2009 El Alma y el AMOR; reciprocidad en el dar y en el recibir amor.

Mensaje (Feb).

 

Mensaje de Dios Espíritu Santo a J.V.

Habla Dios Espíritu Santo,
Sobre: Problema de las relaciones “humanas”, causadas por la falta de amor en las “almas”.

Primeramente, partiremos de la base de que las almas se “alimentan” de amor. Como almas, fuimos creados por Dios, que es todo AMOR, para amar y ser amados. Las almas son asexuadas, o sea, no tienen sexo, y cuando se encarnaron, aunque tomen cuerpo humano, masculino ó femenino, no pierde el alma su esencia, son dos entidades diferentes, alma y cuerpo, que ahora formarán al ser.

El alma, ya sea que esté en cuerpo masculino ó femenino, sigue necesitando su alimento base, que es el amor. El amor lo va a recibir por dos vías, la humana y la Divina. Por la vía humana lo va a buscar a través del trato que tenga con sus congéneres, quienes, a su vez, también necesitarán amor, por lo tanto, para mantener a las almas “bien alimentadas”, de su alimento básico, todas las almas deberán dar amor con la esperanza de también recibirlo. No se puede pensar en la falacia de que un alma, o un ser humano, goce solamente en el dar amor, sin esperar recibir, puesto que toda alma se alimenta de amor. O, por lo contrario, no se puede mantener una relación sana en la cuál un alma, o ser humano, sólo se mantenga en posición de estar recibiendo constantemente de los demás y ésta no ponga de su parte, en lo absoluto, al no actuar recíprocamente. Este tipo de alma, a la larga, al mantener esa posición egoísta, se quedará sola y sin alimento base.

La falta de amor para un alma encarnada, puede llevar al ser a infinidad de problemas, unos a nivel espiritual y otros a nivel humano. Hay infinidad de afectaciones emocionales ó físicas en los seres, causadas por la falta de amor, que van desde sencillas a muy complicadas en el ser humano. Entre sencillas pueden partir desde perder el sueño, el apetito, hasta desórdenes emocionales que puedan llevar a la locura ó a la muerte a una persona. Comprobado está que, hasta los bebés se desarrollan mejor cuando reciben amor desde muy pequeñitos, que cuando no lo reciben, ó peor aún, cuando se les desprecia ó castiga continuamente. El amor es alimento para el alma, lo cual también se manifiesta en su cuerpo.

El ser puede responder de dos formas a la falta de amor, la primera con su autodestrucción, como, por ejemplo: insomnio, falta de hambre, aislamiento, depresión y aún muerte, ya sea lenta, por falta de deseo por vivir, ó rápida, por suicidio.
La segunda forma de responder a la falta de amor es a través del ataque, por envidia, maldad, odio, etc., contra sus semejantes.

El alma no recibe amor, pero ve que sus semejantes sí, viene la envidia, y ataca y hasta destruye. Por ésta causa mucho mal se produce alrededor del hombre, llegándose a producir una problemática muy grande afectando a las familias, a la sociedad ó a pueblos enteros, llegando a guerras muy destructivas y, en la mayoría de los casos, todo causado por la falta de amor entre los hombres.

Corolario:
Si desean tener relaciones bellas y duraderas en el amor, debe haber, POR NECESIDAD, reciprocidad en el dar y en el recibir amor, pero amor verdadero y auténtico, en el cual veamos por el bien general de nuestro prójimo, agradeciendo siempre el amor recibido, pero también con el firme propósito de dar a los demás el amor que necesiten sin actuar nunca en el egoísmo, con complicaciones absurdas que terminan necesariamente en la falta de producción de amor, causando con ello odios y maldad, que dará por resultado guerras y muertes.

Sin amor no se desarrolla la vida, no habrá paz, no habrá fraternidad entre los seres humanos. Si se quiere recibir el alimento del alma, que es el amor, primero alimentemos a nuestros semejantes, con la firme esperanza de que luego ellos nos habrán de alimentar y así nos desarrollaremos parejos y en paz y armonía.