Mzo 01_01 El Pecado del mundo fue grave, pero se agrava por vuestra negligencia.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.  

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, el Pecado del mundo fue grave, pero se ha hecho más grave por la negligencia del hombre.

El nivel espiritual en el que estaban vuestros Primeros Padres, Adán y Eva, era altísimo, mucho mayor de lo que podáis comprender. Yo los había creado perfectos, pero con libre albedrío, la serpiente los confundió, pecaron y cayeron a ser nada, de tener todo, se quedaron sin nada.

El hombre ha ido subiendo poco a poco y no porque no pueda hacerlo más rápido, sino porque no ha querido. No ha querido seguir las Enseñanzas que os di a través de Mi Hijo.

El Pecado fue grave, pero vuestra negligencia lo es más y con ella habéis fortalecido al mal.

Al Principio de las Escrituras, en el Génesis, se os muestra el poder del maligno en forma de serpiente, al final, en el Apocalipsis, se os representa en forma de dragón.

Todos vosotros, en el transcurso del tiempo, lo habéis alimentado, lo habéis mimado, lo habéis fortalecido y ahora que es grande su poder, se vuelve en vuestra contra y os ataca.

Su maldad es mucha y se ha introducido a todos niveles y en todos los pueblos de la Tierra. Ya no hay casi alma que no haya probado los “frutos” de la corrupción. Le habéis dado poder porque no lo habéis contraatacado con Mi Poder, el Amor.

Se habla en los noticieros, en los periódicos, en la radio, de casi puras cosas negativas, pero pocas ó muy pocas veces, se habla de cosas positivas, las cuáles debieras hacer vuestras y eso para ir promoviendo y luchando por implantar el bien, en lugar del mal, en el mundo.

Ahora, en éste tiempo, son muy pocas almas con las que cuento para lograr la salvación de todos. Os he dicho que con un solo puñado de hijos Míos totalmente abandonados a Mi Voluntad, Yo puedo cambiar a éste mundo.

En una familia hay hermanos mayores y hermanos menores. Tanto los papás como los hermanos mayores, siempre les están recordando a los menores lo que tienen qué hacer, ya sea como levantar su ropa sucia, recoger los juguetes tirados ó limpiar lo que ensuciaron, etc. En una palabra, los padres y los hermanos mayores trabajan el doble para poder mantener la casa limpia y ordenada, les pesa a ratos, pero lo acaban aceptando porque, al fin y al cabo, es su casa y con ése pequeño sacrificio reciben la recompensa de mantener el orden y la paz en el hogar.

En vuestro mundo así es y será. Sois millones en el mundo y no todos se pueden decir Mis hijos. El maligno está atacando a todos por igual. No le importa a qué religión, pertenezcan ó a que pueblo ó qué costumbres tengan, a él solo le interesa destruiros para hacerMe daño, porque él sí sabe que todos vosotros sois Mis hijos. Debido a que sois pocos los que sí Me aceptáis, Yo os cargo de trabajo para que Me ayudéis en la salvación de todos, obviamente os doy bendiciones y Gracias extras para que podáis lograrlo. Mientras más Gracias y bendiciones derramo sobre un alma, mayor es su responsabilidad, los mayores tienen que velar por los menores, pero recordad que éstas almas escogidas por Mí, se han donado en totalidad, sin reservas y, por lo tanto, Yo vivo perfectamente en ellas, pero no trabajan solas, Yo estoy actuando a través de ellas, con Mis Poderes y con Mi Gracia.

No hay alma que se pueda resistir a Mi Gracia y actúo sobre ellas porque sus hermanos mayores Me lo piden.

Alegraos todos porque el tiempo ya está tocando a su fin. Pronto Mi Misericordia se manifestará sobre  todo el género humano y entonces conoceréis Mi Obra y sus necesidades.

Vigilad y estad atentos porque el mal se ha llevado a un sinnúmero de almas por vuestra negligencia personal y mundial.

Si todos orarais y tuvierais a vuestro Dios presente en vuestro corazón. Si todos hicierais la “tarea” como amerita hacerla. Si todos amarais a vuestros hermanos, éste mundo cambiaría.

El luchar, ó más bien, el tratar de mantener la  “casa limpia”, vuestra casa, vuestra casa Tierra, durante el tiempo breve que obtenéis de Mí y que es vuestra personal existencia, tratad de hacerlo lo mejor posible. El bien es para todos vosotros, ahora y en la eternidad.

Por favor, ayudadMe con la “tarea” de vuestros pequeños hermanos. AyudadMe a que todos se salven sembrando amor, sembrando paz, sembrándoMe a Mí, vuestro Dios, en sus corazones, sembrando Mi Palabra y Enseñanzas. Los hermanos mayores tienen que darse por los menores, como Mi Hijo lo hizo.

Sois una familia y no os debe pesar el daros por vuestros hermanos. Solo permitidMe obrar en vosotros y a través de vosotros y así muchas almas alcanzarán su salvación. Os aseguro que vuestra recompensa será tremenda.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.