Jul 18_01 La Esterilidad Espiritual.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Habla Dios Padre,
Mis pequeños, hoy os quiero hablar sobre un tema fuerte y a la vez penoso, la esterilidad espiritual.

A todas las almas a las que les he concedido el Don de la vida, para bajar a la Tierra a servirMe, se les ha dado, también, la tarea de producir frutos de Amor, de una u otra forma.

El Amor nunca es estático, siempre es dinámico y por consecuencia tiene que producir un cambio en la propia alma y en la de los demás.

En Mí Mismo, vuestro Dios, el Amor ha dado frutos de Creación, de Redención y dá frutos de Vida Eterna. Vosotros fuisteis creados para proseguir Mi Obra. Sois Mis hijos, sois Mis mensajeros, sois Mi ejemplo y cuando no lleváis a cabo la tarea para la cuál se os dió la vida, entráis a formar parte de las creaturas estériles, con locuál Me traicionáis y traicionáis Mi Obra de Amor.

Si vosotros recordáis un momento lo que está redactado en las Sagradas Escrituras, os podréis dar cuenta de lo mal que se veía el que las mujeres fueran estériles.

Como Yo había anunciado, desde el Principio, que un Mesías, que el Salvador vendría a redimiros, para Mi Pueblo escogido, Israel, le era importantísimo la procreación de nuevos seres. Su mentalidad estaba muy apegada a Mis Revelaciones, era un pueblo muy religioso, por lo tanto, el poder tener un bebé era algo muy grande, porque suponía la posibilidad de que ése bebé pudiera ser, en lo futuro, el Mesías esperado. Por lo tanto, una mujer que no pudiera concebir, se le veía mal, se le tomaba como pecadora, como maldita, se pensaba que por graves pecados cometidos por ella ó por sus progenitores se había quedado estéril y por consiguiente, incapaz de tener la posibilidad de agradar a Dios con un hijo que pudiera ser el Salvador.

Aquí la esterilidad física era vista como maldición y no era causada por propia iniciativa, por lo que no existía falta y no afectaba a su alma, cosa que en la actualidad sí existe y es grave.

En la actualidad tenéis dos tipos de faltas graves en éste tipo de situaciones, la esterilidad propiciada por medicamentos, por aparatos ó por cirugía con los cuales impedís la vida a un nuevo ser que debiera llegar a la Tierra. Mediante ellos coartáis Mi Obra, traicionáis Mi Obra, al impedir que el nuevo ser viva; pero existe otra forma de esterilidad en la cuál muchos de vosotros caéis, quizá tan mala ó peor que la otra, llamada esterilidad espiritual.

En la esterilidad espiritual, sí permitís que el nuevo ser llegue a la Tierra, pero no le enseñáis nada provechoso para llenarla de Mi Amor, de educarla en Mis Leyes y Preceptos, para llevarla a ganar el título de hijos de Dios y que tenga acceso a Mis Bendiciones temporales y eternas.

Vosotros mismos sois estériles espirituales, porque estáis vacíos de Mí y ni os importa buscarMe ni seguir Mis Enseñanzas y menos transmitirlas para dar vida espiritual a las nuevas almas que llegan a la Tierra.

Hijitos Míos, estos dos tipos de esterilidad os hacen ganar oprobio ante Mis Ojos. Si en la antigüedad se les consideraba malditas a las mujeres que no podían concebir, y no estaba de ellas poder controlar éste defecto, ahora, que sí pueden concebir y por propia iniciativa impiden el don de la vida, ahora sí se ganan éste apelativo y su consecuente culpa.

Impedir Mi Obra, cuando Yo os dí una orden expresa y clara: “Creced y multiplicaos”, es ir en contra de MI VOLUNTAD Y eso es una grave falta, pero más grave es el haber permitido llegar al nuevo ser a la Tierra, olvidarlo, darle mal ejemplo y hasta impedirle que Me conozca, a Mí, su Padre Celestial. Con ésto os ganáis una grave reprimenda que ya Mi Hijo os había dicho: “Si escandalizáis a alguno de éstos pequeños, más os valdría amarraros una piedra de molino al cuello y lanzaros al mar”.

La esterilidad física provocada ó la esterilidad espiritual, que no permite transmitirMe a los demás, siempre será traición a Mí, vuestro Dios y su castigo grave.

Mis pequeños, recapacitad y enmendad vuestra vida. Vuestro Mundo está como está, en gran parte, porque una gran mayoría se han vuelto estériles espirituales. Mis Bendiciones no llegan a la Tierra, como debieran, porque no hay suficientes almas que Me las pidan, porque para muchos ya no paso a formar parte de su vida y, ¿cómo Me podréis mantener en el corazón de vuestros pequeños, si para vosotros mismos ya no os importo?

Orad intensamente para que Mi Santo Espíritu descienda sobre vosotros y os dé la Luz del Entendimiento y así apreciéis las Obras de vuestro Dios. Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.