Mensaje de Dios Padre a J.V.
Habla Dios Padre,
 
Sobre: Hay tinieblas por vuestra falta de Espiritualidad.
Hijitos Míos, veo  cómo vuestro Mundo se obscurece cada vez más. Las tinieblas que lo cubren, cada  vez se hacen más espesas. Vosotros tomáis Mis Palabras en el sentido material y  como ya no vivís en lo espiritual se os hace difícil entenderlas. Cuando Yo os  hablo, os hablo en sentido espiritual, ya que es vuestra alma la que vale en  vosotros y a  ella hay que salvar. 
Las tinieblas significan la falta de  espiritualidad en vuestra vida. Ya no lleváis vida espiritual, la habéis olvidado,  la habéis hecho a un lado, vuestra vida se ha vuelto vacía y os habéis formado  dioses fríos, materiales, sin vida y que en nada os pueden ayudar a salir del problema  en el que estáis. Os habéis vuelto adoradores de ídolos como en los tiempos  prehistóricos, en donde el hombre sentía en su corazón el deseo de adorar a un  ser superior y así le dieron ése lugar, primeramente, al sol. Necesitaban ver  la Luz, la intuían, porque cayeron a las tinieblas por el pecado y 
necesitaban la luz. De ahí la adoración al sol ó a todo aquello que brillaba.
Llega Mi Hijo a mostrarles la Luz y, aún  así, son pocos los que la aceptan, pero aún así os la deja y vuestra libertad os  permite aceptarla ó rechazarla.
La Luz se os dio, la conocéis porque Mi  Hijo os la mostró con Su Vida, con Sus Enseñanzas, con Su Amor. Con Su Muerte Él  os dá la vida y os la reafirma con el envío del Espíritu Santo.
La Luz había llegado, por fin, a la Tierra  para vencer al mal, pero ¿qué sucede ahora con vosotros? Vuestros antepasados  adoraban lo brillante por buscar la Luz, vosotros ya la habéis recibido por  medio de Mi Hijo y ahora adoráis a las tinieblas, las cuales cubren a vuestro  Mundo. Habéis rechazado la Luz. Preferís a las tinieblas del mal. Buscáis lo  material y mundano. La espiritualidad no la véis ni la procuráis a los vuestros  y si no ponéis un “Hasta aquí”, las tinieblas os ahogarán.
Durante la Pasión de Mi Hijo, éste fue uno  de Sus peores dolores. El, viniendo a la Tierra a traeros la Luz y vosotros  rechazando ésta Luz de salvación, prefiriendo las tinieblas y el mal y no sólo  para vosotros, sino induciendo a los vuestros.
Estáis llevando a ésta generación al  cadalso. Estáis vosotros mismos llevando a vuestros pequeños a que sean  sacrificados por los verdugos del mal. Estáis presentando a vuestros hijos al  mismo demonio para que él los sacrifique a sus malos y perversos deseos. Le  estáis permitiendo que dañe y destruya sus almitas, Mis almitas, Mi esencia en  vosotros, al no proveerles del alimento espiritual que su alma añora. Os habéis  vuelto, en ésta forma, servidores del mal y ahora os extrañáis de que las  fuerzas de la Naturaleza se vuelquen contra vosotros, cuando vosotros mismos os  habéis puesto en contra de vuestro Creador. La Naturaleza reconoce vuestro  error y está tratando de abortar el mal que habita en sus entrañas, vuestras  almas, que se han revestido de la negrura y de la maldad del enemigo. Es  vuestra misma actuación, son vuestros mismos actos los que han producido ésta  catástrofe mundial. 
La  Naturaleza tiene vida, vida en Mí, vida que es alabada y respetada por ella  misma hacia su Creador, pero vosotros la habéis afectado, la habéis alterado  para dañarMe. La misma Naturaleza ya no puede darMe la Gloria y el respeto que  Me merezco, porque la habéis infringido, ahora ella se ha rebelado contra  vuestro mal proceder y sólo la detendréis con vuestro cambio sincero al amor.
Ya os he dicho que todo el Universo se  rige y se alimenta de Mi Amor y vosotros mismos os dais perfecta cuenta de que  lo que está francamente afectado en vuestro Mundo, es el amor.
Si vosotros no queréis entender éstas  palabras y no ponéis el remedio de inmediato, la misma Naturaleza y el mal,  afectándola a ella, respaldada por vuestras malas acciones, os destruirá. 
Yo he de poner el remedio, porque no deseo  veros destruidos. Sois Mis hijos, os amo y deseo sólo vuestro bien, pero no  queréis entenderlo. Os habéis encaprichado y creéis que podéis prescindir de Mí,  pero ahora podéis constatar que las fuerzas de la Naturaleza, que son pequeñas  en comparación con las poderosísimas fuerzas de Mi Amor, os están acabando.
Os lo vuelvo a repetir, con AMOR todo lo  venceréis y podréis doblegar a las fuerzas del mal, las cuales están afectando  a la Naturaleza para que os destruya. Os habéis apartado de lo espiritual y  ahora véis como lo espiritual sí afecta a lo material y lo estáis constatando  con tanta destrucción y muerte. Falta aún lo peor y si no os preparáis  espiritualmente para soportarlo y para disminuirlo, muchos de vosotros, en una  gran mayoría, no podrán pasar la prueba.
Yo os puedo ayudar hasta donde vuestra  libertad y vuestro deseo de corazón Me lo permitan. Yo os respeto y vuestra  actuación es lo que le dará el valor a vuestro premio eterno.
Recapacitad, entended como el niño en la  escuela. Si os aplicáis, recibiréis una buena nota. Nadie más que el niño puede  obtener ésa buena ó mala nota; nadie puede obligar al niño a responder  libremente a ganar ó a perder ésa nota.
Yo estoy con vosotros y deseo vuestro  bien. Venid a Mí, acudid en todo momento. Destruid las fuerzas del mal y sus  tinieblas, que os están destruyendo.
La Luz de la Verdad se os ha dado por  medio de Mi Hijo, tomad de Él todo lo necesario para vencer al mal, como Él lo  hizo. La decisión es vuestra.
Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de  Mi Hijo y en el del Amor del Espíritu Santo.