venid a Mí, porque primeramente vuestra alma es la que va a gozar y es la que os va a decir si estáis realmente viviendo Conmigo ó estáis en contra Mía. Podéis pasar entre vuestros hermanos con una sonrisa en vuestros labios y un semblante alegre, pero la verdad la tenéis en vuestro interior, porque en vuestro interior habita Mi Santo Espíritu y vuestra alma sabe perfectamente que vivís en el error, que le estáis dando la espalda a lo que Yo os he pedido y que vivís en pecado grave. Eso lo entendéis perfectamente, pero no lo queréis mostrar, porque muchos de vosotros habéis caído tan bajo, que os da vergüenza mostrar vuestro interior y os queréis engañar y queréis engañar a los demás, con una sonrisa en vuestros labios, cuando vuestro interior es obscuro, como el pecado que lleváis.

Tened cuidado, Mis pequeños, os advierto nuevamente. Os amo, pero entended que Me estáis dando la espalda.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Qué más quisiera Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, que todos estuvierais presentes en éstos tiempos que vendrán, pero tenéis que ganar el premio.
Hijitos Míos, para que un acto se realice, primero lo meditáis en vuestra mente y en vuestro corazón, le vais dando forma a éste pensamiento y ya que lo tenéis seguro, lo manifestáis en vuestros actos, en palabras, en hechos. Os estoy diciendo esto, Mis pequeños, para que se manifieste ya Mi Hijo sobre la Tierra.

Si vosotros realmente queréis que Mi Hijo venga ya sobre la Tierra, tenéis que darle forma ya en vuestro interior. Necesito que vosotros, en vuestro corazón, lo deseéis realmente, que Me lo pidáis insistentemente, que le deis forma ya ante vosotros pero, sobre todo, en vosotros mismos. Tiene que haber un cambio interior, como os lo he dicho y os lo he pedido. Tiene que haber un cambio de actitud, porque no os vais a presentar ante Mi Hijo, Dios entre los hombres, de una manera sucia, pecaminosa, no os podríais presentar como estáis ahora. Debéis primeramente buscar estar limpios, presentables para la gran fiesta, que es la Presencia de Mi Hijo entre los hombres. Os tenéis que despojar de aquello que es malo y pecaminoso ante Mis Ojos y ante los de Él. No os podéis presentar en una fiesta vestidos de harapos, Su Presencia en la Tierra va a ser la gran fiesta.

¿Cómo estaréis vosotros ante Él?, ¿cómo os podríais presentar?, ciertamente no os podéis presentar como estáis ahora y, para eso, necesitaréis una ayuda Celestial. Por eso os he dicho que Me pidáis ésa transfiguración de cuerpo y alma. Es un acto de humildad que debe brotar de vosotros en donde, primeramente, aceptéis que no sois dignos, porque vivís en pecado continuo, caéis con un pecado ó caéis con otro, pero difícilmente os mantenéis en estado de Gracia por mucho tiempo. Sois muy débiles vosotros porque estáis en terrenos de satanás y porque no queréis contar, plenamente con Mis dones y con Mis Bendiciones, para poder rechazar el pecado en vuestra vida. Sucumbís a las tentaciones de satanás continuamente y por eso necesitáis una Fuerza Superior para que podáis vencer las tentaciones que satanás os pone continuamente a lo largo de vuestra vida.

Aceptad esto de corazón, Mis pequeños, aceptad que sois pequeños, entrad en una humildad profunda, porque ésta es la que os va a llevar a la verdadera santidad.

Entended que estar frente a frente con vuestro Dios es una Gracia muy grande, que van a tener aquellas almas escogidas. Vosotros no sabéis si estaréis o no en los Tiempos que vendrán, en los Cielos Nuevos y en las Tierras Nuevas, dependerá también de vuestra disposición para estar Conmigo, para servirMe, para amarMe y para trabajar por el Bien de vuestros hermanos.

Todo esto, Mis pequeños, se resume en una cosa, en servicio, servicio en el Amor, como os lo enseñó Mi Hijo. Si no estáis dispuestos a vivir en la humildad, que es en el servir a vuestros hermanos para traerlos a Mi Corazón, entonces no estáis preparados todavía para que os podáis presentar ante Mi Hijo en Su Segunda Venida.

Sed concientes de todo esto, Mis pequeños, sed concientes que necesitáis trabajar mucho en vuestro interior para que, cuando modifiquéis, gracias a Mi Vida en vosotros, vuestra alma, es cuando se empezarán a dar las cosas bellas en vuestra vida y en la de vuestros hermanos. Vosotros debéis dar el primer paso, venciéndoos a vosotros mismos, de ya no querer vivir para el pecado sino de vivir en la Gracia que viene de Mí, vuestro Dios.

Trabajad pues fuertemente en ésta realidad, porque lo necesitáis, Mis pequeños, porque se va a dar, con vosotros ó sin vosotros. Qué más quisiera Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, que todos estuvierais presentes en éstos tiempos que vendrán, pero tenéis que ganar el premio y eso cuesta, Mis pequeños, cuesta.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Un alma que se condena por su mal vivir en la Tierra, es un sufrimiento para Mí, vuestro Dios y es un sufrimiento grande.
Hijitos Míos, os había profetizado que el mal caminaría por vuestras calles y lo estáis viendo ya. Satanás ha tomado el poder del mundo, porque vosotros os olvidasteis del poder de la oración y del amor. Todo está contaminado por satanás, vosotros mismos actuáis ya de acuerdo al mal, se os hace difícil actuar verdaderamente en el Bien, como Yo os lo pido y, a veces, es tan difícil actuar en el Bien, que vuestros mismos hermanos os castigan de diferentes formas si vosotros queréis vivir en el Bien.

El mal se ha apoderado de una gran cantidad de almas, muchas de ellas viven ya totalmente en la obscuridad y, lo peor de todo, es que no les interesa salir de ésa obscuridad de maldad, de pecado.

Os he dicho que sois familia todos vosotros y, si realmente vivierais como verdaderos hermanos, deberíais llorar el ver a toda ésta cantidad de hermanos vuestros sumidos en la maldad, en el error, en la obscuridad del pecado, sabiendo que si en éste momento tomara Yo su vida, seguramente se condenarían.

Quiero que entendáis otra cosa, Mis pequeños, que un alma que se condena por su mal vivir en la Tierra, es un sufrimiento para Mí, vuestro Dios y es un sufrimiento grande, estoy perdiendo un alma, estoy perdiendo una parte de Mí, de Mi Amor, porque Yo os he creado a cada uno con Mi Amor. Tenéis Mi Esencia Divina, que es vuestra alma y perder un pedacito de Mí, Me duele mucho, pero sobre todo, Mi Amor queda fuertemente afectado por la negación de ésta alma al evitar vivir en el Amor.

Cuando Yo os pido que hagáis hasta lo imposible por salvar un alma, que está prácticamente condenada, también os estoy pidiendo que Me deis alegría a Mí, vuestro Dios, al darMe de regreso a ésa alma que Me pertenece, que tiene Mi Esencia, que tiene Mis deseos de Vida. Ojala pudierais entender esto, Mis pequeños, aunque, los que sois padre ó madres, sí lo entendéis cuando perdéis a un hijo, una parte de vosotros se va con ése hijo y, así lo siento Yo, pero mucho más fuerte que vosotros.

¡Valéis tanto para Mí, Mis pequeños!, ¡os he dado tanto y vosotros no comprendéis todo lo que hago por vosotros para recuperaros! Cuando hacéis vuestra propia vida, apartáis de vosotros muchas Bendiciones que provienen de Mí, desperdiciáis tanto que pudierais obtener al estar, también Conmigo pero, vuestro error y vuestra negligencia, os van perdiendo. ¿Por qué no entendéis, Mis pequeños?, ¿por qué no entendéis?, solamente estoy buscando vuestro Bien, no os estoy pidiendo cosas que os dañen. Vosotros mismos buscáis el bien en vuestra vida, pero no estáis realmente dándoos cuenta que estáis rechazando el Verdadero Bien para vuestra alma, solamente veis vuestro cuerpo y todo lo que le podáis dar a él para que gocéis en lo externo, pero vuestra alma no la estáis consintiendo, no le estáis dando lo bello, no le estáis dando Alimento Precioso, Alimento útil de Vida. Vuestra alma no ha crecido, la habéis dejado pequeña, enfermiza, débil, porque no la habéis dejado crecer con lo que debierais haberle dado para que fuera fuerte, grande y bella ante Mis Ojos.

¡Cuanto error hay en vuestro corazón y en vuestra mente! Pedid Mi ayuda, Mis pequeños, para que Mi Santo Espíritu os inspire las Verdades que debéis saber, para que defendáis las grandezas que Yo os he regalado.

Entended vuestro error a través de la humildad, que Me debéis pedir. Enseñadles a vuestros hermanos Mis Verdades, que ya deben vivir plenamente en vuestro ser. ¡Oh!, ¡Mis pequeños, desperdiciáis tanto!, ¿cuándo entenderéis?
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Mis pequeños, os sentís fuertes, sentís libertad dentro de vuestra vida, por vuestra juventud, pero es un libertinaje mortal con el que estáis jugando.
Hijitos Míos, Mi Hijo os vino a enseñar que ya no debía existir entre vosotros la “Ley del Talión”, os vino a mostrar el Amor, el Verdadero Amor que debe existir entre los hombres. Os enseñó que toda vuestra actuación debe estar dada en el Amor que, aún cuando se os cause un mal, vosotros deberéis responder con un bien y ahí es donde entra la virtud que debe persistir en vuestra vida y en vuestros actos.

¿Cómo podréis decir que sois hijos de Dios, si no estáis actuando en el amor por la virtud?, ¿cómo os podréis decir seguidores de Mi Hijo, cuando estáis actuando como actuaría satanás?

No, Mis pequeños, os he dicho que, ó estáis Conmigo ó estáis en contra Mía, nada más hay dos opciones, no hay fase intermedia, ó estáis en el Bien ó estáis en el mal, ó Me seguís ó Me traicionáis, ó vivís buscando la Gracia y la santidad, ó vivís para morir. Sí, Mis pequeños, porque buscar a satanás y vivir con él, es morir por la eternidad.

Vosotros fuisteis creados para vivir y dar vida, si estáis con satanás, no estáis llevando a cabo en vuestra vida ésta Ley Divina, estáis dando muerte y estáis llevando a otros a la muerte.

Dentro de vuestra propia familia podéis estar hablando una cosa y viviendo otra, vuestros hijitos, vuestros pequeños, van a entender más vuestros actos que vuestras palabras. Les podréis dar un sermón muy bello, lleno de sabiduría y lleno de amor, pero si os ven actuar en forma diferente, ellos se irán por el ejemplo que estáis dando y no por las palabras que dijisteis.

Uno se va guiando, desde pequeño, por el ejemplo que ve en los que están a su alrededor, serán los padres, primeramente, los hermanos mayores, sus otros hermanitos, todo lo que vaya viendo a su alrededor dejará una huella indeleble para toda su vida. ¿Con qué estáis llenado la mente y el corazón de vuestros hijos?, ó cuando vosotros mismos vais a visitar a parientes ó a los hijos de vuestros hijos, ¿qué presencia vais a dar ante ellos?, tanto con vuestros actos ó con vuestras palabras. Os tenéis que cuidar mucho de lo que hacéis ó decís ante vuestros hermanos. Vosotros creéis que no es de gran importancia cómo os presentéis ante vuestros hermanos y el ejemplo que deis, pero es muy importante, Mis pequeños, porque así, ó destruís un alma ó le ayudáis a su santificación.

Os vuelvo a repetir, ¿estáis Conmigo ó estáis contra Mí?, ¿Me estáis ayudando a hacer crecer Mi pueblo, el pueblo escogido para éste fin de tiempos ó Me estáis quitando almas, Me las estáis arrebatando, porque sois servidores de satanás? Vosotros conocéis la respuesta, porque conocéis vuestro interior. Podréis engañar a vuestros hermanos con aparentes gestos buenos de parte vuestra, pero Yo conozco perfectamente vuestro interior y, a Mí, no Me engañaréis.

Estáis llamados todos vosotros a ser estrellas brillantes del firmamento celestial, pero muchos de vosotros habéis escogido las tinieblas. Esto es una realidad, ¿de qué lado estáis, Mis pequeños? Vuestro error y vuestra tontería, porque estáis jugando con fuego, os puede llevar a la perdición eterna.

Esto es un llamado a la juventud, Mis pequeños, os sentís fuertes, sentís libertad dentro de vuestra vida, por vuestra juventud, pero es un libertinaje mortal con el que estáis jugando. Jugáis con la vida de vuestros hermanos, les destrozáis su vida con vuestro pecado. Yo tomaré en cuenta vuestras acciones y aún vuestros pensamientos para vuestro Juicio Final. A Mí no Me podréis engañar, Soy el Justo Juez, pero os he dicho, que antes de serlo, quiero Ser vuestro Padre Misericordioso. Buscad ésta Presencia Mía ante vosotros, para que no os encontréis con Mi Justicia, la cual va a ser tajante.

Creéis ahora que Me podréis engañar y pondréis excusas para proseguir en vuestro mal actuar de vuestra vida, pero llegará el momento en que os enfrentaréis a la Verdad y a la realidad de vuestros actos y ahí es donde será el llanto y la desesperación de las almas, cuando os enfrentéis a vuestra realidad.

Entended, no quiero que estéis ante Mí en ésa situación, quiero que lleguéis ante Mí, contentos, alegres de haberMe servido y sobre todo, sabiendo que, porque Me servisteis en el Bien, tenéis derecho a vivir en el Amor eternamente. Ciertamente, el vivir en Mí y para Mí, os va a dar una cierta seguridad de que no encontraréis la condenación eterna, sabiendo, además, que siempre deberéis purgar por vuestros pecados, pero que lo haréis con alegría, para tenerMe, en algún momento, por toda la eternidad. Pero, ¡ay! de aquellos que se presenten en la vergüenza y en el dolor, porque no se arrepintieron ni buscaron el Bien para ellos mismos ni para sus hermanos, ¡cuánto dolor!, ¡cuánto dolor!, cuando pudieron haber cambiado todo esto en alegría.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os quiero totalmente abandonados a Mí, a veces os pediré algo que humanamente no entenderéis, pero obedeced.
Mis pequeños, os quiero totalmente abandonados a Mí, a veces os pediré algo que humanamente no entenderéis, pero obedeced, Mis pequeños, creced en Fe y en confianza en Mí, vuestro Dios, para que aún a pesar de que humanamente no entendáis algo, hacedlo, porque Yo siempre sacaré un bien para vosotros.

No juzguéis para no ser juzgados, esto es muy común en el hombre y quizá, vosotros mismos, en algún momento, Yo os pida hacer algo en donde podríais ser juzgados por vuestros hermanos y, si sois obedientes y confiados en Mí, lo haréis y todo saldrá bien, Mis pequeños.

El hombre juzga con sus pocas capacidades, el hombre no sabe lo que Yo, vuestro Dios quiero. Actuad, Mis pequeños, aún cuando no entendáis perfectamente lo que se os está pidiendo, es Fe y confianza en Mis Ordenes lo que Yo os pido. Aquél que Me está sirviendo y Me siga, estará en paz y esto será una señal de que ésa orden viene de Mí.

Satanás no os puede dar paz interior, podéis constatar a lo largo de la historia cómo Yo le he pedido a hermanos vuestros hacer cosas que humanamente no se comprenden y que después resultaron en un bien. Pero Yo pongo a prueba al hombre, para ver hasta dónde se puede confiar en él, por eso exijo docilidad a todos Mis servidores, a todos aquellos que Me aman, a todos aquellos que Me tienen en su vida.

Quizá os pida ser el último, cuando satanás os querrá llevar a ser de los primeros y es donde deberéis tener el Discernimiento Santo, que os he dicho muchas veces, Me pidáis. La misma soberbia del hombre exige ser el primero, pero cuando se es servidor, el ser el último es un gozo.

Ya no penséis a lo humano, os lo he dicho, pensad a lo Divino, para que os ganéis el Cielo eterno.
Gracias, Mis pequeños.