Dic 04_01 La obligación de un hijo es la de hablar con su Padre.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, Yo, vuestro Dios y Padre vuestro, os pido esto.

El que algunos cuantos actualmente, se puedan comunicar Conmigo, no es un don especial, es obligación, por el amor que Me tenéis, el poder hacerlo.

Yo os envié a Mi Hijo a recordaros cómo debe vivir en familia en la Tierra y cómo se vive en Familia en el Cielo. El que algunos cuantos se comuniquen Conmigo os debe dar la pauta para que todos vosotros lo hagáis.
   
Yo no Soy un Dios inalcanzable y además os pido que no Me veáis como aquellos dioses a los cuáles no se les podía acercar, porque en ése momento quedaban fulminados.  Os pido que no Me veáis como a un Dios que sólo escucha a los “buenos”, porque, entonces, pocos, muy pocos, podrían venir a Mi.  Os pido que no Me veáis como a un Dios rencoroso y vengativo, porque entonces iría en contra de los que Mi Hijo os predicó sobre Mí, el Dios del Amor y del Perdón.
   
Yo Soy vuestro Dios, al que le debéis respeto, al que le debéis agradecimiento por haberos dado el Don de la Vida y que os cuida en todo momento y al que le debéis todo lo que en vosotros está y lo que os rodea.  Sí, Me debéis mucho, pero lo único que os exijo, es vuestro amor.
   
Lo menos que un padre exige de sus hijos es algo del amor que él ha volcado sobre ellos para hacerlos hombres de bien.  Yo Soy vuestro Dios y Mi exigencia, que es de Amor, es que Me deis vuestro pequeño amor para que Yo os pueda corresponder dándoos, nuevamente, mucho más Amor del que recibo.
   
Lo normal, en una familia, es que los hijos se comuniquen con sus padres, se compartan, se entiendan se pregunten unos a otros y esto irá creando una CONVIVENCIA.  Al comunicaros Conmigo estáis aceptando crear ésa vida familiar que todos debéis tener.
   
Cuando un alma se comunica Conmigo recibe un gozo extremo.  ¡Qué dicha tan grande recibe el alma cuando se comunica con su Creador!
   
Al comunicarse Conmigo el alma une al Cielo con la Tierra.  Al comunicarse Conmigo el alma recibe Mi Sabiduría y Mis Bendiciones, porque aprende a pedir exactamente lo que ella misma necesita y lo que necesitan sus hermanos.  Cuando el alma se comunica Conmigo, se sublima y crece a niveles inimaginables, porque Yo, vuestro Dios, hago vida en ella.

El no comunicarse Conmigo crea separación el alma con su Dios, no hay confianza, no existe una fe firme, no existe la esperanza de saberse escuchados.  Si lo veis todo esto a ojos humanos, Me estáis haciendo una verdadera grosería. ¡Yo Soy un Dios vivo! ¡Yo Soy un Padre que desea, vehementemente, hablar, no, más que eso, platicar con sus hijos, escuchar sus pensamientos y que también escuchen los Míos! No quiero tener monólogos con vosotros.

Sí, os acercáis a Mí a platicarMe de vuestros planes, de vuestras desgracias, de vuestras necesidades, de vuestras alegrías, etc. sí, en parte es bello que os acerquéis a Mi con ésa Fe de saber que seréis escuchados  por Mi y que obtendréis mucho de lo que pediréis, pero, ¿Por qué no Me dejáis a Mi también platicaros?  Yo también puedo hablar, Yo también Me quiero comunicar con vosotros, Yo también tengo deseos y planes que platicarle a cada alma.

Así como en una familia de muchos hijos los padres tienen que platicar con todos ellos para ir entendiendo a cada uno de ellos, puesto que todos son diferentes y cada uno de ellos exige diferente tipo de atención, así Yo, también, deseo platicar con cada uno de vosotros. Yo deseo y necesito que Me escuche cada uno de vosotros, porque cada uno de vosotros tiene diferente misión en la Tierra y debe ser guiado en forma diferente.  Por eso debéis acercaros a Mí, no solo a pedir lo que creéis que necesitáis, sino debéis aprender a escucharMe para que Yo os guíe para que alcancéis la perfección en vuestra misión y en vuestra vida sobre la Tierra.

Ahora, entended bien esto, o no os estáis comunicando Conmigo por vuestra falta de Fe y de confianza ó por soberbia, por sentiros ser más que Yo y que vuestras obras valen más ó que son más importantes que las Mías. Os hablo fuerte para que entendáis que Mi sensibilidad es grande y para que os deis cuenta que necesito de cada uno de vosotros para que formemos ésa familia en la cuál fuisteis constituidos.

Así que, recordad nuevamente, no es don de algunos cuanto, ni bendición para algunos cuantos el poderse comunicar Conmigo, es obligación de amor de cada uno de vosotros el hacerlo y esto se da en la Fe y en la confianza que Me tengáis.  Al vivir ya desde la Tierra ésa comunicación de familia, vuestra vida sobre la Tierra la llevaréis más fácilmente y vuestro regreso será de lo mas normal.  Teméis a la muerte porque teméis a lo desconocido y Yo Soy el Desconocido.  ¡Conocedme y os daréis cuenta de Mi Bondad Infinita! ¡Confiad en Mi Amor!

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.