Feb 08_05 Por haberos olvidado de vuestra espiritualidad el demonio está actuando con toda su furia.

Rosario

Mensajes de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

Temas:

  • Tiempo de Cuaresma, tiempo de vida espiritual, tiempo de reparación, tiempo de penitencia, tiempo de amor.
  • Yo os voy persiguiendo, os voy guiando y os voy haciendo reflexionar hasta salvaros.
  • Por haberos olvidado de vuestra espiritualidad el demonio está actuando con toda su furia.
  • A Mí también se Me toman cuentas de cómo voy levantando y salvando almas. Yo también necesito de vuestra oración, así como vosotros necesitáis de la Mía.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Tiempo de Cuaresma, tiempo de vida espiritual, tiempo de reparación, tiempo de penitencia, tiempo de amor.

Pequeños Míos, otro tiempo más se os concede como ayuda para purificar vuestra alma, como recordatorio de la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra. Tiempo de Cuaresma, tiempo de vida espiritual, tiempo de reparación, tiempo de penitencia, tiempo de amor.

Mis pequeños, poco entiende la humanidad de éstos momentos que se os dan. Poco entiende la humanidad de tanto Amor que se derramó con la vendida de Mi Hijo a la Tierra. Poco entiende la humanidad del gran Sacrificio de Amor de Mi Hijo para con todos vosotros.

Vino a reparar, vino a enseñar, vino a consolar, vino a redimir al género humano, vino a abrir las puestas del Cielo que estaban cerradas por el pecado, por la maldad del hombre.

Y, ¿Qué habéis hecho con todo esto? Ya no lo tomáis en cuenta. Tenéis pretextos, varios, para no sacrificaros, para no reparar con Mi Hijo, para no Amar con Mi Hijo, para no vivir momentitos con Mi Hijo.

Mis pequeños, vuestra función es de corredención, vosotros debéis de asemejaros a Mi Hijo. Ciertamente no en el grado de Él, sino dentro de  vuestras mismas capacidades.
Así como Él vino a servirMe, también vosotros estáis para servirMe en la redención del género humano. Cada cual en su nivel, si Él lo hizo por toda la humanidad, vosotros lo haréis por una parte de ella. Aunque sea una, Mis pequeños, aunque sea que Me salvéis un alma, ya habréis hecho grandes cosas para el Cielo. DadMe almas, Mis pequeños, dadMe almas, necesito salvación de almas.

Que el amor que Me tenéis se derrame también sobre vuestros hermanos ayudándolos a crecer en el amor, a crecer en la virtud, a crecer en esa vida interior, a reconocerMe como su Padre, a reconocer a Mi Hijo como su Salvador. Que la humanidad se dé cuenta de que vive para el Cielo, no vivís para el mundo, vivís para las necesidades de Mi Corazón.

Entended, Mis pequeños, que estáis sirviendo a vuestro Dios, reparando, también sufriendo, tomando vuestra Cruz de cada día para reparar los males de vuestros hermanos y los propios.

Mi Hijo no necesita reparación propia, porque Él es el Puro, Él es el Santo, pero vuestros sacrificios, vuestra donación os llevan también a vosotros a esa santidad. Vuestros méritos hacia vuestros hermanos también se aplican hacia vosotros mismos, porque los necesitáis y es vuestra caridad la que hace que os lleve a ésa santidad. Daos por vuestros hermanos, que Yo os daré a Mi Hijo para vuestra salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo os voy persiguiendo, os voy guiando y os voy haciendo reflexionar hasta salvaros.

Hijitos Míos, os he dicho y os he hecho ver en múltiples ocasiones y a lo largo de la historia, cómo Mi Misericordia es tremenda, cómo Mi Misericordia se da a todos los hombres.
 
Mi Amor nadie lo puede vencer, Mi Amor Misericordioso se da a todos los hombres, aún con aquellos que Me atacan, aún con aquellos que Me niegan, aún con aquellos que no quieren saber de Mí.

Es la oración de todos vosotros lo que mueve Mi Misericordia para que se derrame sobre vuestros hermanos que se han aislado, porque así lo quieren, de Mi Gracia, de Mi Misericordia, de Mi Amor.

Prefieren vivir así, aislados, porque se creen grandes, porque se creen autosuficientes, hasta que les viene Mi llamado, en donde tengo que humillar a ésa alma, por su bien, donde tengo que ayudarle a entender que sin Mí no son nadie en ésta vida y menos para la otra.

Por eso Yo permito un tiempo antes de su muerte, ya sea de enfermedad, ya sea de ancianidad, ya sea de encarcelamiento, múltiples formas utilizo para hacer que el hombre entre a su interior, se dé cuenta de su vida pasada, se dé cuenta de sus errores y así Mi Misericordia actúe haciéndola reflexionar, para que se dé cuenta que ha vivido sin su Dios, que ha vivido sin amar, que ha vivido en soberbia, en egoísmo, en maldad.

Esa es Mi Misericordia, Mis pequeños, Mi Hijo os dijo que venía principalmente por los enfermos y no tanto por los sanos. Muchos, muchos de vosotros permanecéis enfermos, permanecéis aislados, por vuestra soberbia, por vuestra autosuficiencia,  Yo os voy persiguiendo, os voy guiando y os voy haciendo reflexionar hasta salvaros. Os Amo infinitamente porque os he Creado con Mi Amor. Cada célula de vuestro cuerpo fue pensada por Mí, saliendo de Mi Corazón Amoroso, os fui creando poco a poco, gozando Mi Creación en cada uno de vosotros y esperando vuestra respuesta, agradeciéndoMe el que os hubiera dado vida, agradeciéndoMe que Me tuvierais, agradeciéndoMe todas las maravillas creadas para vosotros, en fin, que vuestra vida fuera eso, agradecimiento y amor hacia vuestro Creador. Pero no, el hombre se olvida rápidamente de su Creador y se desenvuelve en la materialidad, busca solo lo externo y no quiere ya entrar en su corazón.

Por eso, Mis pequeños, Yo tengo que permitir durante vuestra vida, situaciones que os hagan entrar en vuestro corazón para que Me encontréis y así Mi Misericordia actúe para vuestra salvación eterna.

Entended esto, Mis pequeños, entended y amad Mi preocupación por la salvación de cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Por haberos olvidado de vuestra espiritualidad el demonio está actuando con toda su furia.

(Lenguas)…
Hijitos Míos, el poder del demonio se ha soltado, le habéis dado esa libertad por vuestra escasa oración y donación hacia la santidad al haberos preocupado más por las cosas del mundo. Por haberos olvidado de vuestra espiritualidad el demonio está actuando con toda su furia.

Mi Misericordia no puede permitir tanto mal, los acontecimientos de la purificación, a los que llamaréis “grandes desastres”, vienen prontos.

Mi Misericordia los permitirá para vuestro bien, para la conversión de vuestros hermanos, para que encontréis nuevamente la vida interior, vida espiritual, que debisteis haber tenido desde hace mucho tiempo.

La humanidad ha coqueteado fuertemente con la serpiente y en lugar de agradeceros el que hayáis caído en sus redes, en su mentira, lo hizo para que os olvidarais de lo espiritual y le dierais vida con la cual atacaros y destruiros. ¡Tonta humanidad que no comprende que al separarse de Mí, le dais vida al enemigo! Y así os quiere destruir, pero está prometido en las Escrituras, que por la donación de unos pocos, los tiempos se acortarán para el bien de muchos. Su furia es tremenda, su destrucción, así será, tremenda, para con toda la humanidad, menos para los elegidos, los que se han mantenido fieles, los que han creído, los que han amado, los que Me han servido.
 
Ciertamente ellos verán esos grandes acontecimientos pero con la paz en su corazón, mientras que para otros, será el llanto y la desesperación al perder sus bienes materiales, sus posesiones, su “yo”.  Su soberbia será pisoteada por la Justicia, por el Amor, hasta que entiendan que debéis volver a Mí, para recuperar lo que en vosotros vale: el Amor, la vida espiritual, la vida en vuestro Dios.

Orad, Mis pequeños por vuestros hermanos, vosotros pertenecéis al Rebaño Escogido, pero por ello, vuestro compromiso crece. Debéis ayudar a vuestros hermanos en desgracia, en desgracia espiritual.

Os he venido repitiendo esto para que entendáis, Mis pequeños, que el demonio, el rey de la mentira, tratará de destruir todo lo Mío, todo lo bueno, todo lo Creado, para imponer nuevamente su “orden” sobre la Tierra, que es maldad, que es desorden para el Cielo.

Vivís en un mundo de tiniebla, en un mundo de maldad, en un mundo de error, pero los Míos no se contaminan, los Míos siguen adelante y los Míos deberán levantar a los que yacen muertos a la Gracia.

Reparad por ellos, amad por ellos, orad por ellos, levantaos  por ellos y así, Yo recuperaré almas por vuestra fiel donación.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: A Mí también se Me toman cuentas de cómo voy levantando y salvando almas. Yo también necesito de vuestra oración, así como vosotros necesitáis de la Mía.

(Lenguas)…
Hijitos Míos, ciertamente el camino de la Tierra es difícil, a veces se os pone pedregoso, rocas grandes os impiden el paso, a veces son pequeñas piedras que molestan menos al caminar, a veces serán espinas, a veces será arenilla, pero vuestro caminar siempre deberá ser hacia delante, buscando el Bien de vuestro Dios en vuestros hermanos.
 
Aunque caigáis, Yo también, vuestra Madre, estaré ahí con vosotros.

Mis pequeños, Yo os voy cuidando. Yo estoy con vosotros, Yo también os levanto, Yo también os doy aliento, Yo compartí la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, Su Muerte, Su Resurrección. Yo os voy tomando de la mano. Os pido seáis hijos obedientes.

Entended, Mis pequeños, que estáis en la Tierra para servir a Nuestro Dios, como Yo Misma lo hice. Mi sufrimiento fue grandísimo, nada equiparable con cualquier otro dolor humano, porque Mi sufrimiento fue Divino, que es inmensamente mayor que cualquiera de vosotros podáis tener.

Yo también tomé la responsabilidad de la salvación de todo el género humano, Yo también tengo un compromiso grande ante Nuestro Dios, ante Nuestro Padre, por el compromiso ante la Cruz con Mi Hijo, que se Me pidió Ser la Madre de todo el género humano.

Mi Misión, es inmensa,  es grande, es comprometedora, ayudadMe, Mis pequeños, porque a Mí también se Me toman cuentas de cómo voy levantando y salvando almas.
Yo también necesito de vuestra oración, así como vosotros necesitáis de la Mía. Somos familia y estamos al servicio de Nuestro Padre, Dios.

Ved el camino de regreso, es llano, es bello y ahí es a donde os voy a llevar a cada uno de vosotros si os mantenéis en esa vida de Gracia, en esa vida de donación, en esa vida de unión íntima Conmigo, con Mi Hijo, con vuestro Dios. Esa es Mi tarea, llevaros a cada uno de vosotros hacia ese camino de regreso de Gloria, de cantos angelicales, de santidad.

 Yo os presentaré ante Mi Hijo, purificados, bellos, arregladitos ante Su Presencia.

Él Me agradecerá Mi tarea, Mi Misión, Yo os agradeceré vuestra donación. Sed dóciles, Mis pequeños, cómo Dócil he sido Yo, la Sierva de Nuestro Padre Dios, en Su Santísima Trinidad, Dócil al Padre, en Mi Creación, Dócil al Hijo en Su cuidado, Dócil al Espíritu Santo, como Esposa. Sed dóciles, Mis pequeños y será así más fácil vuestra salvación y vuestra santificación.
Gracias, Mis pequeños.