Jun 18_01 La reciprocidad de amor debido a Dios.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Dios Padre,
Mis hijitos, Mis pequeños, vosotros, cuando habláis del amor, decís que tiene que ser recíproco, que si dais, lo menos que debe hacer la persona a la que amáis, es la de responder cuando menos en una mínima parte.

Si vosotros, Mis pequeños imperfectos, así pensáis, imaginad lo queMi sensible Corazón quiere de cada uno de vosotros. 

Cuantos sois los que pasáis por el Mundo sin daros cuenta que durante toda vuestra vida habéis tenido un Padre, un Dios, que os ha amado al máximo sin importarle vuestro agradecimiento, pero sí esperando vuestra conversión para lograr vuestra salvación.

Sí, en verdad hay hijos Míos que desde temprana edad se dan cuenta, gracias al amor que sus padres Me tienen, que cuentan con un Padre Celestial que los ama infinitamente y que busca el darles todo lo mejor para su alma.

Estas pequeñas almitas son las que harán mucho bien en lo futuro, ya que no solo vivirán amándoMe y agradeciéndoMe por ellos mismos sino también por todos sus hermanos. El Amor con el que los cuido es ampliamente reconocido por ellos y también difundido a todos los que los rodean.

Es por ellos y gracias a ellos que Mi Amor se alegra y con más ganas Me sigo derramando en todas las almas.

Yo Soy el único que dá sin esperar respuesta, porque el amor, cuando es verdadero, se dá para bien de los demás, sea ó no recibido con agrado, sea ó no agradecido. Yo doy porque os amo, porque espero que con él crezcáis, porque así os preparo para que volváis a vuestro hogar eterno, en donde todo lo que se habla y se vive está envuelto de puro Amor.

Sí, doy en plenitud sin esperar respuesta, pero cuando la recibo de vosotros, Mi Corazón se alegra sobremanera y Me derramo más sobre aquellas almas agradecidas, porque sé que están apreciando Mis regalos, Mis cuidados y todo lo que Yo hago por ellas y por su familia. Estas almas agradecidas Me poseen y son la delicia de Mi Corazón.

También aprecio mucho a todas aquellas almas que, viviendo en el error, al recibir Mi llamado, lo han aceptado, han cambiado de vida y se vuelven a Mí completamente. Entre éstos hay muchos grandes pecadores que hicieron mucho mal a Mi Iglesia ó a sus hermanos, que atacaron de diferentes maneras a Mi Amor, viviendo según el mundo les enseñaba. Son almas fuertes, pero equivocadas, tuvieron mala guía en su infancia y se dedicaron en cuerpo y alma a hacer el mal, porque eso fue lo que aprendieron, pero al momento en que Yo los toco y conocen la Verdad y Mi Amor, cambian radicalmente y se levantan a la nueva Vida. A estas almas las amo mucho porque reaccionan favorablemente a la Gracia.

Estas almas, en su mayoría, se vuelven grandes ejemplos y soldados del Amor, defendiéndoMe fuertemente porque, conociendo la bajeza, llegaron a la virtud y la defienden aún a costa de su propia vida.

Y por las almas que lloro son aquellas por las que Me doy y Me doy, las busco y no se dejan encontrar, les pongo toda clase de ocasiones para lograr su conversión y no desean escucharlas ni seguirlas. Se entercan en su error y así mueren, ganando su perdición eterna.

Por éstas almas os pido que oren “exageradamente” porque aún a pesar de su situación de pecado, las amo. No permitan, Mis pequeños escogidos del Mundo, que se pierdan. Yo las amo mucho, tanto como a vosotros, porque también son parte de Mí.

Oren, oren, oren por ellas y por su salvación eterna.

No os imaginéis, Mis pequeños, que por ser quién Soy, vuestro Dios Amor y Misericordia, podréis todos ganar Mi Reino, cuando terminéis vuestra tarea sobre la Tierra. Os he dado Mis Leyes y Preceptos en Mis Mandamientos y todos aquellos que los han respetado y han vivido el ejemplo de Mi Amor, serán los grandes escogidos. Recordad lo que Mi Hijo os dijo: “No todo aquel que Me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos”.

Yo os amo y os bendigo en Mi Amor, en el de Mi Hijo, que se dió por cada uno de vosotros con el Amor del Espíritu Santo.