Jun 06_01 Un buen ejemplo mueve más que mil palabras.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Queridos hijitos, Mis pequeños, vosotros decís que un buen ejemplo mueve más que mil palabras. Sí, Mis pequeños, ésto es una realidad, vuestros hijos van aprendiendo de vosotros desde muy temprana edad con solo veros.    

Ellos van repitiendo lo que ven, y son tan sensibles, que perciben algo malo o algo bueno tan solo por el tono de vuestra voz o con un cariño o con un jalón.

Así, sabiendo que el ejemplo mueve más que la palabra, Me encarné y os vine a dar, personalmente, lo que Mi Padre os había dado en la antigüedad, de palabra.

El hombre siempre ha sido testarudo y a pesar de que la Palabra que se os dió estaba llena de Vida, no la aceptaba la gran mayoría. Eran pocos, muy pocos los que la llevaban en su corazón.

Si el Antiguo Testamento fue vida a través de la Palabra, cuando llego Yo al Mundo, la Palabra se vuelve vida en Mi Ejemplo.

Los escribas y fariseos de ése tiempo eran el ejemplo claro de pregonar la Palabra pero actuando según el mundo, no eran congruentes con lo que enseñaban y así se los hice ver, presionaban al pueblo con la Palabra, a la cual manipulaban a su antojo para tener al pueblo a su servicio y de ésa forma Mi Palabra se volvía instrumento de temor hacia los Míos.

Al llegar a la edad de Mi Predicación Yo les enseñé que la Palabra no era de temor, sino de Amor.

En el Antiguo Testamento se mostraba al Dios Justiciero, Yo les mostré al Dios Amor. El Antiguo Testamento, manipulado por los fariseos, bloqueaba la libertad del hombre con sus innumerables leyes adicionales a los 10 Mandamientos dados por Mi Padre, Yo, en cambio, les mostré la libertad en el Amor.

Yo vine a dar ejemplo basado en el Amor y así pude mover a las multitudes, pero, como el Amor es difícil de aceptar en el mundo, se Me traicionó y se Me asesinó, pero no se pudo asesinar y hacer olvidar el ejemplo que os dí. Por eso Mi Obra perdura y perdurará por todos los siglos, Mis pequeños.

Mis pequeños, el ejemplo dá vida a las almas y eso es lo que pido, no prediquéis tan sólo de palabra, si buscáis un verdadero cambio en vuestro Mundo, predicad de obra, así Yo estaré en vosotros y vosotros estaréis en Mí. De esta forma Mi Predicación proseguirá a través de cada uno de vosotros hasta el Fin del Mundo.

Yo os bendigo en el Santo Nombre de Mi Padre, vuestro Dios, en Mi Santo Nombre y en el del Espíritu de Amor.