Ago 01_07 Con el amor os abriréis todas las puertas, con la maldad y con el odio, cerraréis todo.

Rosario

Mensaje de Dios Padre a J. V.


Temas:

  • No os podéis separar de la Comunión de los Santos, todos estáis unidos y lo que haga uno va a afectar a los otros, para bien ó para mal.
  • Daos cuenta del papel que jugáis dentro de la humanidad y dentro de la Comunión de los Santos.
  • Lo que hagáis, lo hagáis lo más perfecto posible, que lo hagáis con amor, que lo hagáis porque Yo os lo pido.
  • Con el amor os abriréis todas las puertas, con la maldad y con el odio, cerraréis todo, no tendréis nada, recordad esto Mis pequeños.
  • Si vosotros buscáis el amor entre vuestros hermanos, lo material es añadidura, lo obtendréis sin problema, porque eso, Yo os lo proveeré.

Primer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: No os podéis separar de la Comunión de los Santos, todos estáis unidos y lo que haga uno va a afectar a los otros, para bien ó para mal.


Hijitos Míos, cuando el niño va creciendo, vosotros no le exigís demasiado en cuanto a su compromiso de vida, porque sabéis que es muy pequeño para que pueda entender todo ello y además porque es el tiempo de poner bases y enseñar lo que va a hacer de él un hombre de bien en lo futuro.


Cuando se va creciendo, vosotros le vais dando al hijo obligaciones, de acuerdo a su edad, para que las entienda y se vaya adentrando al mundo, a sus obligaciones, tanto personales como las de la sociedad y también con las que tiene a nivel espiritual, porque ya empieza a entender todo lo que le rodea y todo lo que él puede ayudar y así vais creciendo y vuestras obligaciones también crecen. Pero también vais entendiendo, dentro del amor, el por qué de vuestras obligaciones. Ya no es solamente el tomarlas así, como una obligación, el tener que hacer las cosas por obligación, sino el hacer las cosas porque conviene hacerlas para el bien de los demás. Esto hace muy diferente a la tarea, que por tomarla así, como obligación, no hacéis las cosas con gusto, con amor, con respeto, que cuando hacéis las cosas porque sabéis que vais a provocar un bien a una ó a muchas personas a vuestro alrededor.


Cuando llegáis a éste punto, es cuando ya entráis a una madurez espiritual e intelectiva, sabéis que vuestra vida en la Tierra tiene una gran importancia y es cuando debéis centraros en vuestra misión, en vuestras obligaciones y es cuando debéis tomarlas en serio. Ya no sois niños solamente para jugar, sino ya sois seres maduros espiritualmente hablando, que sabéis que vuestras acciones, todas ellas, van a tener una repercusión. Aún vuestros mismos pensamientos, os he dicho, tienen repercusión, ya sea que deseéis un bien a los demás ó un mal a los demás, ése simple pensamiento va a repercutir, ¿qué más harán entonces vuestras acciones?. Será más palpable la repercusión que se tendrá sobre vuestros hermanos, sobre lo que suceda a vuestro alrededor y en el mundo entero.


Sí, Mis pequeños, las acciones de todos vosotros y aún de vuestros pensamientos, están repercutiendo a nivel mundial y a nivel universal, porque estáis en la Comunión de los Santos. Repercuten en el Cielo, en el Purgatorio y en la Tierra, vuestra vida es muy importante, por ello no os podéis separar de la Comunión de los Santos, todos estáis unidos y lo que haga uno va a afectar a los otros, para bien ó para mal. Por eso vuestra misión en la Tierra la debéis tomar muy en serio, vuestra vida la debéis tomar también muy en serio, con esto no os digo que perdáis vuestra personalidad, que os volváis gente sin alegría en vuestro corazón, en donde todo se tome en serio y donde no haya posibilidad de tener una vida alegre con vuestra familia, con los que os rodean.


El tomar en serio las cosas es el tratar de perfeccionarse en lo que estáis haciendo, saber estudiar vuestras acciones y vuestras respuestas a todo lo que os rodea y que cada vez que obréis, que penséis, que hagáis algo, lo hagáis lo más perfecto posible, lo más correcto posible, sabiendo que podréis afectar a algún hermano vuestro ó a algún alma dentro de la Comunión de los Santos y, sobre todo, cuando actuáis en el mal, afectáis directamente Mi Corazón, Mi Amor, lo que Yo os he dado, Mi Presencia en vosotros.
Tratad pues de entender todo esto, Mis pequeños, para que vuestra vida sea lo más perfecta posible dentro de los lineamientos que os he dejado a través de los Mandamientos y a través de la vida que os dio Mi Hijo, ejemplo vivo de un Dios sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.


Segundo Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Daos cuenta del papel que jugáis dentro de la humanidad y dentro de la Comunión de los Santos.


Hijitos Míos, Mis pequeños, cuando os he concedido el don de la vida, el compromiso que adquirís no es solamente Conmigo, con vuestro Dios, sino con vuestros hermanos, todas las almas creadas, todas las almas que han pasado por la Tierra y pasarán hasta el fin del mundo.


Mis pequeños, ésa es una misión muy grande y por eso os quiero recalcar tanto esto en éste día, para que os deis cuenta de que sois parte de una familia, de la familia de los hombres, de los que habéis venido a vivir en la Tierra, los que estáis ayudándoMe a que se dé por fin Mi Reino, nuevamente, sobre la Tierra.


Cada miembro de una familia pone su parte, ayuda a sus hermanos en lo que necesiten, de acuerdo a los dones que se le concedieron, vive para ellos, ellos viven para uno, todos se comparten de lo que tienen, se apoyan en los momentos difíciles, se aconsejan, juegan juntos, se divierten, forman realmente una familia y ésta familia se vuelve indisoluble, hasta que ellos dejan la Tierra, pero aún desde el Cielo siguen apoyándose y ahí se dan cuenta de que su familia es inmensa.


Yo por eso, os quiero pedir ahora que os deis cuenta, antes de que lleguéis al Cielo, de que vuestra familia es inmensa, que estando en la Comunión de los Santos, hay muchas almas que necesitan de vosotros. Las del Cielo, para acrecentar su Gloria, las del Purgatorio, para que oréis por ellas para que ya puedan pasar al Cielo a obtener su premio eterno y todas las de la Tierra, las que están militando, las que necesitan más de vuestra oración y más de vuestro apoyo. Sois muy necesarios, Mis pequeños, cada uno de vosotros tiene un lugar muy importante dentro de la humanidad, dentro de Mi Creación, dentro de Mi Familia, uniendo la Familia del Cielo con la Tierra.


Todos estáis unidos, todos os necesitáis a todos, os he dicho que al ser cada uno de vosotros una pieza del rompecabezas y que en sí es el Cuerpo Místico de Mi Hijo, cada uno de vosotros, siendo una celulita del Cuerpo Místico, ayudáis a que se vaya reconstruyendo, que se vaya dando ya entre vosotros la Presencia de Mi Hijo sobre la Tierra. Sí, cada uno de vosotros os debéis de unir para que se dé ya nuevamente el Cielo sobre la Tierra, la purificación de todo aquello que ha sido afectado por el Pecado Original. Pero os tenéis que dar cuenta de vuestro compromiso, de la necesidad que tengo de cada uno de vosotros, para que estéis concientes de vuestra misión, de la importancia de vuestra misión y que si vosotros faltáis, ésa celulita, ésa pieza del rompecabezas afectará al resto, porque con la falta de alguno de vosotros, no se complementa.


Daos cuenta de esto, Mis pequeños, daos cuenta de vuestra importancia, daos cuenta del papel que jugáis dentro de la humanidad y dentro de la Comunión de los Santos, os necesito a cada uno de vosotros y cada uno de vosotros necesita de cada uno de vuestros hermanos, por eso vuestra oración tiene que ser lo más universalmente posible, pedir por todos, por todos vuestros hermanos, pedir a todos niveles, para que todos reciban Mis Bendiciones y la unión en el Amor.


Meditad, Mis pequeños, todo esto que os digo, porque es muy importante para que se dé la unión de toda la humanidad. Ya no debéis estar separados, porque el demonio es lo que provoca, separación y vosotros perdéis fuerza al estar separados. Cuando un organismo está enfermo, se debilita, vosotros estáis ahora enfermos en el pecado, la humanidad entera está enferma en el pecado y por eso está débil y satanás está haciendo su obra entre vosotros, porque no estáis sanos. Debéis buscar vuestra salud y eso solamente lo conseguiréis estando Conmigo, estando en estado de Gracia, viviendo en la oración, ayudando a vuestros hermanos a estar sanos, apoyándoles, cuidándoles, para que ellos también os cuiden a vosotros mismos.


En la Comunión de los Santos se vive el Amor, el Amor en pleno y Yo lo apoyo y Me derramo sobre todas aquellas almas que lo están buscando, para que no les falte a ellas y puedan transmitir mucho más a sus hermanos.
Vivid pues en Mi Amor y ayudadMe a recuperar el Cuerpo Místico de Mi Hijo.
Gracias, Mis pequeños.


Tercer Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Lo que hagáis, lo hagáis lo más perfecto posible, que lo hagáis con amor, que lo hagáis porque Yo os lo pido.


Hijitos Míos, cuando os ponéis a platicar con vuestros hermanos de la misión que tenéis cada uno, de los dones que se os concedieron a cada uno de vosotros, parecería que a veces vais por caminos opuestos, que nada tiene que ver la misión de uno con la del otro. Pero os lo quiero ejemplificar, para que entendáis la importancia de la misión de cada uno de vosotros. Nada sucede al azar, nada sucede por casualidad, lo que tenéis tiene un fin y ahora os lo explicaré.


Imaginad un automóvil, el automóvil está compuesto de muchas partes, algunos de vosotros estaréis en la tarea de construir las llantas, otros los espejos, algunos otros el parabrisas, si cada uno se centra en su misión, diría ¿qué tiene que ver las llantas, con un espejo, con un parabrisas, con un asiento, con los mofles, con las bujías, con la infinidad de partes que tiene un automóvil? Cada una de éstas partes, tomándola por separado, no son nada, no tienen prácticamente función propia, pero cuando todas éstas partes se unen, hacen el todo, con esto se construye el automóvil y el automóvil tiene una función específica y funcionará ayudado de todas las partes que se hicieron por separado. Éste es el ejemplo simple que os doy para que entendáis Mi Reino que se tiene que dar nuevamente entre vosotros.


Cada uno de vosotros tiene una misión, aparentemente por separado, que no tiene que ver quizá con la misión de otro y las capacidades que tiene uno, no las tiene el otro, pero Yo os pido, como os he pedido otras veces, que lo que hagáis, lo hagáis lo más perfecto posible, que lo hagáis con amor, que lo hagáis porque Yo os lo pido, Yo, vuestro Dios, el Sabio, vuestro Padre, el único que sabe cómo se tienen que dar las cosas. Vosotros sois muy pequeñitos para entender todo lo que Yo espero de cada uno de vosotros y el resultado de vuestras acciones. Cuando hagáis vosotros la parte que os tocaba hacer lo más perfecto posible, aún, aún sin entender para qué lo estabais haciendo, esto os lo digo, Mis pequeños, porque llegará el tiempo en que todo se unirá y entonces os daréis cuenta de lo que os tocaba hacer y que lo hicisteis con toda dedicación, para que saliera perfecto, vuestra parte funcionará perfectamente y ayudará a que otros de vuestros hermanos gocen lo que vosotros ayudasteis a construir. Imaginad que aquél que le tocaba hacer una válvula del motor en el coche, no la quiso hacer bien, todo el coche dejará de funcionar, porque ésa válvula no estará permitiendo que el motor funcione perfectamente. Vosotros no sabéis en qué parte estáis del Cuerpo Místico de Mi Hijo, puede ser una parte muy importante y quizá, por vuestra falta de ayuda no funcionará, perfectamente, al final, como Yo quería que funcionara. Esto os lo digo en una forma primitiva a vuestro entender, porque es mucho más complejo, porque quiero que entendáis, Mis pequeños, que todo lo que hagáis, lo hagáis perfectamente y con mucho amor, con mucha dedicación, con la idea de que estáis trabajando para algo grandísimo, que todos gozaréis en lo futuro. Ayudad a vuestros hermanos y ayudaos vosotros mismos con vuestro quehacer diario, con vuestra misión en la Tierra, que Yo os lo agradeceré infinitamente.
Gracias, Mis pequeños.


Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Con el amor os abriréis todas las puertas, con la maldad y con el odio, cerraréis todo, no tendréis nada, recordad esto Mis pequeños.


Hijitos Míos, os quiero puntualizar sobre el hecho de hacer las cosas por obligación ó el de hacer las cosas con amor. Cuando se os pide algo y se os pida de buena gana, se hace dentro de los lineamientos del amor, vosotros lleváis a cabo el pedimento con todo gusto, lo hacéis lo más perfectamente posible, porque sabéis que vais a halagar a la persona que os lo pidió y ésa persona, quizá, hasta os dé un reconocimiento general ante otros hermanos vuestros por lo bien que hicisteis lo que se os pidió. También vosotros gozaréis con lo que haréis, porque le pondréis mucho empeño, procurando que lo que se os pidió salga perfecto y ayude mucho a la persona que os lo pidió. En una palabra, ponéis todas vuestras fuerzas, todo vuestro entendimiento, todo vuestro amor en hacer las cosas que se os piden con respeto y, por amor, lo hacéis con gusto y quedáis satisfechos de haberlo hecho.


En cambio, cuando algo se os pide por obligación, os sentís presionados, no hay libertad en la acción, sois regañados, lo que hacéis, lo hacéis de mala gana y no os importa cómo os salgan las cosas. Entregáis vuestro trabajo y muchas veces, por no haber puesto empeño, recibiréis otro regaño y eso os molestará todavía más. No habrá paz, entre la persona que os pide las cosas y vosotros mismos, habrá siempre lucha y esto no es bueno para ésa persona ni para vuestro ser. Estáis mal, os sentís mal, porque sentisteis y sabéis que no hicisteis bien lo que se os pidió y que además eso provocó más riña entre la persona que os lo pidió y vosotros mismos.


Cuando Yo os pido algo y os lo pido de corazón, es para que vosotros mismos crezcáis con lo que hagáis y además ayudaréis a muchos otros a que también crezcan en lo que os estoy pidiendo. Vosotros sois muy pequeños, necesitáis continuamente de un crecimiento espiritual y además necesitáis que muchos de vuestros hermanos salgan ganando también con lo que vosotros sabéis hacer.


Imaginaos que los dones que se os han dado a cada uno de vosotros se mantuvieran en lo personal, que nadie compartiera la suyo, prácticamente viviríais aislados, viviríais en dificultades, no tendríais alimentos o medicinas o habitaciones, no tendríais lo que tenéis ahora, porque cada quien se quedaría con la parte que le tocó y al no compartirla no habría desarrollo. Unos necesitan de otros, la unión con otros da cosas grandes. Por eso es tan importante que os deis cuenta que no debéis ser egoístas, que todos os necesitáis mutuamente, que cada uno tiene una parte y que debe compartirla con otro y que a la vez necesita pedir a otro de lo que le falta para que se vaya complementando y así, lo que hagáis, vaya dando un todo.


Cada uno de vosotros, os vuelvo a repetir, solamente tiene una parte del gran rompecabezas, nadie puede vivir aislado porque moriría inmediatamente. Meditad esto, Mis pequeños y sabréis que es cierto, porque muchos de vosotros vivís en la soberbia y sentís que porque tenéis mucho de lo material y podéis comprar todo, ya con eso resolveréis vuestros problemas, pero nuevamente os recuerdo, para que recapacitéis, que aunque tuvierais todo el dinero del mundo, si alguna persona poseyera aquella cosa que vosotros necesitáis y no os la quisiera vender, no os la diera a ningún precio, no la podríais obtener y moriríais. En otras palabras, si teniendo todo el dinero del mundo y vosotros no supierais cómo cultivar o producir alimentos, que no pudierais conseguirlos más que de una o dos personas y ellos no quisieran dároslos, de nada os valdría vuestro dinero, moriríais. Entended esto bien, Mis pequeños, para que no os sintáis omnipotentes, que no os sintáis autosuficientes porque tenéis mucho de lo material.


A través del amor podréis obtener todo, a través del buen trato y el respeto hacia vuestros hermanos podréis obtener todo. Si vosotros regañáis, si vosotros presionáis, si vosotros tratáis mal a vuestros hermanos, por más bienes que tengáis, por haberlos tratado mal, no lo obtendréis, no os lo venderán. Con el amor os abriréis todas las puertas, con la maldad y con el odio, cerraréis todo, no tendréis nada, recordad esto, Mis pequeños.


Ved lo que os vino a enseñar Mi Hijo, todo fue Amor y os vino a decir que Mi Reino es de Amor, os vino a enseñar que debéis empezar a caminar en el Amor, moveros en el Amor, en el respeto, en la virtud, para que todo se dé bello y podáis tenerlo todo, porque vosotros mismos, cuando actuáis en el amor, se os responderá en el amor. Pero si actuáis en el odio y en la maldad, no podréis obtener lo que necesitareis.


Vivid pues en el Amor que os enseñó Mi Hijo y las puertas, tanto de la Tierra, como las del Cielo, estarán abiertas de par en par.
Gracias, Mis pequeños.


Quinto Misterio,
Habla Dios Padre,
Sobre: Si vosotros buscáis el amor entre vuestros hermanos, lo material es añadidura, lo obtendréis sin problema, porque eso, Yo os lo proveeré. “Dad al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios”.


Hijitos Míos, cuando vivís en familia y os amáis verdaderamente, ponéis al servicio de vuestros hermanos vuestros dones, vuestras capacidades, vuestra ayuda. Realmente os ayudáis de corazón los unos a los otros, los ayudáis en sus problemas y también gozáis con el carácter y la vida de ellos. Y así, como a veces sufrís con el problema de uno, también jugáis y gozáis con la alegría del otro. Así debiera ser la humanidad entera, que os cuidarais los unos a los otros, compartiendo gratuitamente de lo que cada uno posee y recibiendo, también gratuitamente, de lo que a uno le falta.


Esto debiera ser vuestra vida en el amor, porque así como cada uno de vosotros recibe Mis Bendiciones gratuitamente, gratuitamente debierais compartir a vuestros hermanos de los dones que se os han concedido a cada uno.


Satanás se ha introducido al corazón del hombre y todo lo que debiera darse a nivel espiritual lo habéis materializado, ya no buscáis por el bien del otro, por un bien de corazón, sino veis más bien vuestro bienestar material, llenar vuestros bolsillos ayudados con las capacidades que se os dieron gratuitamente.


Daos cuenta de que se os está pidiendo una vida de Cielo en la Tierra, vivir realmente el Amor, vivir para el bienestar de vuestros hermanos, vivir como se vive en el Cielo, dar de lo que se os dio, gratuitamente, al hermano necesitado. Esto es lo que os vino a predicar Mi Hijo, cuando Él os ha dicho “dad al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios”, estaba separando los dos reinos, el reino de la Tierra, que pertenece a satanás y el Reino Divino, que es lo Mío y debe ser lo vuestro.


Mis pequeños, tratad de ir santificando vuestras obras y esto lo conseguiréis procurando  buscar el bienestar de vuestros hermanos, ciertamente veréis que no todos responden de la misma forma con lo que vosotros empezaréis a hacer pero, ya os dije, que cuando actuéis en el amor, también recibiréis El Amor. Debéis poner el ejemplo para que los demás se den cuenta de que sí existe el amor en la Tierra, vosotros habéis sido llamados a empezar a producir amor entre los hombres, vosotros debéis abrir vuestro corazón, para que los demás se den cuenta de que también tienen corazón y que deben poner en práctica las Enseñanzas de Mi Hijo. Cuando actuáis en el amor, recibís Bendiciones inconmensurables, vosotros inmediatamente pensáis que os faltará de lo material, pero es Mi Promesa que aquél que busca el Reino de Dios, lo demás se os da por añadidura. Si vosotros buscáis el amor entre vuestros hermanos, lo material es añadidura, lo obtendréis sin problema, porque eso, Yo os lo proveeré.


Así pues, vivid en el amor, transmitid amor, haced que vuestros hermanos empiecen a convivir en el amor, en el amor fraterno, en el amor de familia y así iréis motivándolos a vivir como debe vivir una familia que se ama, una familia en donde viva realmente Mi Presencia Divina, que es de puro Amor.
Gracias, Mis pequeños.