Rosario.
Mensajes de Dios Padre y Dios Espíritu Santo a J. V.
Temas:
- DejadMe Vivir en vuestro corazón, en vuestra mente y así vuestros actos Me reflejarán a Mí.
- Que vuestro último suspiro quede, la mitad en la Tierra y la otra mitad sea el principio de vuestra vida.
- Pedid ya, un pequeño Pentecostés para cada uno de vosotros, que venga vuestra propia purificación.
- En breve se manifestará ante la humanidad, el hombre de la iniquidad, el malo, el que viene usurpando Mi Nombre.
- Confiad en lo que Yo permita en vuestra vida, porque así lo requieren Mis planes de salvación.
Sobre: DejadMe Vivir en vuestro corazón, en vuestra mente y así vuestros actos Me reflejarán a Mí.
Hijitos Míos, os he pedido ser transparentes, para que vuestros hermanos Me puedan ver a Mí, a través de vosotros. Pregunto ¿Quién es más importante Yo, vuestro Dios ó vuestros hermanos? La respuesta es obvia, entonces ¿por qué, Mis pequeños, tratáis de esconder lo que para Mí, vuestro Dios es transparente? No podéis esconder nada de vuestro corazón, de vuestra mente, de vuestro pensamiento ante Mí, Yo lo conozco todo, entonces, si Yo Soy importante ante vuestros ojos, ¿por qué tratáis de ser mentirosos ante vuestros hermanos? A Mi no Me podéis engañar, entonces estáis engañando a vuestros hermanos y eso no es bueno, estáis mintiendo y eso también es falta. Os pido, Mis pequeños, que esa transparencia que tenéis hacia Mí, no por donación propia, sino por naturaleza, la tengáis para con vuestros hermanos. DejadMe Vivir en vuestro corazón, en vuestra mente y así vuestros actos Me reflejarán a Mí, Me verán a Mí vuestros hermanos en todo lo que hagáis, y esto es lo que deseo en toda la humanidad, que Yo Me refleje en cada uno de vosotros, que Yo Viva plenamente, que Yo actúe plenamente y así, se va a dar ésta hermandad Divina entre todos vosotros, que será el Nuevo Paraíso, Mi Reino en la Tierra, todos en Mí, Yo en vosotros.
Gracias, Mis pequeños. Segundo Misterio,Habla Dios Padre,
Que vuestro último suspiro quede, la mitad en la Tierra y la otra mitad sea el principio de vuestra vida.
Hijitos Míos, la humanidad entera ha bajado su espiritualidad. Yo no Soy el Dios que debiera de ser para vosotros. Una gran mayoría vive en esa apostasía, en ese olvido de su Dios, en ese separarse y negar a su Dios. A otros han ido a buscar para tener experiencias místicas, en donde no van a encontrar Mi Presencia, sino su personalidad, afectada por el mal y por la soberbia. Otros han hecho su propia religión y creen más en sí mismos que en Mi Presencia Real en vosotros y alrededor de vosotros. El mundo en general, no está dando lo que debiera de dar, aún aquellos que están Conmigo, buscan pretextos para no darse completamente a Mí. Aquellos que no dan fruto, como la Parábola de la higuera, deben de tener mucho cuidado, porque aquellos que no dan fruto, se les corta y se les arroja al fuego. Hay otros que dan fruto malo y también serán echados al fuego. Cuando un árbol no da fruto, fácilmente puede caer en garras del enemigo, lo puede manipular y lo puede llevar a atacar Mi Obra, porque aquel que da fruto, tiene su mirada puesta en Mí, trata de seguir Mis Mandamientos de Amor, Mis decretos y trata de seguir una línea recta, que aunque cae, se levanta, pero trata de mantenerse en pié, viéndoMe, actuando para Mí. Aquellos que dan fruto, son los que reinarán, son aquellos que verán los Nuevos Cielos y las Nuevas Tierras, son aquellos a los que se les dieron tres monedas y Me regresaron seis. Aquel que da fruto, ha entendido bien la lección, ha puesto un gran esfuerzo en su vida, tanto en su vida interna, como el trato para sus hermanos, todo lo que viene de Mí da fruto cuando es aceptado en el corazón y se le da vida. Tened cuidado, Mis pequeños, tened cuidado de vuestra vida y de vuestras acciones, para que lleguéis ante Mí, al fin de vuestra misión, aún en los últimos segundos de vuestra vida, que estéis cumpliendo, que estéis salvando almas, que os estéis ofreciendo por vuestro Dios, que vuestro último suspiro quede, la mitad en la Tierra y la otra mitad sea el principio de vuestra vida. En ningún momento os apartéis de Mí; que esa Fe que he puesto en vuestro corazón, se mantenga, se engrandezca y cuando Yo sea todo para vosotros, grande será vuestro corazón, grande será vuestra presencia en la Tierra y también grande será vuestra presencia en el Reino de los Cielos. Buscad, buscad con ahínco ésa vida interior, ésa vida en la cual Me veis a Mí en vosotros y por consecuencia, dais fruto llevándoMe a vuestros hermanos, elevando a vuestros hermanos a la espiritualidad a la cual fuisteis elevados vosotros mismos. DadMe, dadMe mucho, Mis pequeños, que eso se multiplicará al ciento por uno. Trabajad para vuestro Dios, trabajad fuerte, Mis pequeños, ya falta poco, el Premio se acerca y confiad en Mí que Yo estaré a vuestro lado en lo que Yo permita para vuestra vida.
Gracias, Mis pequeños. Tercer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo,
Sobre: Pedid ya, un pequeño Pentecostés para cada uno de vosotros, que venga vuestra propia purificación.
(Lenguas…)
Mis pequeños, Yo vuestro Dios Espíritu Santo. En el Pentecostés para Mis Apóstoles, les di esa Fuerza, les di esa Sabiduría, les di ese empuje espiritual, para que dieran fruto, para la evangelización del género humano. Esos fueron tiempos de inicio, fueron tiempos de gran lucha, pero ellos estaban ahí, respaldados por Mí. Mis pequeños, una nueva lucha se va a desatar sobre la Tierra, contra los nuevos Apóstoles. Ya en esa época se vislumbraba lo que ahora va a ser la Gran Lucha, allá fue en pequeño, fue local, ahora será mundial Mis pequeños. No pongáis de vuestra parte nada, ni vuestros pensamientos, ni vuestros actos, dejadMe a Mí poseeros, para que Yo os tome, y que sean Mis pensamientos, ó que sean Mis actos, pero siempre con vuestra libre voluntad de servir a vuestro Dios. El hombre que se deja engañar, se deja poseer por el mal, va a actuar en forma despiadada, cruel. La maldad brota de sus poros, pero ni aún así, logrará vencer lo que Yo tomaré, que serán todos aquellos que estén poseídos por Mí, por el Santo Espíritu de Dios, Quien es todo Amor, todo Bondad. Mis pequeños, pedid ya, un pequeño Pentecostés para cada uno de vosotros, que venga vuestra propia purificación, que sea personal, que sea voluntaria, porque el otro Pentecostés se os impondrá, se impondrá para sacar un bien, pero si Me pedís voluntariamente que se os dé esa purificación, estaré muy halagado, porque con ello estaréis dando vuestro “sí”, vuestro “fiat”, vuestra entrega, de vuestra “nada” a Mi Omnipotencia Divina. Dad vuestro “sí”, para que Yo santifique vuestro ser, y así empecemos a trabajar ya por éstos momentos para que no se desperdicie el tiempo, tiempo valiosísimo para la salvación de muchos de vuestros hermanos. Adelantaos, Mis pequeños a los acontecimientos. Si realmente Me Amáis de corazón, si realmente queréis vivir una vida en servicio ayudando a vuestros hermanos a levantarse, dándole a vuestro Dios alegría, ofreciéndole la salvación de vuestros hermanos, entonces, pedid. Llevad, llevad en vuestro corazón y en todo vuestro ser, Mi Presencia. Todos Mis Dones se derramarán sobre vosotros, si realmente queréis que Yo actúe plenamente en vosotros, el temor, ya no será obstáculo, Yo os daré esa valentía santa, vuestra donación será grande. Vosotros mismos sentiréis ese cambio y lo gozaréis, por estar al servicio de vuestro Dios y ahí empezarán las manifestaciones Divinas que se darán a través de vuestro pobre ser. No temáis, Yo Soy la Bondad infinita y el demonio nunca va a poder vencer a los Míos. No le deis más importancia a vuestro exterior de lo que realmente tiene. Por eso se os dijo, que si queréis salvar a vuestro cuerpo, os perderéis. Queréis salvar vuestra vida carnal y no estáis salvando vuestra vida espiritual. Al momento en que aprendáis a apartaros de lo carnal, de vuestro cuerpo, de vuestra envoltura terrena, entonces, vuestras potencias espirituales se manifestarán en pleno. DejadMe ayudaros, dejadMe serviros, dejadMe tomaros, dejadMe empezar a trabajar ya en vosotros plenamente, os lo agradeceré y muchas almas se salvarán por medio vuestro.
Gracias, Mis pequeños. Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: En breve se manifestará ante la humanidad, el hombre de la iniquidad, el malo, el que viene usurpando Mi Nombre.
Mis pequeños, en breve se manifestará ante la humanidad, el hombre de la iniquidad, el malo, el que viene usurpando Mi Nombre. Mis pequeños, os he pedido mucha oración, mucha donación de vuestro ser hacia Mí y hacia vuestros hermanos. Su engaño es muy fuerte, su presencia aterradora para los que están Conmigo, será benevolente para los que no están Conmigo. A aquellos como vosotros que os habéis dado a Mí, a Mi Voluntad y Me dejáis trabajar en vosotros, conoceréis quién será, lo conoceréis de inmediato. Vosotros Me conocéis, conocéis lo que os ha dado Mi Hijo y el que viene usurpando Mi Nombre, el que se sentará en el lugar Santo, no podrá ocultar su maldad, aún a pesar de su externa benevolencia. La prueba va a ser difícil para aquellos que no han tratado de mantenerse en Mí, porque los seguirá engañando, como un engaño ha sido su vida entera. Si no conocéis el Bien desde la raíz, ¿Cómo podréis juzgar el aparente bien que se os dará? Que os preocupen las almas de vuestros hermanos, como Me preocupan a Mí. No temáis, Mis pequeños, que se os dará todo lo necesario para pasar la prueba. Vuestros hermanos que no están Conmigo, sí que sufrirán, pero os pido donación por ellos, reparación por ellos, sacrificio por ellos, porque aunque han renegado de Mi Nombre, aunque han renegado de Mi Presencia en ellos, aunque han cerrado su corazón para que Yo les pudiera dar Vida, aún así, los Amo, porque el gran engañador, los ha llevado a esa apatía, a esa escasa espiritualidad, a esa negación de Mi Nombre en ellos. Aquellos que trabajen para Mí, serán protegidos. No os dejéis llevar por mundanos criterios… (Lenguas)…Yo cuidaré de los Míos, protegidos estarán contra las fuerzas del mal, Yo os Amo, no puedo permanecer ya sin actuar, muchas almas se lleva el engañador, tengo que detenerlo ya. Necesito vuestro servicio, necesito vuestra donación, necesito de Mi ejército de la Tierra para que se una a Mi Ejército Celestial. Mis pequeños, no hagáis ya planes Terrestres, manteneos en la espiritualidad que Yo os pido, buscadMe en todos los acontecimientos, cuando no entendáis algo, introducios a vuestro corazón, os pido que entréis a vuestro corazón, para que se os explique, para que se os dé Luz, para que se os dé valentía, para que se os dé Sabiduría. No confiéis ya en los que os rodean, manteneos en los grupos que Yo he formado, y que Mi Mano está sobre ellos. Son tiempos de prueba, son tiempos de fidelidad, son tiempos de Amor, son tiempos de reparación. Mi Hijo vino a reparar lo que Él no había hecho, ahora es tiempo de que reparéis lo que sí habéis dañado. Confiad, Mi abundante Misericordia se derramará sobre el mundo. Yo no puedo ver que Mis hijos se pierdan y que luchando por Mí, sufran excesivamente; ciertamente no os quitaré el dolor ni las penas, las tendréis que soportar, como Mi Hijo las soportó, pero eso, Mis pequeños, os conducirá a vuestra purificación y santificación. Nunca se os dará más allá de lo que podáis soportar, ya os lo he dicho, confiad, simplemente, como os he pedido, dad el primer paso, que Yo daré todos los demás. Dejaos mover por Mí, dadMe vuestra libre voluntad, ése será el primer paso, Yo haré el resto, Mi Vida está en vosotros, el Triunfo está con Nosotros. Yo Soy vuestro Dios y os Amo, os Amo infinitamente y quiero el Bien para vosotros y para todos vuestros hermanos. Yo os daré todo lo necesario en vuestro cuerpo y en vuestra alma, para que no desfallezcáis, para que podáis soportar el tiempo de la prueba. Manteneos en Mi Presencia, en vuestro interior y llevando Mi Amor a todos vuestros hermanos. Tenedles paciencia, compadeceos de ellos, tratad de entenderlos y sin juzgar, ayudadles a levantarse. Amadlos como Yo los Amo, como Mi Hijo los Amó, que vuestro corazón sea todo amor, todo amor, Mis pequeños.
Gracias y Yo os Bendigo. Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Confiad en lo que Yo permita en vuestra vida, porque así lo requieren Mis planes de salvación.
Hijitos Míos, os pido que con lo que os va a pasar, con los acontecimientos que vendrán, no critiquéis Mi Obra en vosotros, confiad plenamente en lo que Yo haga y en lo que Yo permita. Si se os van a ir quitando las cosas materiales, será precisamente para que vayáis ejercitando mayormente las espirituales. Se os ha dicho que no debéis poner vuestra voluntad, vuestro corazón, vuestro ser en las cosas del mundo, que deberéis manteneros con la mirada fija y vuestro corazón dispuesto en vuestro Dios. Lo material y el exceso de lo material os hace confiar en esos bienes y os separan del Bien Superior. Es claro y conocido y alguna vez quizás lo hayáis padecido, que cuando estáis llenos de los bienes materiales, os olvidáis de Mí. Mi Presencia en vosotros no está tan seguido, como cuando necesitáis de las cosas. Os he dicho que éste es tiempo de prueba, vuestro corazón, vuestra mente, deberá estar todo el tiempo Conmigo, viendo por Mis intereses, y si Yo utilizo éstos medios para obligaros a estar Conmigo, aceptádMelos por favor, porque os necesito, necesito que estéis viendo por Mis intereses, sois Mis enviados y no debéis de olvidar vuestra misión. Si permito que haya mucho de lo material en vuestra vida, os separaréis de Mí. Os daré lo necesario para que no os falte, lo que vuestra vida material requiere, pero no demasiado como para que os olvidéis de Mí. Mis pequeños, el mal, sabéis que no descansa ni de día, ni de noche, él utiliza a hermanos vuestros, a quienes consiente en lo que ellos quieren, les da bienes, bienes terrenos para que vivan agradecidos a él, pero les ha quitado lo más grande, esa vida interior, esa vida que Yo les di y por ese agradecimiento de lo material, los tiene aprisionados, encadenados a su voluntad y vuestros hermanos tontamente acceden a ello, atacándoos de mil maneras, con tal de apartaros de Mí y de Mi Gracia. Cuidaos, cuidaos de llenaros de cosas superfluas, de paja, que pronto se quemará, mantened inviolable vuestra alma, no permitáis que el mal la dañe y confiad en lo que Yo permita en vuestra vida, porque así lo requieren Mis planes de salvación, no solamente para vosotros, sino para vuestros hermanos, confiad en Mi Sabiduría Divina, confiad en vuestro Padre y vuestro Dios que es todo Amor.
Gracias, Mis pequeños.